El vampiro Omega del general

Capítulo 38: Elogiarte a ti mismo

Uno, dos, tres, cuatro, pensó.

Olvídalo. Cuente hasta ochocientos.

No no no. Quinientos bastarán.

Ocho, nueve, once, trece ...

Como resultado, después de omitir números y contar hasta doscientos, la puerta de la barra se abrió y Chu Feng salió.

Luo ZhouZhou estaba tan aliviado que dejó de contar y lo miró conteniendo el aliento.

Chu Feng se volvió en dirección al auto y le hizo un gesto para que se acercara, por lo que rápidamente agarró su mochila y salió del auto, corriendo hacia él.

Cuando llegó allí, se dio cuenta de que un hombre regordete de mediana edad seguía a Chu Feng.

"Este es el propietario de Lin WenCai, nos llevará a su apartamento". Chu Feng le explicó a Luo ZhouZhou.

"Okey." Después de dar dos pasos, Luo ZhouZhou preguntó en un tono deliberadamente descuidado: "¿Dónde está el camarero? ¿No te va a seguir?

Chu Feng estaba a punto de responder casualmente cuando vio a Luo ZhouZhou mirándolo con los ojos muy abiertos, su agarre en la correa de su mochila un poco apretado. Claramente, estaba muy preocupado por esta pregunta.

"Oh, ese camarero ..." Los ojos de Chu Feng se desvanecieron, mirando a la distancia, una sonrisa de recuerdo apareció en su rostro.

La expresión de Luo ZhouZhou se hundió y se detuvo en seco.

"Le di una pequeña propina y me contó toda la información sobre todos los clientes y compañeros. Me dijo más que a los oficiales investigadores ". Chu Feng instantáneamente contuvo todas sus expresiones y dijo seriamente: "Voy a buscar a su jefe para presentar una queja en su contra más tarde".

Luo ZhouZhou inmediatamente caminó a su lado y puso su mano en su palma.

Chu Feng naturalmente tomó su mano y lo llevó hacia adelante.

La ciudad de Ping'an estaba en una zona industrial pesada, y las calles estaban en gran parte desprovistas de Omegas, llenas principalmente de Betas o Alphas. Era el fin de semana, y estaban reunidos alrededor de una mesa de billar en la calle, mascando chicle y midiendo a Luo ZhouZhou.

Cuando Luo ZhouZhou los miró, se rieron y silbaron.

Chu Feng se detuvo en seco y miró la mesa de billar con una mirada fría.

El grupo de personas sintió la presión de un Alfa superior, por lo que rápidamente retiraron los ojos y se pusieron erguidos, sin siquiera atreverse a hacer un sonido. El propietario estaba un poco gordito, por lo que no podía dejar de jadear después de unos pocos pasos, pero le contó todo sobre Lin WenCai a Chu Feng en detalle en el camino, estando muy atento.

"Lin WenCai no hablaba mucho y no trataba con la gente, y se veía muy triste. Cada vez que cobraba el alquiler, él abría la puerta un poco y repartía el dinero. Si tenía amigos y conocidos, nunca los había visto antes ". El casero se secó el sudor de la frente.

Después de cruzar dos callejones, se detuvo frente a una casa de dos pisos y dijo: "Aquí estamos, esto es".

La planta baja del edificio era un pequeño supermercado, mientras que el segundo piso era una casa de alquiler, con escaleras empotradas en la pared exterior. El propietario subió las escaleras, seguido de Luo ZhouZhou y Chu Feng.

En el segundo piso, había un pasillo vacío, con cuatro habitaciones a cada lado, todas con puertas cerradas.

"Solo Lin WenCai trabajaba en el bar y los demás inquilinos trabajan todos en la misma fábrica. La fábrica ha estado de vacaciones durante unos días y todos están de regreso en Bayard ", le explicó el propietario a Chu Feng.