Cuando colgué, me puse a adornar la mesa con unos pétalos y unas velas que encontré también en la tienda.
Me asomé al horno y vi que la pizza ya estaba, así que la saqué y la puse en un plato.
Metí la masa del brownie en el horno y en ese momento la puerta se abrió.
-Mmm... que bien huele, ¿me estás cocinando ,ojitos?- dijo acercándose.
-Hago lo que puedo- dije encogiéndome de hombros.
-Tienes harina en la nariz- dijo limpiándome con un dedo- estás muy mona así.
-¿Estoy mona echa un desastre?- me reí.
-Estás mona siempre, ojitos.
Sonreí.
-Oye, ¿es normal que el horno esté echando humo?- dijo mirando detrás mía serio.
-¿QUÉEE?- me di la vuelta para mirar y adivinad; se había quedado conmigo.
El muy cabrón se estaba descojonando.
-No tiene gracia- dije cruzándome de brazos mirándolo.
-Si que la tiene.
-¿Por qué no vas a sentarte y me dejas tranquila? Voy a preparar la pizza.
En realidad no tenía que preparar nada, pero me había puesto nerviosa.
-Vale- contestó saliendo de la cocina.
Cambié la pizza de plato -por hacer algo- y la lleve a la mesa.
Volví a la cocina para sacar el brownie, lo puse en otro plato y también lo lleve a la mesa.
Me senté a su lado en el sofá y vi como miraba la pizza sonriendo.
-¿Esto lo has hecho tú solita?
-Si- Bueno, más o menos.
Se cortó un trozo y empezó a comer.
Yo estaba esperando su opinión mientras el se terminaba su trozo.
-¿Y bien?- pregunté nerviosa.
-Es la mejor pizza que me he comido en la vida ojitos- dijo dándome un beso corto.
Solté todo el aire que sin darme cuenta estaba aguantando y empecé a comer con el.
La pizza nos la comimos entera y fue el, el que corto el brownie y una vez más espere su opinión.
-Esta muy bueno, puedes estar tranquila, no voy a vomitarlo.
-Que romántico eres.
Cuando terminamos de comer, recogimos juntos. Mientras que yo lavaba el secaba y guardaba en el armario.
Al final entré una cosa y otra acabamos mojándonos con el agua del grifo.
-¿Puedes parar de mojarme? Me has puesto chorreando- dije tocándome la camiseta, SU CAMISETA.
-Creo que nunca podré parar de mojarte- dijo cogiéndome de la cintura.
-Pervertido- susurré en sus labios.
-Te encanta- dijo poniendo sus manos en mi culo.
-Aja- asentí.
De un impulso me levantó y me sentó en la encimera.
Me abrió las piernas para ponerse en medio mientras me besaba y me quitaba la camiseta- que era lo único que llevaba aparte de las bragas-.
Le desabroché los pantalones mientras el se quitaba la camiseta.
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Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)
Roman pour AdolescentsAliyana acaba de cumplir sus dieciocho años, y desde que era pequeña, su sueño siempre fue irse a estudiar la carrera que siempre quiso a una de sus ciudades favoritas. Ella nunca se ha separado de su familia y mucho menos de su madre, por lo tanto...
Una pizza en forma de corazón, un brownie y un te quiero.
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