|29| Subasta de las diosas

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—No tengo por qué darle explicaciones de MI hijo a una mujer que por lo mucho durará una semana más entre las sábanas de él.

—Usted no sabe nada, no tiene derecho a opinar. Por más hijo que sea de usted es su vida y no tiene por qué entrometerse —respondió Iris con suma calma. — Y para su información fui yo quien terminó con todo luego del juicio, no él.

Vicenzo emitió una risa tan tranquila que daba miedo. — Hay cosas que deben saberse para evitar un fatal final. Esta es una de ellas, tú tienes claro las cosas, pero Hades no— opinó sin más y mostró una sonrisa amplia—. También hay cosas que es mejor mantenerlas ocultas, por el bien de los nuestros. Algún día lo aprenderás y te acordarás de mí, en especial si sigues indagando sobre aquello que te martilla la cabeza.

—¿Qué?—Los latidos de Iris retumbaban en sus oídos y en el pecho.

La mente de Iris maquinaba todas las posibles respuestas que Vicenzo le podría dar, pero no podía llegar a ninguna coherente. Las palabras del Don Amuso sonaban como amenaza o ¿una advertencia? La sonrisa de Vicenzo no desapareció de su rostro y él no se inmutó.

—Quieres saber si Alekai y Hades fueron aliados—dijo con el mismo tono afable y falso que habría usado en las tantas veces que ha tratado de embaucar a más de uno—. Dime, ¿eso es lo que quieres saber?

—Los Rossi siempre estuvieron relacionados con el tráfico de personas en Las Vegas, pero el que daba las órdenes era Alekai aunque de vez en cuando recibía ayuda. ¿Hades ayudaba a Alekai en eso? ¿Él organizaba las subastas?

Su respuesta dejó pasmada a Iris:

—En su tiempo con los Rossi empezó a organizarlas desde septiembre. De hecho, él junto a Alekai organizaron la subasta más conmemorativa en el imperio Rossi, "la subasta de las diosas". ¿Se te hace conocido ese nombre? Justo el día en que Alekai compró a tres mujeres italianas y a una española sobre el nombre de cuatro diosas, Perséfone, Afrodita, Circe y Ápate. Son parecidas a ti, a Dalila Rinaldi, a Galilea Orsini y a Lydia Vera.

Cuando mencionó la subasta de las diosas tocó una fibra sensible del pasado de Iris.

¿Cómo sabía todo eso? Iris y sus amigas habían sido muy cuidadosas para que nadie se enterara de lo que vivieron hace cinco años, era su mayor secreto y parece que Vicenzo lo sabía.

—Imagino que te debes de preguntar, ¿cómo sé eso? Antes de explicarte y darte el mensaje, empecemos con el pie derecho como me pidió tu abuelo Caín. —Vicenzo le ofreció la mano a Iris, ella estaba confundida ¿a qué estaba jugando Vicenzo y por qué mencionó a su abuelo? —Vicenzo Amuso, viejo amigo y antiguo pupilo de Caín DeSantis.

Iris quedó estupefacta, pero mucho más desconcertada, nunca pensó que Vicenzo fue pupilo de Caín. Ella solo miraba la mano varonil enmarcada por el Rolex.

—¿Disculpe?—logró decir saliendo de la confusión repentina.

—¿Sorprendida?, fui pupilo de Caín y lo sigo siendo. Que él se haya retirado del ojo público no significa que haya abandonado el juego, solo actúa en las sombras y tiene a varios que siguen sus órdenes. Lo que estoy haciendo es solo para saldar mi deuda con él, no me agradas del todo, pero Caín no puede decirte esto en persona y me lo pidió a mí.

Vicenzo se levanta del sofá y se ubica enfrente de Iris.

—Caín fue el que te ayudó a escapar de tu cautiverio con Alekai apenas se enteró, no creerás que todo fue coincidencia. También averiguó que Hades estuvo organizando esa subasta con Alekai, pero nunca pudo averiguar bajo qué términos lo hizo... no sabemos si fue por amenaza, por gusto, no tenemos idea y Hades nunca habla de eso. Fuiste vendida con tus amigas en septiembre y vaya coincidencia Hades empezó a organizar las subastas en septiembre de ese mismo año.

El Juego ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora