El SILENCIO TAMBIÉN HIERE

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Jiang Cheng y Xue Yang llegaron a Gusu a eso de las 2 de la tarde, había sido un viaje largo pero bastante liberador para ambos.

- El departamento está por el otro lado de la ciudad - dijo Xue Yang mientras veía su celular 

- ¿O sea que estaremos como otras 3 horas sentados? - cuestionó algo molesto Jiang Cheng, le dolía el trasero, todos aquellos que creían que tener un trasero relleno era sinónimo de no cansarse al estar sentado mucho tiempo podían irse a la mierda

- Si, a menos que quieras que comamos algo en algún restaurante pequeño, pero siendo el hijo menor de los Jiang no sé si quieras que nos arriesguemos a que alguien reconozca tu bella sonrisa y tome una foto para compartir en todo el internet que escapaste hasta Gusu para ver a tu sexy y misterioso amante del que nadie sabe a excepción de esa fotografía donde ya sea que estemos comiendo o te vean en mi moto, así que si, busquemos algo de comer - Xue Yang explicó con gran sarcasmo todo lo bueno que saldría de que se detuvieran antes de llegar a la parada final, era en verdad riesgoso y para Jiang Cheng sería un suicidio social 

- Un momento ¿te consideras a ti mismo sexy y misterioso? - cuestionó el Jiang 

- De lo que te acabo de decir ¿solo entendiste eso? - se molestó Xue Yang, por dios, no era normal que su amigo estuviera tan despistado 

- Claro que escuché lo demás pero ¿Qué quieres que te responda? "O claro, soy un idiota, cómo no pude pensar que el hecho de que nos bajáramos y nos quitáramos los cascos haría que me reconocieran, Xue Yang, eras tan listo que has salvado mi trasero" ¿Eso querías escuchar? - respondió Jiang Cheng 

- Bueno, si la señorita Jiang tiene hambre podemos parar en algún lugar y yo bajaré a comprar comida ¿te parece comida mexicana o simplemente compramos una pizza y la comemos en en camino? 

"Señorita Jiang"

La mente de Jiang Cheng comenzó a dar vueltas evocando un recuerdo de su triste vida, era increíble cómo podía pretender siempre que todo estaba bien, quizás después buscaría trabajo como actor.

Jiang Cheng tenía al menos 8 años, su hermana se había "ofrecido" (por orden de su madre claro está) a llevarlo al parque a aprender a andar en bicicleta, Jiang Cheng estaba feliz, casi no pasaba tiempo con su A-Jie, la sonrisa de la mayor era hermosa y a pesar de que no hablaran su dulce aroma siempre hacia feliz al menor, es que Yanli siempre olía bastante bien.

- A-Cheng, ve a jugar que desde aquí te veré - dijo Yanli sentándose en la banca del parque 

Jiang Cheng sonrió alegre, aprendería por sus propios métodos a andar en bicicleta para que su hermana le regalase una de sus hermosas sonrisas.

Sus primeros 3 intentos habían sido un fracaso total, ni siquiera había podido avanzar de donde había empezado, en ese momento le molestaba que su bici fuera la única infantil que no tenía rueditas de apoyo.

La risa de su A-Jie llegó a sus oídos, pensó que quizás se burlaba de él así que giro su cabeza para encontrar a Wei Ying hablando con ella sobre alguna cosa muy divertida, en cuanto Wei Ying se percató de que eran observados, sonrió con malicia y caminó hacia él.

- ¿El pequeño Chengcheng aun no aprende a andar en bicicleta? - cuestionó con burla el mayor 

- Es apenas el comienzo, dentro de unos minutos podré ser tan rápido como un cohete - dijo el pequeño con una sonrisa 

- Si es que no te estrellas contra el pavimento antes - rio Wei Ying 

- Yo lo lograré y A-Jie estará orgullosa de mi - el pequeño frunció su ceño en un lindo puchero 

NO ME PIDAS DEJARTE IRWhere stories live. Discover now