-¿Y sólo entramos? -Le preguntó a Shimizu secando el sudor de sus palmas en su pantalón.

-En teoría. -Shimizu miró alrededor. -Hay muchos autos, ya debe de haber personas afuera. Vamos -Kiyoko dijo y tomó de la muñeca a su amigo para arrastrarlo a el salón.

Una vez adentro a Yamaguchi se le olvidaron sus nervios por un segundo mientras admiraba el lugar. Todo se veía elegante y precioso aunque no había muchos adornos. Había música de fondo pero no estaba a un volumen demasiado alto, podías escucharla con claridad pero no tenías que gritar para escuchar a la gente.

-¿Y ahora qué? -Preguntó Yamaguchi. Se medio esperaba tener que pasar por seguridad o que un hombre grande de esos que aparecen en las series en frente de un club les preguntara su nombre para ver si estaban en una lista, pero no hubo nada de eso. Sí, había personas de seguridad adentro, sin embargo ni siquiera les pidieron una invitación o autenticación para entrar.

-No tengo ni idea. Busquemos a mi jefe para que sepa que llegué -Shimizu dijo dudosa.

-Espera, ¿buscar a tu qué? -Yamaguchi preguntó alarmado mientras su amiga nuevamente lo agarraba de la muñeca para que la siguera. Yamaguchi logró pararla ésta vez. -Si quieres me voy a sentar en un sillón o algo mientras vas -Dijo apuntando a uno de los sillones en el exterior en el fondo del salón riendo nerviosamente.

-No, tu te vienes conmigo. Le hablé a mi jefe de tí antes y dijo que te quería conocer -Dijo la pelinegra guiando a Yamaguchi por el salón.

-¿Pero para qué o qué? -Preguntó Yamaguchi confundido.

-Bueno, quiere conocer a todos sus trabajadores y a sus invitados, no te asustes -Dijo Kiyoko. -¡Ah! Ahí está -Apuntó a un señor que estaba hablando con una chica y un chico de cabello blanco. Yamaguchi al verlo se sorprendió, no se parecía a la imagen que tenía en mente en nada. El señor parecía mucho mayor que ellos, no viejo, pero mayor. Llevaba un traje (puta madre, sabía que tenía que llevar uno) y su pelo largo estaba peinado en un moño. Era alto y se veía increíblemente intimidante. Cuando se pararon enfrente de él, Yamaguchi se tuvo que parar para no esconderse atrás de Kiyoko.

-Buenas noches, Asahi-san -Saludó Kiyoko. El señor sonrío al verla y dejó la copa de champaña que tenía en la mano en una mesa.

-¡Buenas noches, Shimizu! ¿Todo bien? ¿Necesitan algo? -Saludó de vuelta Asahi. Una vez había hablado a Yamaguchi no le pareció nada intimidante, su voz y gestos eran muy amables. Su nerviosismo disminuyó un poco.

-No, nada aún, acabamos de llegar. -Shimizu le dio una mirada a Yamaguchi para indicarle que se parara más cerca. -Éste es mi amigo, Tadashi, es mi invitado -Presentó Kiyoko.

-Mucho gusto en conocerte, Tadashi. Shimizu habla mucho de tí y sus amigos -Dijo extendiendo la mano.

-Mucho gusto igualmente, señor - Dijo Tadashi devolviéndole el apretón. Asahi se rió.

-Por favor, sólo dime Asahi, soy de la misma edad que Kiyoko, no me hagas sentir viejo.

Yamaguchi parpadeó un par de veces confundido y escuchó a Shimizu tratar de contenerse la risa. ¿Le están diciendo qué este señor que parecía de mínimo 40 años tenía 23 años? ¿Qué?

-Bien, si necesitan algo diganle a los meseros y ellos se los llevarán. Vamos a servir la cena en unas dos horas más en lo que llegan todos -Asahi dijo.

I love you tooWhere stories live. Discover now