Un pequeño percance.

30.2K 1.8K 2.1K
                                    

Capítulo 3:

Aly.

Ya llevaba en Londres una semana y media y he de decir que cada día me gustaba un poco más eso de vivir "sola".

Amber y Sebastian pasaban la mayor parte del tiempo conmigo, pero como toda pareja también pasaban tiempo solos y lo entendía.
Todavía no conocía a mucha más gente aparte de ellos dos y su grupo de amigos con los que habíamos compartido más tiempo últimamente.

Me llevaba muy bien con Amber.

También me llevaba muy bien con los chicos, Scott y Tyler. Con ellos era imposible no reírte a cada rato.

Con el que menos había hablado- por no decir que no hablaba con el -era con Aiden. Por lo que había podido comprobar, siempre iba a su bola. Pasaba tiempo con nosotros pero no mucho, siempre acababa yéndose a algún sitio.

Al principio pensaba que no le caía bien y que por eso siempre se iba o me ignoraba, ya que hablaba con todos menos conmigo, pero Sebastian me dijo que no era yo y que el era así-osa que no entendí-.

La clases empezaron el lunes. El primer día fueron las típicas presentaciones de profesores y alumnos nuevos- lo que me incluía a mi -. Solo llevaba cuatro días de clases y ya tenía trabajo que hacer.

Mi madre y yo hablábamos cada día y me iba informando de cómo iban las cosas por casa. La echaba de menos, cada día que pasaba más, pero poco a poco me iba acostumbrando gracias al apoyo de Sebastian y Amber.

Ahora mismo estaba sola en la habitación, terminado el trabajo que nos mandaron hace dos días.
Me gustaba la carrera que había elegido, lo tenía claro desde que antes de terminar el instituto.

Cuando termine fui a darme una ducha- odiaba los baños compartidos -abrí el armario con una mano mientras que con la otra sostenía la toalla, me agaché para coger un pijama y escuché que la puerta se abría.

-Amber cierra la...- me quede callada cuando me di al vuelta y vi a la persona que había entrado como el que entra por su casa.

Apreté más la toalla a mi cuerpo.

-¡¿Qué haces tú aquí?!- dije elevando el tono de voz -¿Y por qué tienes una llave de mi habitación?

-Por que es la habitación de la novia de mi mejor amigo, por eso la tengo- contesto Aiden tan tranquilo.

No me lo podía creer.

-Muy bien, pues sal. No te he dado permiso para estar aquí.

-No lo necesito- lo vi sentándose en una de las camas, la mia.

-Aiden, estoy en toalla.

-Ya, ¿Crees que estoy ciego?

¿Me estaba vacilando?

Si, querida.

-Tengo que vestirme- dije mientras mi paciencia se agotaba.

-¿Quien te lo impide?

-Tu presencia.

-Pues que pena- contestó con ironía.

¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Había quedado con Amber? ¿No tenía nada mejor que hacer que molestarme?

-Enserio Aiden, tengo que vestirme- volví a decirle.

Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)Where stories live. Discover now