Gea: por siempre el deseo del Alfa Eros. [Aeterna 1]

18.

-¿Agradecerle? -Se carcajeo -Debes estar jugando conmigo. -Tal vez Gea no sabía, pero Gray si, era el enojo quien hablaba, la bestia que había dentro de él. -Ella es un estorbo. -Gea jadeo sorprendida.

-Yo te acepto como mi alma. -Susurro Isa dándose la atención de todos, no fue hasta ese momento que Xel entro en razón, mirando a Gea con arrepentimiento.

-Me iré...-La voz de ella sonó bajito, para ese momento algunas lágrimas rebeldes habían salido de sus ojos haciéndola ver frágil, lo que era.

-Hablemos Gea, por favor -La chica le dio la espalda. Xel ni siquiera pensaba en las palabras que habían salido de los labios de su alma, su atención estaba centrada en Gea, en pedir perdón. Sus pies se movieron tocando su brazo, pero la reacción de ella impactó a todos allí.

-¡No me toques! -Se zafo de su agarre mirándolo mal. -Esto, tu y yo, se acabó. -Dijo señalando el cuerpo de ella y de él.

-No, tú no puedes hacer eso... yo te pertenezco a ti Gea. Eres mi familia. -Las pupilas de él se dilataron en esa ocasión.

-Terminamos. -Gray e Isa miraban todo atentamente, ninguno hablaba, ambos sabían que no debían meterse en aquel problema, simplemente no se debían meter.

La mirada de Xel se oscureció, sentía un gran dolor en su pecho al igual que ella, el lazo entre salvador y salvado se estaba rompiendo, pero no del todo. Gea salió de la casa sin siquiera mirar atrás, sus palabras la habían herido. Si esas palabras habían salido cuando estaba enojado no se imaginaba las cosas que tenía para decirles.

...

Estaba sobre la cama sentada, sus piernas estaban dobladas y su mentón estaba apoyada en ellas, ya era tarde y esperaba por Eros. Era un rey ahora o algo parecido, ya que no debía mudarse, pero si tomar decisiones. Sus ojos estaban abordados por lágrimas y sentía no poder tener a nadie en ese momento, extrañaba tanto a su hermano, extrañaba a su familia, extrañaba a lo que era antes. Deseaba poder borrar el querer irse y hacerlo.

Sus pies se movieron a la puerta abriendo esta, vio a Clarisse a punto de tocarla. Hubo sorpresa ante aquello y por ello seco sus lágrimas rápidamente.

-¿Está todo bien? -pregunto Risse en tono bajo, Gea la miro negando. -¿Estas completamente segura? -Los ojos de la humana fueron a su antigua amiga fijamente, sus miradas conectaron y Risse supo en ese momento que había algo mal, muy mal. -Te conozco, Gea Luna.

-Yo...-Trato de decir esta, pero su voz la traiciono, lloro, ahí de pie, frente a la puerta. Clarisse se acercó a ella tomándola en sus brazos mientras que Gea lloraba, se desahogaba y dejaba salir todo el dolor y lo contenido -Lo lamento tanto, tanto, tanto -Hipo. Le dolía hasta el alma en ese momento y Risse no pudo evitar conmoverse. También lo lamentaba.

-Dime que sucede-La voz de ella salió baja y Gea si quiera lo pensó. No dudo si quiera en contar lo que pasaba, se lo dijo aun entre sus brazos. Lo que habi pasado había salido de sus labios mientras que Ri escuchaba con atención, no le reclamaba nada, solo escuchaba.

El tiempo había pasado rápido y para ese momento estaban sentadas en la cama frente a frente.

-¿Cómo se conocieron? -Pregunto al fin la hermana del alfa, era algo que muchos querían saber y que Gea estaba dispuesta a responder ya.

-Fue hace unos años -Carraspeo -Había salido a altas horas de la noche, estaba agotada. Tu y yo éramos amigas en ese entonces, pero no estabas en la manada, estabas fuera. -Risse asentía con cada cosa que decía, prestándole toda su atención.

-Por favor continua.

-Había entrado al bosque y había escuchado persecución, tenía mucho miedo del solo pensar que me encontrarían, ya que, como sabes soy humana y fácilmente podía ser la cena de algún vampiro, cazada por un lobo o alguna cosa rara. -Ambas se carcajearon en las últimas palabras-Salí de mi escondite decidida a volver a casa, pero lo vi, estaba tendido ahí con una estaca en su pecho, a punto de morir. La sangre en sus labios se veía por la luz de la luna y sus ojos estaban a punto de cerrarse hasta que los míos chocaron con los suyos.

-Al grano, me estas poniendo nerviosa. -Gea asintió mirando a Risse con cautela. -También tengo cosas que contarte. Vamos.

-Para ese momento ya me había acercado a su cuerpo, había manera de salarlo, podía beber de mi mientras yo arrancaba la estaca. Él me dijo que lo pensara bien, que podía arrepentirme después. Yo negué, y accedí a hacerlo. Hay una extraña leyenda y pues bueno, ya sabes lo demás ¿no? -Risse negó. -Cuando un humano salva la vida de un vampiro este lo sigue por siempre. Si el humano muere el vampiro también, pero en cambio si el vampiro lo hace el humano siente un gran vacío en el, como si le quitaran la vida entera. Por eso somos así, solo somos amigos, yo... lamento haberme besado con él, solo siguió sus instintos para cuidarme.

-Lo entiendo, en estos días me he dado cuenta que tal vez él no era mi mate, solo fue momentáneo... además siempre estuve en el medio de ustedes.

-No digas eso, el si te quería. -Gea paso sus manos por uno de los brazos de ella sonriéndole.

-Muy bien dijiste, me quería... Gea, eres tan ingenua que no te das cuenta que Xel solo se desvive por ti y no, no me digas que es por la leyenda. Hay algo mas y lo sabes. También lo sientes.

Los días después de aquella conversación fueron aburridos, paso exactamente una semana en la que Eros no llegaba a su casa, en la que Quinn iba todos los días preguntando por él, en la que Gray iba a preguntar si estaba bien, en la que Risse estaba con ella, en la que Xel intentaba hablar.

Una semana en la que estaba sola, pero sentía algo extraño esos días, en los que sintió que algo pasaría, una semana en la que llegó una chica morena muy parecida a Isa.

...

Gracias por leer, ¿vieron el titulo? 🥰

Declaración uno. Este libro es el primero de una trilogía... el nombre del segundo es:

Xia: por siempre eterna de Nael.

Declaración dos. Renové la descripción y contiene pistas.

bai