9 Epílogo

834 73 47
                                    

Me encantan los cuentos con final feliz ^u^ (en varios sentidos, jajajajaja) ¡Llegamos a la última pregunta! Muchas gracias por haberme leído y jugado conmigo, ¡los adoro! Y espero que se hayan divertido tanto como yo, fufufu <3

6.En mi historia La princesa y la mendiga, al final, resulta que Meliodas era la legendaria "bestia alada" de la leyenda. ¿Cierto o falso?

VI. Esta última pregunta es un poquito más seria: su pudieran hablar con una persona querida que haya fallecido aprovechando la magia del día de brujas, ¿con quién sería? :'3 SI logran hacerme llorar se llevarán un premio muy especial :D

***

—Listo madre superiora, ya terminé de mandar todos los correos que me dijo.

—Muchas gracias Elizabeth. Ahora ven a sentarte con nosotros un rato. —La peliplateada sonrió mientras apagaba el rudimentario computador del convento, y acto seguido fue a sentarse al lado del sacerdote rubio frente al escritorio de la abadesa Merlín. Él le había estado ayudando a sacar cajas con las pertenencias de las novicias que se iban, y llevaba la camisa arremangada con un botón del cuello abierto. Estaba insoportablemente sexy, pero como estaba frente a la reverenda de su convento, la albina reprimió los deseos de besarlo y tomó asiento decorosamente.

—Le agradezco mucho que se tome la molestia de resumirnos la situación señorita Merlín. Parte de la historia ya la hemos oído o deducido, pero creo que lo mejor será si lo escuchamos de us...

—¡Madre!, ya termine de limpiar la entrada y la despensa, ¿qué más hago? —Interrumpiendo imprudentemente la historia que la pelinegra estaba por contar, llegó Howser con un delantal y cara de tener exceso de energía.

—Puede ayudarle al señor Ban y su prometida a cocinar. Creo que todos necesitan algo tonificante para el viaje de regreso a sus casas.

—¡Sí, madame! —El joven hiperactivo salió corriendo, y en cuanto desapareció de la vista, las tres personas reunidas se rieron disimuladamente.

—No me sorprendería que ahora quiera comenzar a trabajar aquí, madre.

—Casi que es lo mejor para él. Después de lo que pasó anoche, ha tenido sexo como para una vida entera. —Los tres se hubieran reído con ganas, pero la verdad el ambiente no estaba como para eso. La madre volvió a abrir los labios para empezar su narración, cuando la puerta se abrió de nuevo y dos personitas asomaron la cabeza con timidez.

—¡Hermano Zeldris!, ¡hermana Elaine!

—Llámenos por nuestro nombre de pila padre. Esto, si no es mucha molestia... ¿les parece bien que nosotros oigamos también ?

—Yo se lo contaré a Ban luego. —La madre se les quedó viendo severamente a los dos, y acto seguido sonrió.

—Me parece bien. Bueno... —dijo juntando las puntas de sus dedos—, supongo que todo esto comenzó con la reliquia. Hace muchos, muchos años, cuando este castillo se creó, un poderoso alquimista llamado Gowther se puso a experimentar con las fuerzas de la luz y la oscuridad en busca de una entrada al más allá. Trataba de recuperar a su amada que falleció, y quería invocarla con magia oscura, pero desafortunadamente, lo que logró fue llamar a un poderoso demonio de la lujuria, ese con el cual estuvimos combatiendo toda la noche —El silencio reinó un par de segundos entre los oyentes, y entonces la madre superiora continuó—. Afortunadamente él entendió lo que había hecho y, con la ayuda de la iglesia, logró crear un artefacto donde residía un poder contrario al del demonio.

—El poder del amor. —susurró Elizabeth mientras la de ojos ámbar le sonreía.

—Sí querida. Todo el amor que en verdad sintió por su amada, y el amor de las monjas por dios. Desafortunadamente él ya era demasiado mayor como para vencerlo completamente, pero el sello se mantuvo fuerte por cientos de años... hasta hace unos meses, cuando uno de sus descendientes vino a esta abadía para hacer investigaciones.

Las Monjas - Especial de Halloween 2020Where stories live. Discover now