III. 🎀

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Desde aquel incidente, los días transcurrían de forma habitual ya que el caso no fue muy escandaloso ni muy conocido, pero, todo tendría que dar un giro 360 desde ese día que parecía “común y corriente”.

4 años después.

Para Adrien era otro día de trabajo, era un chico normal con una vida normal (bueno, eso hasta ahora).

Adrien hablaba por teléfono con su novia Kagami.
—Aún estoy tan agradecido de que me hayan aceptado en esa pizzeria a pesar de aún tener 15 años– decía alegre el rubio.
—Lo sé, ¿Vas en camino a repartir ahora, no es demasiado tarde?
—Sí, lo sé, son casi la 1 de la madrugada, pero no creo que importe mucho.
—Ok, cuidate mucho, te quiero, bye –colgó la llamada.

Adrien se topó con la casa, era linda, pero no sabía todo lo que acontecerá en aquella casa.
—Que linda casa, ojalá pudiera vivir en una así– se acerco a la casa. (“«»” = pensamientos)
«La puerta está abierta... ¿Debería entrar...? Bueno, solo entro, entregó la pizza y me voy, fácil.»

Adrien entro a aquella casa, sin saber que esa pudo haber sido la peor decisión que pudo haber tomado en su vida.

—Uhm... ¿Hola? ¡Traje la pizza que pidieron! Hehe– el rubio río con la esperanza de que alguien llegará y tomará la pizza.

Al ver que no obtenía respuesta, decidió dar un paso hacía enfrente y se topo con una nota:
“El juego a iniciado, te dejaremos jugar con nosotras ¡será divertido! –Marinette”

De pronto, se cerró la puerta y sintió como transcurrio un escalofrío por todo su cuerpo.

Adrien no comprendía lo que estaba pasando, pero sabía en su interior que esto no era nada bueno.

De pronto, sintió la sensación de como si alguien estuviera detrás suyo, pero en cuanto volteó no había nadie.
«Que raro.»
Continuó caminando por la casa con temor, pero sabía que sí sólo se quedaba parado no iba a ayudar mucho.

Llegó a la cocina y vio cómo alguien que no alcanzó a distinguir, se metía por una gran agujero.
«No creo que sea buena idea entrar allí»

Se escuchó el reloj, que marcaba que eran las 12 a.m.

De pronto, vio como una chica de tez pálida lo empezaba a perseguir.
Adrien se asustó mucho e intentó huir de aquella chica, se escondió en un cuarto, en este vio como en la pared había un dibujo de unos muñecos que parecían haber sido dibujados por una niña, sus nombres eran: Kiki, Mr. Tatters y Chester.
«Pero- ¿Q-qué demonios es esto?»
Adrien se quedó en el cuarto por casi una hora ya que temía que le pudieran hacer algo; después de vaguear por el cuarto, se encontró con una linterna.
«¡Perfecto!, ya no estaré a oscuras e intentaré salir de aquí en cuanto antes.»

Adrien salió de aquel cuarto y alumbró a aquella chica y con solo pestañear se percató de que la chica ya no estaba allí.
«¡Que alivio! Será mejor que salga de aquí rápido, este lugar me está dando miedo»
Pero eso, solo era el comienzo de lo que ocurriría más adelante.

Se topó con otra chica, su mirada era fría y muy pesada, le transmitía mucho miedo y solo se quedaba atónito mirándola fijamente.
No supo ni siquiera como pudo escapar de ella ni como llegó a que fueran las 2:00 a.m.

Por alguna extraña razón, las dos chicas que se había topado, vestían con un traje rojo y con un estilo de boina del mismo color, ellas dos parecían tener la misma edad que él.

Se empezó a escuchar una risa un poco macabra que venía hacía el, ni siquiera tuvo el tiempo de pensar ni de saber cómo salir de allí.
Adrien corrió rápidamente y se escondía por las habitaciones lo más rápido posible, ya que aquella persona lo perseguía muy rápidamente.
«Estoy harto, no puedo salir de este maldito lugar.»
Adrien estuvo hací por un tiempo hasta que aquella persona lo dejó de perseguir.

De nuevo, sonó el reloj pero esta vez marcaba que eran las 3:00 a.m. (Casi 3 horas de infierno hasta el momento)

Adrien camino con las piernas temblando hacia la sala, por donde había entrado, se acerco a la puerta e intentó forcejearla pero todo fue en vano, la puerta estaba cerrada con seguro.
«Ayy Dios mío, por favor sacame de aquí, si es que existes.»

—Hola– dijo la azabeche.
Adrien saltó atónito al toparse con la chica.
—¡DIOS MÍO! ¡ME ASUSTASTE!– dijo tratando de controlar su respiración– Ehm... ¿P-podrías sacarme de aquí? P-p-por f-favor– dijo totalmente nervioso mientras señalaba la chapa de la puerta.
—No, no puedes salir de aquí, sin antes jugar conmigo– dijo la chica con un semblante serio.
—¿J-jugar contigo...?– solo podía quedarse viendo a la chica y trataba de estar lo más lejos de ella para que no le hiciera nada.
—Si, te propongo un juego, juguemos a las “escondidillas”, yo me escondere y tú tendrás que encontrarme en un determinado tiempo, si no lo haces –se acerco un poco al chico– Tú... no saldrás con vida de aquí... mejor dicho, te asesinare– susurró esto último.

Adrien sintió un horrible terror al escuchar esa palabra e intentaba alejarse aún más de la chica, sabía que sí le negaba aquel juego, ella se enojaria y podría pasar lo peor.

—E-está bien, j-jugaré contigo– dijo mientras sentía a todo su cuerpo temblar.

Marinette cambió su cara sería por una dulce sonrisa y a la vez con una pizca de psicopatía.
—¡Perfecto! El juego inicia ahora, ¡encuentrame, lindo pizzero!...

...

HolA, otra cosita que me gustó agregar a la historia: Cuando las letras están “así” osea, en cursiva, son algunas frases de la canción de “Peek A Boo” de Red Velvet, como dice en la descripción, creé esta historia a partir de la teoría del juego, así queee, espero que si les guste el fanfic, es corto, pero espero lo estén disfrutando. 😔🤝

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⏰ Last updated: May 03, 2021 ⏰

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