Por ello se acercó a su prima y se hizo su novio, necesitaba conocer el terreno que iba a explorar, su prima era su único ser querido más cercano y esa fue su vía para acercarse a ella, conocer que ocultaba detrás de esa bondadosa y cordial sonrisa que lo cabreaba a más no poder, lo saca de sus casillas.

Víktor se incorporó con cuidado en la cama para no despertarla, miró la hora en su reloj de mano, las cinco en punto. Un suspiro abandona sus labios, el Sol aún no había salido y las nubes espesas adornaban el cielo, se avecinaba una fuerte lluvia.

Recogió su chaqueta de cuero que, horas antes había lanzado al suelo por lo acalorado que estaba, la colocó sobre sus hombros sin ponérsela a la vez que buscaba en uno de sus bolsillos traseros de su pantalón la cajetilla de cigarros.

Llevó uno a sus labios dispuesto a encenderlo para darle una buena calada pero el vibrar de su móvil se lo impidió.

De mala gana lo encendió, odiaba cuando lo interrumpían a la hora de fumar, en cuanto la pantalla se enciende una notificación de haber recibido un mensaje lo recibe.

Lo desbloqueo y leyó el mensaje, dos palabras hicieron falta para empezar este nuevo día con total felicidad, una sonrisa maliciosa aparece mientras que un placer intenso recorre su corpulento cuerpo.

Retiró el cigarrillo de sus labios mientras muerdo este, guardó una vez más el celular en su bolsillo, sacó el encendedor y prendió el cigarro dándole una larga y gustosa calada, expulsó el humo por su naríz y labios, con pasos cortos y seguros camino hacia la ventana dispuesto a marcharse.

Para ser las cinco de la mañana todo está muy tranquilo, muy común ver a esos malditos empresarios saliendo de sus enormes mansiones, montando en sus lujosos autos y partir a trabajar.

Malditos bastardos..

Giró sobre su eje mirando por última vez a su mate antes de descender cayendo hacia el patio trasero, sacudió sus rodillas de su pantalón llenas de pasto, inundo sus pulmones de ese adictivo humo mientras caminaba eufórico hacia su moto.

- Lo que te espera hijo de puta...

Solo habían pasado unas horas y el maldito bastardo aún no hablaba y eso lo hacía enfurecer mucho más.

Se encontraban en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad, el muy bastardo había ocultado el paquete con la cocaína y no quería dar la ubicación.

Víktor tenía órdenes muy claras, si el hombre golpeado no quería hablar tendría que cargarse a él y toda su familia... así funcionaban las cosas en la mafia..a un gustazo un trancazo.

- No lo volveré a repetir - un puño impactó en la cara del hombre - donde está el paquete?

- Muérete cabrón!!!

El maldito comenzaba a agotar su paciencia, no era hombre de mucha paciencia, si a la tercera no hablaba pues....bienvenido al infierno.

Amarrado de piernas y manos sentado en una silla de hierro se encontraba él, el sujeto por el cual estaba armado todo este lío, debía recuperar el paquete como sea y después... bueno matarlo de peor manera posible.

Su rostro golpeado y morado me era un deleite para sus pupilas, estamos ansioso por ver la sangre correr.

- No les diré una mierda!

Víktor hizo caso omísono a los gritos del hombre de puta en celo, a decir verdad estaba muy relajado, hoy era un día especial para él y nadie lo iba a arruinar.

Abrió la lata de cerveza mientras le daba un largo trago, arrastró un banco de madera que se hallaba en una esquina del lúgubre almacén colocándolo frente a él...tomando asiento.

" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️Where stories live. Discover now