Danger. <Adaptada> Larry Stylinson.

Capítulo XXIV

“You really care about him, don’t you?” – “Realmente te preocupas por él, ¿verdad?”

Harry POV

¿Está loco este?

¿Cómo diablos puede él acabar de entrar en el coche de un extraño de mierda?

¿Es estúpido?

Mi deducción es que sí lo es.

Empecé a caminar por la plaza de estacionamiento, tratando de mantenerme en mi sano juicio, antes de que perdiera los papeles oficialmente. Si pensabas que los perdí antes, todavía no has visto la forma en la que estoy ahora.

Estoy tan cerca de asesinar a alguien solo por el placer de hacerlo, gracias a todo este estrés que se esté construyendo en mi interior.

¿Dónde diablos estaba Kayla cuando la necesitabas?

Concéntrate Harry, concéntrate. Me regañé mentalmente mientras frotaba la base de mi cuello.

Él ni siquiera sabía quién era. Quiero decir, si lo supiera, se hubiera metido en el coche nada más verlo pero él se quedó parado como unos cinco minutos. Demonios, incluso si él lo conociera, no debería de haberse ido corriendo así.

El tipo tiene que haberle dicho algo…

Quiero decir, no hay otra explicación de porque él acaba de huir con un desconocido.

Maldita sea. ¿Cómo de descuidado podría ser?

Le di una patada al neumático de un coche que no me pertenecía, mientras interiormente gemía. Probablemente parecía un psicópata mental, pero en este momento no me importaba una verdadera mierda. Louis se fue en un coche con alguien a quien yo no conocía.

El coche ni siquiera me era familiar y no podía ver nada debido a las ventanas tintadas.

Oh, mierda.

Maldije mi vida al máximo cuando comencé a caminar hacia el lugar donde estaba estacionado mi coche. No había manera de que yo lo dejara subir a un coche de algún extraño y no corriera tras él.

Sería un tonto si no lo hiciera.

Una vez que encontré mi Range Rover, abrí la puerta, me metí dentro e inmediatamente lo encendí.

Algo dentro de mí me dijo que Louis no estaba en buenas manos y no iba a esperar para ver qué pasaba.

Lo voy a encontrar. Aunque sea lo último que haga.

Tirando de la llave a la ranura, dejé la zona de aparcamiento y me dirigí por la calle en la misma dirección en la que el coche en el que Louis se metió, se fue.

No fue hasta que llegué al final de la calle, cuando me di cuenta de que exactamente no vi por donde se había ido ese maldito coche.

Lancé una cadena de malas palabras en tono profundo, hice una rápida vuelta en ‘U’ y comencé a conducir de vuelta a mi casa.

Excediendo el límite de velocidad, recé para que los policías no estuvieran por allí para detenerme porque no tenía tiempo para ellos en este momento.

Al darme cuenta de que sería inteligente llamar a los chicos para hacerles saber que estaba conduciendo hasta casa y para que estuvieran preparados, deslicé mi BlackBerry por el bolsillo de mis jeans. Marqué el número, apreté el teléfono a mi oído mientras volvía hacia otra calle.

“¿Hola?” La voz ronca de Justin se filtró a través del altavoz del teléfono.

“Hey man, escucha. Necesito que tu y los chicos consigan el equipo conjunto. Tenemos que seguir a algo, o mejor dicho a alguien.” Me volvía a otra esquina.