Fifty

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Este capítulo contiene muerte de personajes y acciones violentas. Por favor lea con precaución.Lloré. Sollocé y lo siento mucho.

Si tienes una lista de reproducción triste, ponla.

"Esto es por ti, Amelie".

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-Te dije que volverías a mí. -El tono de Adrian inmediatamente cambió de hostilidad. -Siempre vuelves a mí.-

Amelie todavía no había reunido el coraje que le faltaba, estaba aterrorizada, más que eso, pero no de lo que él podría hacerle, sino de lo que le causaría a Pansy si tuviera la oportunidad.

-¿No me echaste de menos, cariño?. -Sus dientes se mostraron mientras levantaba una ceja atrevida hacia ella. -Contéstame.-

Ella no pudo encontrar su voz. No podía hablar con los labios entreabiertos; lo intentó, con la boca dividida y una respiración pesada llenó sus pulmones, pero ni una palabra salió de su lengua.

-Amelie... -Las manos de Pansy agarraron el brazo fuerte mientras la mantenía en su lugar, su columna, fuertemente presionada contra el pecho de Adrian, y el cuchillo comenzó a rasgar su piel. -Amelie, mírame.-

Ella no pudo. Ya estaba mirando a Pansy, pero no en sus ojos, no. La vista de Amelie atravesó el estómago de Pansy y su mente se nubló al pensar en Aimee.

-Así que me mentiste, ¿no?. -Las mandíbulas de Adrian se apretaron, y la sangre comenzó a salir por donde la punta del cuchillo empujaba hacia adentro. -Sabías que estaba embarazada todo el tiempo, ¿no?¿Quién más lo sabía? ¿Mi madre?.-

Amelie tragó saliva, su varita firmemente apretada entre sus dedos, tan fuerte que sus nudillos se movieron incoloros.

Adrian simplemente se rió de ella. -Así que mi madre lo sabía, eso es interesante, pero en otro pensamiento, ella fue la que te preparó para esto, ¿no?.-

Ella todavía sostenía sus palabras, pero sus ojos finalmente se posaron en la chica morena y aterrizaron en el chico al que pertenecía su vida.

-No sé...-

-¡No me mientas!. -Gritó Adrian mientras daba un paso adelante, y Pansy tropezó con él. -No me mientas, bruja ingrata.-

Sus palabras hicieron que sus dientes se apretaran por el miedo y su piel temblara, incluso si captó los pasos en las escaleras, que alguien venía a rescatarla, no le importaba, no a ella.

Amelie se había enfrentado al demonio parado frente a ella más veces de las que jamás podría contar, y él nunca se detendrá. Él nunca cedería ni se rendiría.

Ella lo sabía.

No importaba quién bajara, quién sería su liberación, porque nunca estaría a salvo. No de él.

-¡Bien!. -Respondió Amelie, su rostro se torció en una mueca, una mirada de agonía. -No voy a mentir. Sí, tu madre me contó todo esto, hace más de seis meses, en tu casa, y no sabía qué hacer, Adrian ...-

-¿Tú la ayudaste a mentirme?. -El chico furioso siseó. -¿De verdad ayudaste a mi propia madre a mentirme? ¿La ayudaste a meterse en mi cabeza?.-

-No... -Amelie dio un paso adelante, más cerca de la chica que estaba sostenida tan violentamente en sus brazos. -No sabía que iba a hacer eso. Ni siquiera sabía que ella lo sabía antes ... -

Pansy jadeó, sus uñas se clavaron en los brazos de Adrian mientras él hundía el cuchillo más profundamente.

-Con cada mentira, Amelie... -Él le advirtió. -Con cada mentira que digas, la forzaré más profundamente. -Se refirió a la hoja contra la garganta de Pansy. -No te atrevas a mentirme. Te conozco mejor que nadie.-

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Where stories live. Discover now