𝗦𝗘𝗥 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗧𝗨 | 𝗖𝗵𝗮𝘀𝗲 𝗗𝗮𝘃𝗲𝗻𝗽𝗼𝗿𝘁

17. ¿𝗟𝗶𝘀𝘁𝗼𝘀?

(Rosie en multimedia)

Chase

-¡Chase despierta, se nos hará tarde!- abrí los ojos y vi que se trataba de Leo, quien gritaba mientras golpeaba la puerta de mi cápsula.

-¡NO HAGAS ESO, DUELE!- exclamé irritado saliendo de ella- Te he dicho que mi oído es sumamente sensible.

-Lo siento, pero te estuve hablando por un par de minutos- dijo- Al parecer tu oído no es tan sensible como dices... - musitó, y claro que mi oído biónico escuchó eso.

-Jaja, que divertido– respondí sarcástico- ¿Dónde están los demás?- pregunté mientras inspeccionaba con mi vista todo el laboratorio.

-Desayunando- respondió el pequeño revisando su celular- Apúrate, te veo arriba- dijo eso y se dirigió al ascensor.

Me dirigí al baño del laboratorio y tomé una ducha rápida. Cuando salí, fui al tablero de las cápsulas a elegir mi ropa para la escuela; un pantalón de mezclilla, una playera gris y mis tenis igualmente grises. Entré a la cápsula y me vistió. Salí de ella, tomé mi mochila y me dirigí a la sala.

-Buenos días, Chase- me saludó Tasha- ¿Qué vas a desayunar?

-¡Hola!- los saludé a todos- Amm... avena- dije y me dirigí a la cocina a sacar lo necesario para prepararla.

-Que abuelito, Chase- escuché a Adam decir desde el comedor- Hay hot cakes y cereal de rosquillas de azúcar y galleta.

-Oh, perdona... - comencé a decir- No quiero que mi cerebro quede atrofiado de azúcar como él tuyo- dije preparando mi avena para después meterla al microondas.

-¡Boom!- dijo Leo viendo a Adam y éste sólo hizo una mueca de desagrado.

-Chicos, los quiero aquí en cuanto acabe la escuela, nada de paradas- habló el señor Davenport levantándose de la mesa y dirigiéndose a la cocina.

-¡¿Pero y la fiesta?!- exclamó Bree volteando a verlo.

-Es cierto, dijiste que podíamos ir - replicó Leo.

-Si irán Leo, pero a Adam, Bree y Chase los necesito aquí para un entrenamiento rápido, ¿de acuerdo?

-¿A qué hora podremos irnos?- pregunté sacando mi avena del microondas.

-Después de las siete pm, ¿de acuerdo?

-¡Está genial, Súper D!- exclamó Leo- Rosie pasará por mí a las ocho pm.

-¿Qué?- preguntó el señor Davenport extrañado- ¿No se irán juntos?

-El auto de Sarah es pequeño, sólo hay espacio para cuatro personas, los chicos tenían planeado pedirte el auto- dijo Leo y el señor Davenport abrió los ojos como platos volteando a verme.

-¿Sarah?- preguntó.

-La mejor amiga de Rosie- respondí- Pero tranquilo, siempre que nos ha prestado el auto he sido yo quien va del lado del piloto, aunque se conduzca solo- mentí.

-Claro que n...- comenzó a hablar Adam pero antes de poder terminar Bree le cubrió la boca con su mano.

-Hmm, de acuerdo... - respondió el señor Davenport- Les presto el auto y pueden irse de aquí a las ocho pm.

-Nos veremos hasta las dos am- dijo Adam con malicia.

-Por supuesto que no- respondió el señor Davenport- Tienen hasta las doce.

-¿Qué? ¿Sólo cuatro horas?- cuestionó Bree- Déjenos hasta las dos am, es nuestra primera fiesta, sin mencionar que ya somos mayores de edad para poder quedarnos hasta tarde.