Todo eso le conté Camila y me tomó como una Bad Girl, era como su villana en su cuento de princesas.

Ella igual me contó sobre su vida completa sin saltar ningún detalle, la típica vida que se le da a una niña rica, rodeadas de lujos, sus papás viajando y trabajando, etc..

Definitivamente tuve en mi vida más acción que Camila. Camila para ser una persona rica es una chica humilde y dulce, desde niña nunca le gustó los lujos siempre prefirió la sencillez según lo que ella me contó, ella es única.
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Camila me llamó, me dijo que la pasara a buscar y así hice, al llegar a casa de Dinah ella me invitó a pasar, me sentía un niña pequeña en presencia de las amigas de Camila, y más si sabían que ya éramos novias y me estaban felicitando, el sonrojo nunca abandonó mi cara, en éstos momentos era Camila que me tenía como una bebé, siempre que decían algo y me sonrojaba ella besaba mis mejillas de color rojo y yo me abrazaba a su cuello.

Rato después nos fuimos, en el camino Camila tocó el tema que más me preocupaba.

-Lauren amor, quiero que hablemos con mis padres, ya es hora-

Me puse nerviosa en mi lugar.

-Camila, eso sería arriesgado-

-No, no lo será, ellos tendrán que respetar mi relación, ya soy una mujer, tú solo debes mostrarte confiada-

Suspiré mirando el camino, tenía que hacerlo por mi, por Camila y por la relación, pero lo que me pone tan nerviosa y tensa es la reacción de los padres de Camila.

-Calma Lauren, todo saldrá bien- acarició mi mano.

-Está bien, lo haremos. Cuando será eso?- pregunté ya más tranquila.

-Desde que lleguemos..-

Frené de golpe, abrí mis ojos como platos, y la tranquilidad que sentía hace segundos se esfumó y en cambio volvió el nerviosismo ahora más fuerte. Sentía que todo me daba vueltas, yo no estaba preparada.

-Camila no, nonono- dije negando con la cabeza.

-Relájate bebé- dijo desabrochando su cinturón y subiéndose encima de mi.

Eché el asiento para atrás para estar más cómoda, Camila me susurraba que me relajara, mientras ella con sus manos acariciaba mi nuca, mi cuello y hombros. Besó mis labios de manera suave, estaba haciendo efecto su táctica, me estaba relajando y poniéndome dura.

Camila besó mi cuello, pasó su lengua y hasta mordió la piel sensible de mi cuello, solté un gemido con los ojos cerrados, me estaba dejando llevar por esta sensual mujer. Llevé mis manos a su espalda baja, quería hacer algo más pero no se podía.

Media hora después estábamos en su casa, ella me dijo que la esperara en la cocina mientras ella iba por sus padres.

En lo que ella iba por sus padres tomé mucho valor, analicé la situación, me miré para ver si estaba presentable, pero obvio que lo estaba, tenía el traje de trabajo. Camila fue por mi a la cocina.

-Mis padres nos están esperando en el despacho- Ella se veía emocionada y yo me veía muy nerviosa.

Al llegar ellos estaban platicando y al notar nuestra presencia voltearon a vernos. Sus miradas eran curiosas, también noté la presencia de Sofía.

Bien, era la familia completa aunque la niña no era la que me ponía nerviosa.

-A que se debe esta reunión Camila?- dijo Alejandro con tranquilidad.

-Pues Lauren y yo tenemos algo que decirles- Ella sonrió y yo solté una risita nerviosa deseando que me tragara la tierra.

Al reír todos me mirando y Camila me dió una mirada alentadora, mi silencio era un poco incómodo, mis ojos se movían por toda la habitación, evitaba mirar a todos en esa habitación, hasta que finalmente miré a Camila y le rogué que hablara primero.

-Papá, mamá. Sé que ésto es sorpresivo para ustedes créanme que también lo fue para mi- Ella tomó aire y continuó, -Lauren y yo nos enamoramos, y una cosa llevó a la otra y somos novias, no sé cómo darles una explicación detallada de cómo se dieron las cosas, todo fue inesperado y todo fluyó solo- Camila dijo sin titubear.

Yo cerré los ojos, quería desaparecer, me sentí cobarde y no tenía fuerzas ni para hablar, los padres de Camila estaban sorprendidos, no decían nada, hubo silencio en la habitación durante 2 minutos, nadie dijo nada.

-Camila pero... y Austin?- dijo el padre de Camila con sorpresa.

-El no me gusta papá, nunca me gustó y perdón si las cosas no salieron como lo planeaste- dijo Camila.

-Lauren cuida mucho a mi hermana- dijo Sofía.

Giré mi cabeza a donde estaba Sofía sonriéndome, me dió ternura y quitó levemente mi nerviosismo, Camila la abrazó y sus padres seguían procesando todo.

-Yo... esto me ha sorprendido bastante, y no sé exactamente cómo reaccionar. Pero me alegro por Camila y por ti también, solo quiero una buena persona para mi niña Camila sin importar quien sea y tú eres esa buena persona. Cuida a Camila Lauren- dijo la madre de Camila, colocó una mano en mi hombro y me sonrió.

Camila lloró de felicidad y la abracé, la abracé en presencia de sus padres y me sentía libre, y ahora si tomé el valor.

-La cuidaré, lo prometo. Amo a su hija y lo daría todo por ella y prometo hacerla feliz, no pensé enamorarme de ella, ella me gustó desde que la vi y traté muchas veces de negarlo pero al final no pude hacerlo más y simplemente me dejé llevar del corazón- dije con Camila en mis brazos y mirando a su madre y a su padre.

-Y Sofía, claro que cuidaré a tu hermana y a ti también- terminé mi discurso, no fue algo grande pero sí sincero.

Hubo otro rato más de silencio, la madre de Camila me había aceptado, también su hermana, pero Alejandro estaba mudo.

-Déjenme solo- dijo con seriedad.

Todos obedecimos y lo dejamos solo, ahora si me puse tensa, no sabía que pasaría.

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Amor Inesperado Where stories live. Discover now