Cursed; Draco Malfoy |Traducción|

Two

Este capítulo contiene escenas de acciones violentas. Por favor lea con precaución.

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-¿Quizás deberíamos simplemente huir juntos?.-

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Ella lo ama. Ella lo ama. Ella lo ama.

Ella tiene que amarlo, no hay otra salida para ella. Es amar al chico que resultó ser su mayor pesadilla o morir.

Amelie se encontró llamando desesperadamente a la puerta de Theodore, sin tener ninguna verdad sobre cómo llegó aquí, cómo se las arregló para dejar la escena en la que había entrado momentos antes. Sus nudillos chocaron fuertemente con la madera mientras buscaba despertarlo.

Sabía que él ya se había ido a la cama; por lo general, se acostaba temprano porque le encantaba despertarse antes del amanecer.

Estudiar el sol mientras viajaba a través de la línea de la montaña, con su libro más querido en la mano en las horas en que nadie más debía estar despierto, vivió para ser una de sus actividades favoritas.

-Por favor, por favor, por favor, ven aquí. -Amelie se susurró a sí misma. -Por favor, despierta.-

Sus manos seguían golpeando contra la madera, cada vez más fuerte con cada golpe, ni siquiera estaba en su mente en este momento que podría haber estado usando su varita. Su mente estaba nublada.

Ni siquiera un minuto después, tras varios golpes en su puerta, Theodore finalmente la abrió y allí estaba. El chico que siempre venía a rescatarla. El chico que facilitó las tensiones del dolor.

Estaba confundido, casi desorientado en su estado recién despierto. Sus manos se cerraron en puños mientras se las rascaba contra sus ojos somnolientos,

En el instante en que sus brazos cayeron a los costados, exponiendo su pecho desnudo, él miró su piel.

Cómo las lágrimas que habían estado cayendo dejaron huellas, cómo la punta de su nariz se puso roja como si la hubiera estado frotando para secar el líquido perdido.

-¿Qué pasó?. -Intentó hablar, en el instante en que sus oídos notaron los susurros cansados ​​que se deslizaban en su lengua, sus brazos volaron alrededor de su pecho.

Enterró la cabeza en su piel cálida, drenándola del calor que siempre trató de otorgarle. Theodore la retuvo, tan cerca como pudo.

Retrocedió completamente en su habitación de nuevo, con ella todavía abrazada a su alrededor. Se sentía como si no pudiera respirar. La continuación de que le rompieran el corazón la hizo temblar.

Todo el cuerpo de Amelie se sacudió violentamente cuando Theo se inclinó, enterró la cabeza en su hombro, y allí estuvieron, por lo que parecieron horas.

Solo abrazados.

Sus manos acariciaron su espalda mientras ella gemía, rastros y rastros de sollozos huyeron de su garganta mientras quemaban su piel.

Las entrañas de Theodore se desgarraron, su corazón se hizo añicos por ella. No podía soportar verla así.

-Dime, Amelie. -Susurró. -Dime lo que hizo Adrian.-

Sacudió la cabeza, no quería. No quería decírselo porque en el momento en que lo dijera en voz alta, se volvería real.

Su nariz rozó la suavidad de su pecho. -Él...-

-Él...-

Otro sollozo escapó de su garganta,

-Estaba con ...-