Capitulo 18.

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Ante penúltimo.

—mamá te puedo hacer una pregunta.-dijo Maia captando la atención de Scarlett.

—¿sobre qué Maia?.-respondió suspirando, mientras cerraba su computadora.

—sobre tu boda.

—Maia en tres días me caso, es una decisión que ya tomé.

—¡Pero no lo amas!

—Maia no me levantes la voz.

—piensa en mi hermanito, en papá, en ti,  en mí...-dio un largo suspiro y siguió.—nunca seras feliz mamá

—lo sé Maia, pero es la única forma que tengo para agradecerle todo lo bueno qué hizo por nosotras.

—¿entonces es por "agradecimiento"?.-dijo Maia haciendo comillas con sus dedos.

—Maia no pienso discutir esto contigo, eres una niña, eres mi hija.-Scarlett se paro de su silla y se dirigió a su habitación.—hoy viene Luis a cenar espero te sepas comportar.

—Yo no pienso cenar con él mamá, nos vemos mañana me voy con mi papá.-Maia subió a su habitación e hizo una maletita dónde llevaba su ropa, una vez terminado se fue al departamento de Daniel.

Últimamente Daniel estaba muy distante con Scarlett, parecía qué aquel amor qué un día le tuvo a aquella muchacha castaña había desaparecido por arte de magia, a Scarlett aunque no quisiera eso le dolía y más de lo qué pensaba.

Faltaban sólo 3 días para esa boda qué según los medios era la "más deseada", "la boda más esperada", pero para Scarlett no era así, era cómo una tortura, era cómo morir en vida.

Scarlett.

En unos minutos vendría Luis y su madre a cenar o más bien a hablar sobre la boda y eso, nos quedaban sólo tres días y mi vestido aún no estaba listo.

El vestido era hermoso pero no lo que yo deseaba, pero ya no  podía hacer nada, Luis me había pedido qué dejara qué su madre resolviera todo eso del vestuario y yo sólo acepté parecía una estúpida dejándose manejar.

—Scarlett querida, ¿cómo has estado?.-saludo mi "suegra" Nicole.

—excelente y ¿usted?.-dije con una sonrisa falsa en todo sentido.

—Igual, mañana a las 10:45 vendré por ti para ir a recoger el vestido, espero no toparme con esa mocosa.

esto último lo dijo en un susurro, pero preferí callar y fingir qué no oí.

Daniel.

En tres días se casaba el amor de mi vida, yo simplemente me había rendido ya, estaba más qué claro qué ella se iba a casar le importaba más qué ese imbécil fuera feliz qué su propia felicidad, qué la felicidad de su hija, ese imbécil la engañaba pero claro el es perfecto, aún recuerdo el día qué se lo dije y ella sólo río.

—Yo te amo y el sólo se divierte contigo, mientras tu crees que esta viajando por negocios se revuelca con nada menos qué Ashley.

—Scarlett sólo soltó una gran carcajada.—Por Dios, Daniel, no todos los hombres son cómo tú, Luis me AMA.

Desde ese entonces me rendí, la dejaría en paz qué se case si es lo qué tanto desea, qué tenga mil hijos si es lo qué quiere pero una vez casándose pediría la custodia de Maia y mi bebé.

—¡Papi!.-dijo Maia entrando por mi puerta, venía con una ¿maletita?

—Mi amor, ¿qué haces aquí?.-pregunte envolviéndola en un abrazo.

Las Encontrare. [1.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora