Se miran, se presienten, se desean

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"Se miran, se presienten, se desean.
Se acarician, se besan, se desnudan.
Se respiran, se acuestan, se olfatean.
Se penetran, se chupan, se demudan.
Se adormecen, despiertan, se iluminan.
Se codician, se palpan, se fascinan.
Se mastican, se gustan, se babean.
Se confunden, se acoplan, se disgregan.
Se tantean, se juntan, desfallecen.
Se aman, se entregan, se quieren.
Se necesitan porque se aman.

-Oliverio Girondo.
                                  

—¿Ya llevas el pan? —le preguntó Anne a Harry mientras recorrían los pasillos del supermercado.

—Si  —el rizado alargó la palabra.

—¿Dónde se a metido Gemma? —Anne miró a todos lados intentando encontrar a su hija pero fue imposible hallarla.

—Fue a la sección de frutas —dijo Harry recordando las palabras de su hermana mayor.

—Bien, vamos a esperarla aquí —Anne y Harry se quedaron parados en el pasillo esperando por Gemma.

Cinco minutos más tarde la adolescente apareció, iba comiendo una manzana verde.

—¡Dios Gemma date prisa llevamos tiempo esperándote! —dijo Anne.

Gemma no dijo nada. Hicieron una larga cola para llegar a la caja registradora, pagaron y salieron.

Caminaron al estacionamiento, Harry llevaba dos bolsas plásticas en ambas manos y Anne llevaba sólo una. Gemma iba con las manos libres. Subieron al auto y acomodaron las bolsas en el asiento trasero donde Harry se sentó. Anne puso en marcha el auto y salieron del estacionamiento.

—¿Estarás bien si te quedas solo Harry? —le preguntó Anne sin apartar la vista de la carretera

—Si.

—Bien, nosotras regresaremos por la mañana. Si quieres puedes invitar a tus amigos a pasar la noche en casa para que no te sientas solo.

—Claro —respondió el rizado.

El trayecto a su casa fue muy corto. Hacía un poco de calor así que Harry tuvo que deshacerse de su abrigo. Al llegar a casa Harry bajó las compras y las llevó a la cocina.

Trudy se encontraba haciendo el almuerzo, estaba muy sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia del rizado.

—Tía —llamó Harry. Trudy dio un respingo y se giró hacía Harry.

—¿Si? —preguntó volviendo a fijar su atención a la tabla donde estaba picando unas papas.

—Te traje lo que me pediste —Harry le dejó la tira de pan en la isla.

—Gracias Harry.

—¿Necesitas que te ayude en algo?

—No, estoy bien.

—Estaré en mi habitación por si necesitas algo —dicho esto Harry salió de la cocina y subió las escaleras lentamente o más bien, con pereza. Entró a su habitación y se dejó caer en su suave cama.

Dos golpes en la puerta lo sobresaltaron.

—Adelante —gritó el rizado. La puerta se abrió y Gemma entró con una sonrisa en su rostro.

—Mamá me hizo llamar a Niall, a Liam y a Louis para que vivieran a casa a hacerte compañía —dijo Gemma.

En realidad Harry quería estar a solas con Louis. Pero no le molestó la idea de que Niall y Liam llegarán.

Olvida mi nombre //Larry Stylinson Onde histórias criam vida. Descubra agora