Porque la luna tiene planes bastante alocados, planes que no a muchos les gustan, pero que son correctos.
¿Y quién dijo que no se podía entre hermanos?
⋅ ୧ Inicio : 15/O4/21
⋅ ୧ Final : O2/O5/21
⋅ ୧ Adaptación autorizada
⋅ ୧ Original de @Moony_Moons...
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El sonido de las ramas y hojas secas al ser pisadas resonaban en toda la zona, mientras que algunas risas infantiles adornaban el ambiente.
De la pequeña cabaña salió un chico de al menos veintiséis años con cabello llamativamente anaranjado, mejillas delgadas y ojitos un tanto rasgados.
— ¡Jung Jimin, Jung Minjeong!
Frente a él llegaron dos niñas, una vampira y la otra era una pequeña lobita.
La vampira no aparentaba más de seis años. Tenía el cabello pelinegro y ojos agudos color ébano, labios un tanto delgados y piel pálida.
— Ji, cariño, ¿Te transformarías? — preguntó el pelinaranja más como una orden implícita en su dulce voz.
La niña cambió, haciéndose una pequeña y adorable chiquilla de no más de cinco años con orejitas locuras arriba de su cabellera castaña. Tenía la tez levemente más bronceada que la de su hermana mayor, su rostro era más delgado y tenía un lunar debajo de su labio. Cuando ella sonreía dejaba a la vista sus pequeños colmillos haciéndola mucho más tierna.
— Vamos a comer, ¿Si?
— Pero papá— se quejó la mayor — Cinco minutos máas.
Un puchero se instaló en sus labios, combinando con el que se abrió paso en el rostro de la menor, ambas jugando con la cordura de su padre. De todas formas el mayor negó con la cabeza, pues era más que consciente de que cinco minutos más podrían bien ser dos horas.
— Sus papás vendrán pronto — declaró, haciendo que la emoción bañara las expresiones de las niñas, y después se dirigió específicamente a la vampirita — ¿No quieres verte bonita para recibirlos?
— ¡La tía Giselle y el tío Jisung dijeron que yo siempre soy bonita!
— No debí dejarlos a solas con esos dos locos — suspiró, recordando la vez que Jisung y Jaemin estaban hablando de sus bellezas propias y todas esas ocasiones en que Giselle se creía la octava maravilla del mundo — De todas formas debes cambiarte y lavarte la carita — agarró la mano de su hija para entrar a su hogar — ¿Quieres que te vean toda sucia?
Minjeong lo pensó un poco y negó con la cabeza al imaginarse la expresión de desagrado que pondrían sus otros dos padres si la encontrasen con la ropa y el rostro llenos de barro.
Siendo honestos y recapitulando, a pesar de ser una vampira se parecía mucho a Jeno.
— ¡No quiero que me vean sucia! — y corrió a su habitación.
— Papá Innie — Injun miró a su hija menor con una pequeña sonrisa, hallándolo con sus orejitas aplastadas hacia atrás y sus mejillas totalmente sonrojadas — Quiero ayudarte a preparar la cena ¿Puedo?
A diferencia de su hermana mayor, Jimin era una pequeña, algo tímida, pero bastante agresiva cuando de sus cosas se trataba, y posesiva con su papá humano y su hermana mayor.
