»Soulmate Tattoo« [MarkJin]

10. 당신은 내 마음의 소유자.

Eres el dueño de mi corazón

Mark le rogaba a todos los dioses que su suegro no haya descubierto a Jinyoung. No es que le tuviera miedo a su arsenal de armas o a su mirada de "Soy un papá que mata por sus hijos" pero, podía hacer algo peor como extender el tiempo sin verse con Jinyoung. Eso sí sería insoportable.

—¿Qué onda, padre?—dijo en un tono casual, tratando de no sonar como si Jinyoung no estuviera sentado en su sofá frotando un trapo húmedo contra su ropa manchada de semen.

—Vi a un chico entrar a tu departamento, Tuan. Si llegas a estar engañando a mi bebé ten por seguro que no te mataré pero te empujaré de tu balcón para que te quiebres cada hueso.—Mark suspiró tranquilo oyendo las amenazas. El señor Park solo malpensó de Youngjae.

—Qué tenga buenas noches, padre.—dijo feliz.

—Mocoso hijo de...

—Yo también lo quiero casi tanto como a Jinyoung. Debería ir a dormir. Si le deja tranquilo, Youngjae es uno de mis mejores amigo. Adiós.—sonrió y cortó la llamada.

—Aún no sé cómo haces para ser tan descarado.—dijo Jinyoung viéndolo.

—Él me adora. Lo sé. En el fondo...tal vez muy en el fondo.—Mark soltó acercándose a él. Jinyoung se tiró en el sofá dejando el trapo a un lado y Mark fue a subirse sobre él.—Tú sabes que no deberías estar aquí, amor.—dijo.

—Quería verte.—declaró Jinyoung.

—Yo también he querido verte todo este tiempo pero entiende que estaremos en muchos problemas si nos descubren.—Mark concluyó.

Jinyoung acunó el rostro de Mark entre sus manos y lo miró a los ojos. Eran ya años que estaban juntos y todo Mark le seguía pareciendo un misterio. No sabía que pensaba o planeaba si no lo decía. Jinyoung quería ser capaz de conocer el corazón de Mark con solo verlo. No obstante, ese brillo en las pupilas y su sonrisa tierna le revelaban la verdad más dulce y era que su novio le amaba tanto.

Jinyoung dejó que Mark acariciara sus rostros juntos, era como un gato. Le encantaba la forma en que podían llegar a ser melosos de esa forma.

—Te amo.— Jinyoung declaró sonriendo. Mark le devolvió la sonrisa antes de darle un beso corto en los labios. Jinyoung era dueño de su corazón. Francamente, eso lo inquietaba como le daba seguridad, eran sentimientos contradictorios pero es que no podía evitar seguir pensando que era capaz de echarlo a perder todo si no cuidaba esto que tenían. Y también estaba la seguridad de que él podía hacerlo.

—Yo también te amo.—dijo Mark besando la punta de su nariz.

—Yo también los amo. Hyung, ¿podemos pedir más helado? Verlos tan tiernos me dieron más ganas de llorar.—Youngjae interrupió.

🐦

Había logrado llegar a su casa sin ser descubierto durante la noche, poco después de que Youngjae haya pedido helado y Mark comenzara a amenazarlo con llamar a Jaebum.

Ahora Jinyoung desayunaba con sus padres, su hermanito y Youngjae, que había decidido ir para evitar cualquier malentendido que tenga el señor Park.