ღ Peluches ღ

2.5K 371 53
                                    

—¿Mm? —el mayor miró con detenimiento la bolsa de regalo que descansaba en su escritorio, supuso que era la confesión de ese día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Mm? —el mayor miró con detenimiento la bolsa de regalo que descansaba en su escritorio, supuso que era la confesión de ese día. Aprovechando que su salón ya se encontraba vacío, miro dentro de la bolsa, encontrando dos peluche. Sonrió al ver la forma de este, dos serpientes albinas tejitas a mano. — Tan linda...

Pensó, mirando con cariño ambos peluches y volviendo a guardarlos en su bolsa para llevarselos a casa.

¿Muichiro? —vio al joven ojos verde menta sonriendo mientras sostenía un avión de papel, al verlo tan centrado en ello, decidio dejarlo en paz y seguir con su camino a casa.

Una vez en casa, ambos peluches fueron colocados en su cama junto a Kaburamaru, dejandolé curiosear alrededor de los peluches, mientras Obanai aprovechaba para limpiar la pecera del reptil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez en casa, ambos peluches fueron colocados en su cama junto a Kaburamaru, dejandolé curiosear alrededor de los peluches, mientras Obanai aprovechaba para limpiar la pecera del reptil.

Su celular vibró varias veces interrumpiendo su labor, al tomarlo, vio algunos mensajes de sus padres diciendole que regresarían mañana, y diciendole que les gustaría salir por la tarde con él, otros de sus amigos, y el último de Akari-san.

“ ¡Iguro! Adivina quién te consiguió una cita con la chica más adorable.
Así es, yo. Así que preparate para mañana en la tarde, Azumi te estará esperando en la cafetería luego de la escuela. \( ̄▽ ̄)/ ” Akari-san.

Volvio a leer el mensaje de la azabache, asegurandose de que no había leído mal. Su cita era a la misma hora que la salida con sus padres.

Miro a Kaburamaru acomodadó entre ambos peluches, ignorando la nueva preocupación de su dueño.

No puede ser...

—No puede ser

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Confesiones [Iguro Obanai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora