Herederos: Ríndete

Capítulo 48

Francia.

Noan Salvatore. 

Teodora sirve el desayuno y espero junto a Aline a que Henri llegue. 

-buenos días- el menor de mis hijos saluda mientras toma asiento.

-buenos días, cariño- Aline responde con una sonrisa. 

Bastien y Joanie llegan juntos y después de saludar toman asiento también. 

-¿cómo te sientes, cariño?- Aline le pregunta a Joanie mientras acaricia su vientre de seis meses. 

-muy bien, Aline, gracias- Joanie sonríe y solo hacemos lo mismo, la llegada del bebé sin duda alguna ha traído alegría en estos momentos oscuros, pensar que seré abuelo me hace poner melancólico pero al mismo tiempo logra hacerme feliz. 

Recuerdo cuando Aline y yo descubrimos que seríamos padres por primera vez, la llegada de Sophie nos dio esperanza, paz y alegría y esos mismos sentimientos son los que se cuelan en mi interior con la llegada de mi primer nieto, Dean Salvatore Leduc. 

Bastien y Joanie nos tomaron por sorpresa cuando nos dijeron la verdad, nadie imaginaba que la mejor amiga de nuestra hija mayor y nuestro segundo hijo tuviesen algo, pero aún así nos alegrábamos por ellos. 

-¿Sophie está aquí?- pregunta Bastien- necesito hablar con ella. 

Mis dos hijos mayores no han arreglado sus indiferencias.

-no está aquí, cariño- Aline comienza mientras bebe del jugo en su vaso- está con Alexei en Irlanda, regresará en unos días.

-creí que no volverían a verse hasta que todo esto termine- habla Henri mientras coloca unos lentes de sol en sus ojos- ese era el plan, ¿no?

-lo era- responde la pelirroja a mi lado que me hace mirarla- solo que al parecer han tenido que hacer unas modificaciones, no sé de qué se trata, Sophie dijo que todo está bien que nos explicará y que regresará en unos días- Aline nos mira a todos en la mesa- esa es información confidencial así que no deben decir nada. 

Asentimos y continuamos con el desayuno. 

Tomo mi celular cuando este comienza a sonar, es Camille.

-Noan- Aline advierte, no le gusta que miremos el celular durante nuestros momentos familiares, asiento y solo desvío la llamada, mi hermana entenderá cuando le explique que no podía responder. 

Dejo el celular con la pantalla hacia abajo y continúo con mi comida, el celular no deja de insistir y solo emite llamada tras llamada. 

-es Camille- explico a la pelirroja- debe ser importante. 

Tomo mi celular y finalmente acepto la llamada.

-Cam...

-está aquí- mis sentidos se alertan cuando escucho la voz preocupada de mi hermana menor, la preocupación, el temor, terror y el llanto se hacen presentes- Max está aquí.

-¿qué?- pregunto sin poder creer que lo que dice es cierto, Max está en la cárcel.

-Max está aquí en Londres- suelta entre sollozos- él, intentó acercarse- la voz entrecortada de Camille hace que me ponga de pie- por favor, no dejes que se acerque a mi de nuevo. 

-¿estás segura?- pregunto mientras despeino mi cabello con desesperación. 

-¡tienes que creerme!- suelta entre sollozos- ¡por favor, Noan, debes creerme!

-Henri- llamo a mi hijo menor quien se pone de pie de inmediato- llama a la prisión, pregunta por el idiota de Max.

Asiente adentrándose de inmediato a la casa.