Sonó mi móvil y abrí de inmediato la foto, me había mandado la imagen del ultrasonido. Una sonrisa ilumino mi cara.

- ¿Qué ves aquí?- Le pregunté a Andrea enseñándole la imagen.

- Un cuadro abstracto.- Bromeò.- ¿Qué se supone que debo ver?- Preguntó con curiosidad acercándose a la imagen.

- Un niño o una niña.- Respondí como si no hubiera más lógica a mi pregunta.

- Un niño y que niño.- Respondió sorprendida señalando.

- Eso es cordón umbilical, tía.- Le expliqué rodando los ojos.

- Trae.- Me quitó el móvil.- Te va a tocar sacar la escopeta. Es una niña.- Dijo sonriendo.

- ¿Cómo lo sabes?- Pregunté con impaciencia.

- Lo pone al pie de la foto.- Me devolvió el móvil.

No me había dado cuenta pero Valentina había escrito "Nuestra pequeña" tardé unos segundos en reaccionar, releyendo aquella frase.

- ¿Voy a tener una niña?- No me lo creía.- ¡Voy a tener una niña!- Grité levantando por los aires a Andrea.

Desde que nació el pequeño David, Valentina tenìa un brillo especial en los ojos cada vez que estábamos con él, cada vez que lo tenìa entre sus brazos, se le caía la baba.

Yo evité cogerlo hasta que empezó a sostenerse solo, cuando ya podía jugar con él sin miedo a que se rompiera, haciendo la payasa para que estallará a carcajadas, me había convertido en la tía Juliana, la consentidora, me adoraba y yo a él.

Siempre saltaba a mis brazos cuando me veía para que le hiciera el avión o para que lo cargara como un saco de patatas sobre mis hombros.

Y aquí estábamos, íbamos a tener una hija, de pronto me di cuenta que no sabìa como educar a una niña, aunque eso daba igual cuando iba a estar rodeada de gente que la amaba.

Recibí otro mensaje, Elena estaba llevando a su hija al aeropuerto, en un par de horas estaría aquí.










Llegué impaciente al home, Valentina estaba sentada en la cama leyendo, con la espalda apoyada en una almohada doblada.

Le di un beso, retirè parte de la camiseta dejando al descubierto su tripa y bese a mi hija, la acaricié mientras le hablaba.

- Hola princesa...






Valentina POV.

Juliana estaba hablando con mi tripa como a menudo, lo hacìa de una manera muy dulce.

Dejé mi libro a un lado para poder acariciarle el pelo mientras ella seguía contándole cosas.

- Ha sido lo mejor del día verte, pequeña.

- Aly.- Dije con seguridad.

- Maca, Macarena, es nombre de princesa.- Me rebatió dedicándome una sonrisa.

Me gustaba aquel nombre, acaricié su rostro devolviéndole la sonrisa.

- He traído la cena.- Le informé.

- Espera.- Rogó sentándose a mi lado.- Las mamas necesitan intimidad.

Me besó con ternura sosteniendo mi barbilla, su mano abandonò mi cara para meterse bajo mi ropa interior, acariciándome suavemente.










Llegó el domingo de la carrera, cuando me desperté Juliana ya no estaba, tenìa que reunirse con el Heda Team y luego ir al equipo oficial para el que corría.

Hay personas que te dejan una nota en papel, otras escriben en el espejo del baño con un pintalabios y luego esta mi mujer quien lo había usado para dibujar un corazón en mi barriga.

Cuando salí pude ver que estaba nublado aunque hacìa sol, escuché a un hombre llamarme.

Jacobo había venido de visita, se le veía algo desmejorado pero conservaba su buen humor, me acompañó durante toda la mañana. Extrañaba esto estaba segura, yo también lo haría en su lugar.

Había terminado de curar a uno de los chavales, en las pantallas de la clínica vi como se apagaba el semáforo dando inicio a la carrera, me acomodé al lado de mi antiguo jefe para disfrutar de una nueva victoria de Juliana.

La carrera había empezado de una forma tranquila hasta que Juliana saliò despedida, la moto había caído cerca de ella o sobre ella, no estaba segura. Y como siempre las cámaras dejaròn de enfocar el accidente para seguir retransmitiendo la carrera.

Me paralicé, estaba temblando, hiperventilaba, sentía que me ahogaba y el corazón me sacudía el pecho con fuerza. Jacobo estaba de cuclillas frente a mi hablándome y ordenando cosas pero no podía oír nada de lo que decía.

Todos se movían a mi alrededor nerviosos, mis lágrimas empezaròn a brotar.

- ¡Valentina! ¿Valen, puedes oírme?- Escuchè a Jacobo y asentí.- Esta bien, necesito que respires conmigo, despacio, inhala, exhala, inhala...










Juliana POV.

Tumbé para entrar en una curva cerrada, el neumático no estaba lo suficientemente caliente y salí despedida, volé hasta que mi espalda golpeo con fuerza el césped, aturdida abrí mi visera.

El cielo estaba gris, algunos tímidos rayos de sol atravesaban las nubes, solo escuchaba los latidos de mi corazón.

Todo se oscureció, la moto daba vueltas de campana acercándose a mí. Un grito desgarrador salió de mi garganta y perdí el conocimiento.

Abrí los ojos como si me hubiera despertado de una pesadilla, sudando y con la respiración agitada. Estaban retirando la moto que había caído sobre mi pierna, dolía, dolía mucho, parpadee.

No se cuanto tiempo había transcurrido pero me estaban recogiendo con la camilla de palas, estaba sufriendo algunos desmayos, seguramente era la forma en la que mi mente desconectaba del dolor.

Solo podía pensar en Valentina.

- Avisad a Valentina.- Pedí con un hilo de voz.- Que alguien le diga a la doctora Carvajal que estoy bien.- Nadie parecía escucharme, me estaban levantando del suelo.- ¡Joder! Esta embarazada, le podéis decir que estoy bien.- Grité intentando levantarme de la camilla.

Grité cuando apoyè el peso sobre mi pie, todos me sujetaròn para evitar que me cayera.

- Dejarme.- Ordené sacudiendo mis brazos para soltarme.

Noté un pinchazo en el cuello, las voces se distorsionaron, mi vista empezaba a nublarse y me sentía ligeramente mareada.

Oscuridad total, lo ultimo que sentí fuè la presión de las cinchas mientras las ajustaban a mi cuerpo.










Pues ya solo quedan 5 capitulos.... Nos leemos mañana 😉🥰




Esta historia NO me pertenece, es una adaptacion realizada con la autorizacion de su autora saritasegval

Rider in love I (Juliantina)Where stories live. Discover now