Capítulo 65: Healing

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-Lo siento, no puedo decirlo-, dijo ella con pesar, aunque hubiera sabido que iba en contra del protocolo divulgar información sobre los pacientes, sobre todo los que no tenían relación familiar con ellos. James Potter podría insistir en que Harry era su hijo, pero no lo era, se había emancipado de la familia denunciando a James y Lily como sus padres. 

Gracias-, dijo James con poco entusiasmo. Sabía que era mejor no intentar discutir, solo conseguiría que le echaran de San Mungo y seguiría sin la información que quería. Estaba perdido, no había otra forma de asegurarse de que Harry estaba bien. Harry había completado su maestría; la probabilidad de que estuviera con Snape todavía era baja. Entonces, ¿dónde estaba? El único consuelo era el hecho de que no estaba solo, obviamente alguien sabía si había llegado al periódico.

Apareció de nuevo, esta vez en Hogsmeade para comprar una tarjeta de felicitación y algunos chocolates. Con un poco de suerte, Harry podría escribirle para hacerle saber cómo se sentía. James resopló al entrar en la tienda; la suerte no había estado de su lado en años. Tenía que admitir que, en su mayor parte, era culpa suya, pero la vida sigue.

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-Me gustaría que todos se fueran ahora-, dijo Andy, en cuanto vio que Harry se despertaba. -Váyanse- añadió con severidad, en completo modo sanador mientras protestaban. Todos salieron a regañadientes de la habitación, o más bien casi todos, Severus se negaba a moverse. Andy no estaba realmente en posición de exigirle que se fuera, ya que esta era su casa.

-Lumos-, susurró Andy, una pequeña luz surgió del extremo de su varita. -Harry sigue la luz si puedes, no te levantes todavía. Necesito asegurarme de que estás bien, bien...- usando el hechizo 'Nox' para deshacerse de la luz colocó su varita sobre la mesa.


-Levanta el brazo izquierdo, así está bien, ahora aprieta mi mano- pidió colocando la suya en la de él, sonriendo cuando Harry hizo lo que le pidió, parecía consciente y capaz de funcionar correctamente.

-¿Qué ha pasado?- murmuró Harry cansado.

-Has tenido un accidente, pero ya te pondrás bien- dijo Andy, cogiendo de nuevo su varita; lanzó un encantamiento de diagnóstico sobre la forma inmóvil de Harry. El pergamino se desplegó y Andy comenzó a leer los resultados. La infección había desaparecido por completo, las quemaduras estaban curadas, lo que significaba que ya no era necesaria la pasta para quemaduras. -¿Qué es lo último que recuerdas?-.

Harry frunció el ceño, tratando de pensar qué era lo último que recordaba. Había estado leyendo sobre Horrocruxes y formas de destruirlos. Había leído tanto que las palabras se le hacían borrosas, así que había decidido tomarse unas horas de descanso y preparar una poción. Las cosas estaban en blanco después de eso, nebulosas, pero sí recordaba haber intentado que Severus le leyera la mente, por qué no tenía ni idea, tenía la sensación de que era importante pero no se le ocurría nada. ¿Tal vez se acordaría de él? -Leyendo, antes de bajar al laboratorio de Pociones, después de eso está un poco borroso-, admitió Harry.

-No puedes recordar el accidente, pasa mucho, pero podría volver, solo depende- dijo Andy, viendo como Severus se movía al otro lado de la habitación para estar más cerca de Harry.

-Ahora te quitaré la pasta, y te dejaré descansar un poco, no te muevas mucho, solo porque la infección haya desaparecido no estás recuperado- dijo Andy.

-¿Infección?- murmuró Harry, ¿Cuánto tiempo había estado fuera? Una infección podía tardar hasta una semana en mejorar.

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