Capítulo 6 - Entrenamientos
Mi impaciencia por comenzar los entrenamientos había crecido a lo largo de la noche y me había costado dormir, no podía parar de preguntarme que sería lo que tenía que hacer. Pero a pesar de no haber dormido mucho desperté muy animada, no sabía qué hora era esperaba que no demasiado tarde así que me di prisa en examinar la ropa que Alexandra me había regalado y escogí un top y unos leggins de deporte. La verdad es que los vampiros se sienten cómodos y ligeros con casi cualquier prenda de vestir, pero mi mente todavía pensaba algunas cosas de forma humana.
Salí al salón y descubrí que era demasiado pronto ya que el tío Alfonso había vuelto todavía y Alexandra continuaba durmiendo.
No sabía qué hacer para matar el tiempo y aunque tenía hambre no me atrevía a preparar sola el desayuno. Ahora que era vampira la sangre sabía bien pero no podía imaginarme preparando un plato de sangre, la idea me repugnaba.
No tenía nada con que entretenerme, no había televisión, ni radio, ni periódico, nada que me conectara además con el mundo exterior. Solo había libros y libros en una estantería y todos hablaban sobre los vampiros. Miré el libro de los objetos que eran mágicos y peligrosos que Alexandra me había enseñado la noche anterior, no quería cogerlo sabiendo que al tío Alfonso no le gustaba pero decidí coger el de al lado en el que leí lo siguiente:
“Comunicarse con la mente:
Efectivamente hay vampiros capaces de comunicarse mentalmente. Esta cualidad se debe a un desarrollo mental mucho más avanzado que el estándar (manipular la mente de los humanos) además, muchas veces la comunicación mental en un nivel mucho más avanzado podrá ayudar a manipular la mente de otros vampiros, cosa que solo se puede lograr con objetos especiales.”
Automáticamente recordé el otro libro, en el que se mostraban ilustraciones de esos objetos que según decía estaban perdidos por el mundo y podían dar un peligroso poder a quién los utilizara. Seguí leyendo:
“El desarrollo de la comunicación mental:
Se ocasionará en el vampiro de forma inconsciente y la duración del proceso será distinta en cada vampiro debido a su rutina, forma de pensar y otros factores desconocidos.
Una vez haya acabado el proceso el vampiro utilizará por primera vez su comunicación mental en una situación que este considere de urgencia y la utilizará con una persona que haya vivido o estado cerca de la situación de la que espere ayuda.
A pesar de que el proceso sea distinto en cada vampiro se ha demostrado que se necesita al menos un año de vida vampírica para desarrollar la comunicación mental, es muy inusual que pase con vampiros más jóvenes aunque no se ha descartado la posibilidad de…”
En ese momento escuche pasos muy cercanos a la puerta de la cabaña, seguro que era el tío Alfonso. Como parecían que los dos libros estaban conectados y no quería que se enfadara lo guardé rápidamente en el mismo sitio que estaba antes y cogí otro para disimular. El tío Alfonso entró entonces.
–¡Buenos días Lucia! –Saludó –has madrugado hoy.
–Sí, son las ganas de empezar los entrenamientos –sonreí.
Poco después el tiempo se aceleró, Alexandra se levantó y desayunamos. Lo recogimos todo deprisa, sobre todo yo que me moría de ganas por salir al bosque, y el momento llegó al fin.
–¿Preparada? –preguntó Alexandra.
–¡Sí! –dije sonriente.
–Bien, pues no esperemos más.
