―No inventes ―soltó algunas carcajadas, mientras que daba un giro moviendo la campana de una lado a otro― ¡Perdió la virginidad! ―se cubrió la boca con ambas manos― ¡Tendrás que casarte con ella!

―¡No! ¡No! ―negó―. Ese No es el tema. ¿Como es que _____ acaba de acostarse con Cinco? ―pregunto confundido, mirándome con duda.

Oh no.

Para desviarlo tuve que hacer lo mismo que Klaus:

―¡Perdió la virginidad! ―di vueltas y Klaus hizo lo mismo sonando la campana―. Klaus tiene razón. ¡Tendrás que casarte con ella!

―Bajen la voz ―nos demandó Luther con nerviosismo.

―Recuerdo mi primera vez... Ah no. No es cierto.

Bah.

―¿Klaus? ¿Que quieres? ―le pregunto Luther.

―Un tema familiar importante ―contestó― Ven abajo ¿Si? ―Luther se dio la vuelta para irse a su habitación, sin antes darme una mirada intensa―. Y Luther...sin jugueteos Date prisa.

Klaus comenzó a caminar y yo lo seguí.

―¡No me acosté con Cinco! ―le hice saber enojada.

―No puedes negar algo que yo vi con mis propios ojos.

―¡No sabes nada!

―Oye dime... ―hablo despreocupado, ignorando mis palabras― ¿también fue tu primera vez?

Le Di un golpe en su nuca Y el respondió con un quejido.

Idiota.

[...]

Después de estar aguantando las tonterías de Klaus, me fui a dar una ducha dentro de la Academia, lo bueno de todo es que aún tenia guardado mi ropa en mi habitación y nadie la había desechado. La mayoría de ropa era uniformes y buzos que usaba para alguna misión o entrenamientos, pero tenía la suerte de tener un par de camisas y pantalones jeans.

Me encontraba ahora en el comedor, junto a dos de mis hermanos.

―Aquí tienes, esto te levantara ―le dijo Klaus a Luther mientras que le servía café en una tacita.

Luther le iba a dar un trago a su bebida pero fue interrumpido por la mano de Cinco quien le quitó el café y le dio un trago.

Al probarlo, hizo una mueca de asco, ―¿A quien tengo que matar para conseguir una buena taza de café?

Sin decir nada, bebí un poco del café hecho por Klaus y fruncí las cejas.

No sabia tan mal.

―¿Ya podemos empezar? ―le pregunto Luther con total cansancio.

―¿Vieron a los otros? ¿Diego? ¿Allison? ¿No? ―Klaus golpeó una espátula de cocina sobre la mesa haciendo que Luther apretara sus ojos por la resaca― Entonces esto es lo mas cercano que vamos a tener ―paro de golpear―. Escuchen. Hay un modo fácil de decir esto así que voy a soltarlo y ya. Si.

Lo mire confundida.

―Invoque a papá anoche ―soltó.

Hubo unos minutos de silencio en lo que cruzábamos miradas.

―¿Qué?

―Dijiste que llevabas años sin poder invocar a alguien ―Recordó Luther.

Asintió, ―Pero estoy sobrio. Deje las drogas ayer para poder hablar con alguien... especial ―se a lo que sé refería. Dave―. Y termine teniendo una conversación con nuestro querido padre.

Número Cinco - Apocalypse [] Cinco & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora