Halloween

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PARTE EDITADA ✔  

A la mañana siguiente, Hermione no estaba de buen humor y por poco arrastra a sus compañeras de la cama. Sin embargo, cuando Parvati y Lavender salieron de la habitación, les contó acerca de la noche anterior.

—¿Un perro de tres cabezas en Hogwarts?

—¿Había una trampilla? ¿Qué crees que oculten allí?

—¿Cómo escaparon de Filch?

—¿Por eso estabas de tan mal humor anoche?

Hermione no parecía para nada interesada en volver a cruzarse con el monstruo, ni en saber que había debajo de la trampilla. Cuando llegaron al Gran Comedor, se sentó lo más lejos posible de Harry y Ron.

—Interesante aventura —comentó Lyra a los chicos, mientras evaluaba que comería primero.

—¿En serio creíste que Malfoy aparecería? —le preguntó Charlie a Harry en tono de reproche.

—No es mi culpa que...

—Sí, si lo es.

Malfoy no podía creer lo que veían sus ojos, cuando vio que Harry y Ron todavía estaban en Hogwarts, con aspecto cansado pero muy alegres. 

Harry y Ron comentaron que el encuentro con el perro de tres cabezas había sido una excelente aventura, y ya estaban preparados para tener otra.

Mientras tanto, Harry puso a corriente a Ron y Petra del paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts, y pasaron largo rato preguntándose qué podía ser aquello para necesitar una protección así.

—Es algo muy valioso, o muy peligroso —dijo Ron.

—O las dos cosas —opinó Harry.

Pero como lo único que sabían con seguridad del misterioso objeto era que tenía unos cinco centímetros de largo, no tenían muchas posibilidades de adivinarlo sin otras pistas.

Neville tampoco demostró el menor interés en lo que había debajo del perro y la trampilla. Lo único que le importaba era no volver a acercarse nunca más al animal. Hermione se negaba a hablar con Harry y Ron, pero como era una sabihonda mandona, los chicos lo consideraron como un premio. Lo que todos realmente deseaban en aquel momento era poder vengarse de Malfoy y, para su gran satisfacción, la posibilidad llegó una semana más tarde, por correo.

Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre, la atención de todos se fijó de inmediato en dos paquetes largos y delgados, cada uno era llevado por seis lechuzas blancas. Harry y Charlie estaba tan interesados como los demás en ver qué contenía, y se sorprendieron mucho cuando las lechuzas bajaron y dejaron un paquete frente a cada uno. Se estaban alejando, cuando otra lechuza dejó caer una carta sobre los paquetes.

Harry abrió el sobre para leer primero la carta y fue una suerte, porque decía:

NO ABRAN LOS PAQUETES EN LA MESA
Contienen sus Nimbus 2.000, pero no quiero que todos sepan que se les permitieron las escobas, porque también querrán una. Oliver Wood los esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para su primera sesión de entrenamiento.
Profesora McGonagall

Ambos tuvieron dificultades para ocultar su alegría, mientras le alcanzaban la nota a Ron.

—¡Nimbus 2.000! —gimió Ron con envidia—. Yo nunca toqué ninguna.

Salieron rápidamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase, pero a mitad de camino se encontraron con Crabbe y Goyle, que les cerraban el camino. Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó. Luego miró el paquete de Charlie, que era exactamente igual.

La Protectora del Olimpo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora