Luego de los hechos ocurridos en la lucha contra Lucifer, los hermanos Winchester quedaron devastados por la muerte de Castiel y la desaparición de su madre, ahora deberán cuidar y entrenar al hijo de Lucifer y Kelly Kline para que no se convierta e...
John Winchester se encontraba cazando un fantasma en Dallas, Texas. Sus dos únicos hijos Sam y Dean se habian quedado con el pastor Jim, Dean y Sam renegaron y pelearon, pero al final la palabra de John era la que valía.
John acabó con el fantasma y salvó a la chica que era unos 15 años menor que él, pero quedó gravemente herido. En agradecimiento, la chica que se presentó como Sarah Kline-Millen, curó a John, pero la excitación les ganó haciendo así que comenzara una noche de pasión.
John tuvo que irse dos días después, pues aunque no lo admitiera extrañaba a sus hijos.
Casi dos meses después de aquella noche de pasión, John recibió una llamada mientras estaba en el paradero de Ellen y su esposo Bill.
-¿John?- -¿Sarah, estás bien?- -John tengo algo que decirte...- -Habla ya mujer- exigió el patriarca Winchester. -John... Estoy embarazada, y las fechas cuadran exactamente con el mismo tiempo en que tu y yo estuvimos juntos...- le informó Sarah, John quedó asombrado. -Llego en dos días- le dijo.
Siete meses después, John se encontraba el 2 de agosto de 2002 visitando a Sarah, obviamente, sin sus hijos, pues Sam se habia ido a Palo Alto a estudiar en la universidad, a John le dolía cada vez que recordaba como habia tratado a su hijo, pero no lo admitía, así como tampoco admitia que estaba completamente orgulloso.
Ambos estaban en la sala viendo televisión, abrazados.
-Mis hijos... Ellos no saben sobre ti... Te pido que respetes mi decisión... Odiaría que mis hijos pensaran que le falle a la memoria de su madre- -John, si no haz querido que conozca a tus hijos, tus razones tendrás. Y lo respeto. Yo... Ah... ¡Ah!- -¿Sarah?- -El bebé ya viene... Ya viene- informó en medio de las contracciones.
John la llevó al hospital, donde luego de unas horas, exactamente a las 11:58 de la noche, nació una hermosa y sana bebé castaña con unos preciosos ojos verdes esmeralda.
-Felicidades señor Winchester, es una niña- -¿Cómo la llamaremos?- le preguntó Sarah a John quien tenia a la pequeña entre sus brazos. -Brooklyn... Brooklyn Deanna Winchester- -¿Deanna, en honor a tus hijo Dean?- -Así es...- -Me encanta- sonrió Sarah.
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Casi cuatro años pasaron desde ese momento, John visitaba a su hija tres o cuatro veces al año, pero nunca faltaba a su cumpleaños, el día en que ella lo hizo padre de una hermosa niña que le recordaba demasiado a sus hijos.
Era de noche, John estaba dándole las buenas noches a su hija, y de paso despidiéndose, pues ya debia irse.
-Papi volverá pronto cariño, pero debes ser valiente y cuidar a mamá por mi- le dijo John a su hija de casi 4 años. -Prometo papi- le contesto la pequeña. -Ven y dame un abrazo, pequeña- John abrazó a su hija si ganas de soltarla, pero luego la puso en su cama y le dio un beso. -Cariño, si alguna vez no vuelvo y a mamá le pasa algo... Tus hermanos vendrán por ti, se llaman Sam y Dean- le dijo, John le dejo junto a la mesita de noche una foto de el y sus hijos mayores, detrás había un número de teléfono perteneciente a uno de sus viejos celulares que Dean siempre tenia. John le dio un ultimo beso y se fue.
