Capítulo 1.

2.8K 147 5
                                    

Me he despertado con lágrimas en mis ojos y con un vacío dentro de mí, siempre es lo mismo, nunca recuerdo nada, y lo poco que logro recordar de mis sueños es confuso, borroso, no tiene sentido.

Pero me gusta pensar, que esas personas que están en lo más profundo de mis sueños, son mis padres.

— Verónica ¿Estás despierta? — Escucho la voz de Thomas desde el otro lado de la puerta, no respondo, me mantengo en silencio y lucho para levantarme de la cama.

— ¿Verónica? El desayuno está listo, Teresa espera por nosotros.

— Enseguida bajó. — Respondo somnolienta —¿Aún dormías? Verónica, sabes que hoy es un día muy importante — Me regaña una vez que entra a mí habitación y descubre que aún no me he levantado de la cama. — ¿Qué tiene de importante? — Inquiero confundida.

— ¿No lo recuerdas? Qué idiota — Lo último lo dice en un susurro que logro escuchar. — Oye — Chillo y le arrojó una almohada a su rostro fingiendo estar ofendida. — Hoy nos visita el príncipe Kevin. — Responde con calma.

— ¿Y eso porque es importante?

— Esté lugar necesita una remodelación, comida y libros nuevos para los niños. — Explica mientras mueve las cortinas — No creo que las demás piensen lo mismo, solo quieren ver al arrogante hijo del rey Frederick porque es apuesto. — Digo cubriendome con las sábanas para continuar con mí sueño.

— Deja de holgazánear y arréglate, te vez horrible. — Me regaña. — No me interesa el príncipe Kevin.

— ¿Enserio? Entonces no te agradará darle un recorrido por el orfanato. — Me acomodo en mí cama y lo miro fijamente esperando una explicación — Fue una orden de Teresa, no puedes negarte.

— Thomas ¿Porque tardas tanto? — Matt entra a mí habitación y me observa por un par de minutos — Déjame adivinar ¿Lo olvidaste?

— Lo olvidó — Es Thomas quien responde, Matt se cruza de brazos y sonríe, como odio esa sonrisa burlona.

Conozco a estos dos desde pequeña, somos amigos de la infancia y los considero mí única familia.

Los tres somos huérfanos, y hemos estado juntos desde que tengo memoria, vivimos en un orfanato junto a otros niños que esperan ser adoptados.

Me resigne a nunca ser adoptada, pues ya casi cumplo dieciocho y nadie se ha interesado en mí.

Recuerdo vagamente cuándo Teresa me encontró cerca del bosque prohibido, tenía siete años, estaba sola y muy débil, no recordaba nada ni sabía porque me encontraba en ese lugar.

Teresa fue muy generosa y me dió cobijo en el orfanato, dónde conocí a Thomas y a Matt.

Ninguno de los tres fuimos adoptados, pero gracias a la generosidad de Teresa podemos vivir en el orfanato tranquilamente junto a otros jóvenes que tampoco fueron adoptados, nuestro deber es ayudarla con los quehaceres de este lugar.

Algo dentro de mí sabe que mis padres están vivos, y que me buscan por todas partes, se que algún día los encontraré.

No los recuerdo, no recuerdo nada de mí.

Pero estoy segura de que los encontraré.

— Te esperaré en el comedor. — Dice Thomas sacándome de mis pensamientos — De acuerdo — Digo en voz baja y observó cómo ambos salen de mí habitación

Me preparo lo más rápido posible, tengo poco tiempo para arreglarme y de verdad luzco espantosa.

Una vez que estoy lista, bajo las escaleras para desayunar junto a Thomas y Matt quienes ya se encuentran en la mesa. — Buenos días — Saludo amablemente y tomo asiento junto a Matt.

La hija de Dracula Where stories live. Discover now