Shigatsu wa Kimi no Uso Nyuansu [Final Alternativo]

Capítulo 13: ¿Volverás?

*Siete años atrás, día de la despedida de Kousei y Kaori*

El frio volvía a entrar por mi ventana. Era un poco extraño, hace solo unos minutos atrás sentí una calidez inmensa al abrazarlo, pero ahora mi cuerpo vuelve a sentirse frio por dentro.

«¿Será esto lo correcto?», me pregunté mientras veía la ciudad por la ventana de la habitación.

Estaba de vuelta sentada en la cama del Hospital. Pasaba los días enteros ahí, sin poder hacer nada. Ni siquiera tenía las fuerzas para ponerme en pie. Cada vez me sentía peor.

«Si esto sigue así yo…», me dije mientras me empezaban a lagrimear los ojos.

La puerta del cuarto se abrió de pronto…

—¿Ya se fue tu amigo? —exclamó un enfermero entrando en mi habitación…

—¡Sí! —le dije secándome— Ya podemos volver al consultorio.

—¡Bien!

El enfermero me sentó en una silla de ruedas y me llevó con el doctor que me tenía en observación.

. . .

—Cada vez parece complicarse más. Sus pies están muy débiles y a este paso podría no volver a caminar nunca más —exclamó el doctor mientras me examinaba.

En el consultorio estaban mis papás también. Estaban bastante preocupados. 

El doctor se volvió a sentar en la silla de su escritorio y juntó las manos…

—Como les comenté en días atrás, todavía puede haber una posibilidad de que se recupere. Creo que la única opción es seguir el plan acordado.

Mi mamá se recostó al pecho de papá y empezó a llorar.

—Kaori… tiene que ser trasladada al extranjero para la operación —exclamó el doctor— La opción más viable es enviarla a Francia. El nivel de medicina de ese país es mucho más alto que el de aquí. Estoy seguro de que ellos sabrán cómo tratarla. Además, conozco a unos amigos que con mucho gusto están dispuestos a velar por ella durante su estadía allá. Son una pareja de doctores, amigos míos, sé que ellos la cuidarán bien.

» La posibilidad de que Kaori sobreviva a la operación aquí es de un 22%. Si fuera en Francia sería un 87%. Hay una gran diferencia entre ellos dos.

Mis padres se veían demasiado preocupados. No era para menos, que su hija los tuviera que dejar para ir a otro país sin saber si volvería o no era bastante difícil de manejar.

—Si tengo que ir a Francia con tal de curarme lo haré —dije tratando de mantenerme firme.

Mi voz y todo el cuerpo me temblaba.

«Ya lo sabía, lo sabía desde hace tiempo. Sabía que mi operación no podía ser en Japón y aun así… aun así… no le pude decir a Kousei que tendría que irme»

«Pensé que estaba lista para aceptar la realidad, pero no me quiero ir»

Aunque sentía que en cualquier momento podría caer mi corazón me gritaba que siguiera, porque aún tengo un motivo para vivir. 

Después de algunos días los trámites para mi ida estuvieron listos.

El 18 de febrero, el día de mi operación mis padres me llevaron hasta el aeropuerto donde me esperaba mi futura familia adoptiva. 

Me acerqué en la silla de ruedas a papá y lo abracé. Creo que nunca lo había visto llorar tanto como ese día. Mi mamá parecía desmallarse en cualquier momento.