𝐄𝐥 𝐩𝐫í𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧 - 𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐲 𝐭ú

𝐄𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨

Edmund

Desperté y aún estaba en el pecho de ________ este subía y bajaba delicadamente conforme respiraba, sus ojos estaban cerrados, nuestros dedos aún estaban entrelazados, ella tenía su cabeza en una almohada lo que me facilitaba verla, sus ojos estaban algo hinchados, aún me siento muy culpable por haberla hecho llorar, tome la linterna y la encendí apuntando al techo para verla mejor, ya que no había casi luz; pude ver las pequeñas pecas en su rostro,había plumas de la almohada en su cabello lo que la hacía ver con ese efecto angelical con el que siempre la había visto, ella era la mujer más hermosa que e conocido en mis años de vida, en realidad ya no sé cuantos años e vivido, pero a valido cada uno de ellos, porque ella a estado conmigo .

Ella tenía una de sus manos en mi espalda, su semblante era relajado, se miraba muy tranquila, empecé a escuchar movimiento afuera, por lo que supe que ya teníamos que vestirnos, comencé a dejar besos en todo su pecho, de vez en cuando alzaba la mirada y mire como comenzó a sonreír.

-Amor es hora de despertar...- decía mientras que entre cada palabra dejaba besos en su pecho y cuello

-Basta... - suspiró y soltó mi mano - Edmund... - rió y puso sus manos en mi espalda comenzando a acaríciela - basta  - dijo ella y le hice caso dejándome llevar por sus caricias - tus anillos se quedaron marcados en mis dedos - dijo ella suspirando y aún con los ojos cerrados

-Lo siento, olvide quitármelos anoche - apenas logré decir por lo relajado que me hacían sentir sus caricias

-¿No estás cansado de la espalda?

Si..

-No linda, ¿porque?

-Han sido muchos entrenamientos para los narnianos, ¿estás seguro?

-Bueno... un poco pero estoy bien mi amor- ella quitó las manos de mi espalda y se comenzó a sentar - no... - me queje - ¿qué haces? - me senté al igual que ella y se acercó a besarme, sentí sus cálidas manos en mis mejillas, que después una de ellas se fue a mi cuello, yo las puse en su cintura y ella la comenzó a deslizar una de las suyas hasta el borde de los botones de mi camisa - ¿______? - me separe un poco de ella al percatarme que me estaba quitando la camisa

-No te emociones tanto - dijo con una leve risa, después volvió a besarme, comenzó a deslizarla por mis hombros y ya que me la avía quitando sus manos volvieron a mis mejillas besándome más apasionadamente

-¿Como no quieres que me emocione mujer? - le pregunte a lo que ella rió

-Recuéstate boca abajo - pidió y se alejó de mi

¿Hay otra opción?

¿Hablas de no hacerle caso?

Nop, no, la hay

Me recosté y ella se sentó en mi espalda baja con una de sus piernas a cada lado de mi, después comenzó a hacer masajes en toda mi espalda, poniendo presión en los puntos correctos.

-Dios...

-¿Se siente bien? - preguntó burlona

-Aunque te burles... se siente bien - respondí

Después de unos minutos, ella se recostó sobre mi espalda y pasó sus brazos por debajo de los míos, su cara quedó justo en mi cuello, podía sentir su respiración que me hacía cosquillas.

-Ed - sacó uno de sus brazos que estaba debajo de los míos y comenzó a acariciar mi cabello- arriba

-No, no quiero