Mi Recuerdo Favorito©+18 [MCF#3]

C9

Evan POV

Tuve que darles la noticia a todos, me encargué de hacérselo saber a Karen para que no tuviera necesidad de gastar en un regalo cuando pensara en visitarnos, también a Natalie, quien fue la última, tuve que esperar a poder procesar la llamada larga que tuve con Karen quien insistió de todas maneras en ir a visitarnos, ella quería estar con Amber, a quien prometió llamar a la mañana siguiente.

Natalie estaba muy angustiada y triste, no supo de que manera consolarme, le agradecí su pésame pero ella estaba muy decidida a hacerme sentir mejor, la verdad es que ahora solo quería consolar a Amber, quien estaba muy metida en el trabajo, ni siquiera dormía y yo estaba sumamente preocupado por su estado.

—Lo usa como una manera de distraerse, Evan, seguramente es lo que ella necesita, ¿Se está alimentando bien? —preguntó, podía imaginármela con los ojos entrecerrados, esperando con sus brazos cruzados sobre su pecho.

—Sí, lo cumple todo a la perfección, tengo la sensación de que de verdad quiere recuperarse, no le gusta para nada sentirse inútil, incluso cuando Meghan le quitó trabajo, ella sigue buscando algo que hacer.

Escuché la meditación de Natalie al otro lado de la línea, quizá no tenía nada que decir o no quería decirme lo que posiblemente estaba pensando.

—¿Está mal si le quitó todo ese trabajo? Sé que es su manera de distraerse, ha llorado tanto que creí que no le quedarían ganas de hacer otra cosa.

—No lo hagas, ella no quiere estar inactiva porque su mente estaría libre para pensar en todo eso que la pone melancólica. No sé porque razón podrías estar...inquieto por eso.

Suspiré, habían pasado casi cinco días desde que salió del hospital, estuve con ella día y noche por dos días seguidos, tuve que hacerme una idea de que si me desmoronaba, los dos caeríamos a un profundo abismo del que ninguno de los dos íbamos a poder salir sin la ayuda del otro; decidí ser yo quien se mantuviera intacto y que Amber llorara hasta destrozarse pero con la seguridad de que yo iría y recogería los pedazos para unirla otra vez.

Pero ahora ella encontró una manera de unirse poco a poco sola, mientras que yo, solo podía contemplara, me escapaba en mitad de la noche, llorando hacia un rincón oscuro y silencioso, deseando que ella también pudiera entenderme y que me permitiera destrozarme en llanto para que después ella recogiera mis pedazos.

—Solo quiero que no se obsesione, pero si dices que eso la ayuda a no pensar en ello, entonces está bien, ella se ve concentrada pero aun así se rompe de vez en cuando, quiere hacerse la valiente.

—¿Y tú?

—¿De qué hablas?

—Evan —la forma en que dijo mi nombre, era casi como una protesta —No me lo tomes a mal pero en todos estos minutos que hemos hablado, no me has contado como lo estás superando tú.

Torcí el gesto, desee que no lo hubiera mencionado pero ella era demasiado intuitiva, me conocía mejor de lo que pensaba, con Natalie incluso a distancia y en una llamada de veinte minutos podía detectar alguna situación extraña, o quizá yo era fácil de leer, dudaba mucho de eso.

—La verdad es que no muy bien, me cuesta poder abrirme, solo lo hago cuando no me ve.

—¿Por qué haces eso? ¿Es que acaso no tienes derecho a también mostrar tu dolor?

—Claro que lo muestro, ella me ve, quizá no lloro delante de ella pero el dolor está ahí cuando veo las cosas de Ivy, la ecografía o cuando estoy con la cabeza agachada pensando en la última vez que la vi. Solo me gustaría que me entendiera también, que no soy de piedra.