Un descanso merecido

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Para Mikasa era raro estar quieta por lo regular estaba realizando labores del hogar y desde que se enlistó al ejército entrenando, a pesar de su habilidad natural y de sus reconocimientos como la mejor de su generación la vida militar no era lo suyo, ella en el fondo no quería estar luchando solo quería una vida tranquila pero el castaño ojos verdes había querido ingresar y ella también ingresó para estar cerca de él a pesar de sus reproches.
Ahora su novio iba cada mañana por ella para ir a desayunar la cuidaba hasta que se hacía hora de los experimentos para dominar su forma titán por la tarde iba por ella para comer junto con Armin y sus amigos y en las noches después de cenar también con sus amigos se iban a platicar y duraban horas, no siempre hablando algunas veces se abrazaban y acurrucaban, otras veces era una sesión de besos y algunas más solo caricias, el deseo entre ambos era evidente, pues la belleza de Mikasa le había traído la atención y la admiración de muchos aunque ella solo le pertenecía a uno.
El su escuadrón todos estaban felices por ellos y el capitán Levi procuró que ambos tuvieran el mismo día libre pues sabía que de no ser así mikasa le provocaría muchos problemas y dolores de cabeza.
Las semanas fueron pasando y antes de darse cuenta Mikasa ya estaba recuperada aunque desde antes ya había comenzado a ejercitarse aunque eren le insistía que esperara. Ahora que estaba más repuesta Eren la invito a un día de campo solo ellos 2 donde pasaron la tarde comiendo y riendo recordando anécdotas de su infancia, aunque cuando salía el tema delicado de sus padres los de Eren, los titanes o la muralla ambos se entristecían pero ahora ambos estaban juntos para la felicidad de Mikasa que lo había deseado con todo su ser y mientras Eren estaba recostado en sus lindas piernas ella acariciaba su cabello y lo besaba.
La relación fue muy provechosa pues ambos se mostraban felices y pronto hubo mejoras en el ámbito profesional los experimentos con Eren en forma de titán comenzaron a rendir frutos y si algo salía mal no importaba que estuviera haciendo Mikasa aparecía para ayudar a su amado.
La labor de Mikasa no cambió en absoluto aunque los motivos que antes de todos modos eran claros ahora eran oficiales y sabidos por todo el escuadrón de Levi.
Varias veces por semana se reunían con sus amigos sobre todo con Armin y planeaban estrategias en caso de que una situación como las anteriores se presentara de nuevo Mikasa era consciente y se preocupaba a menudo, aunque ese tiempo alejada de problemas y viviendo en el campo con el cariño constante de su novio y sus amigos cambiaron rápidamente su semblante recordando los días de su infancia cuando vivía con sus padres antes de que nada pasara y ella era una feliz niña de campo que jugaba y saltaba a su antojo mientras ayudaba con las labores del hogar.
En ocasiones Eren y Armin salían a pescar o cazar junto con los otros miembros masculinos del escuadrón y Mikasa se quedaba con las chicas cortando leña o haciendo labores de limpieza, las cuales terminaban rápido y podían jugar o platicar mientras tejían.
En los días libres que no podían ir a la ciudad de paseo mikasa le preparaba a Eren las recetas que cocinaba la señora Jaeger y que mikasa tuvo el cuidado de comenzar a aprender desde el primer día que llegó a esa casa, siempre se ponía nerviosa cuando Eren las probaba pero eso era infundado pues su habilidad y destreza no solo destacaban en el campo de batalla sino en la cocina y al parecer todo lo que intentara.
Estaba segura que sería la esposa perfecta y que llegado el momento tendrían una familia envidiable y feliz.

Eren y mikasa la historia que debió haber sidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora