L'été

37 9 0
                                    

Verano 2010, dieciséis años de edad  

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Verano 2010, dieciséis años de edad  

Mamá me dijo que habías ganado una competencia en matemáticas, no lo dudaba siempre fuiste tan listo. 

Era verano y me encontraba tumbado en el sofá de mi sala, mamá y papá habían salido y yo estaba solo, en la preparatoria habían organizado un viaje a Jeju, no quería ir,  por que desde mi sofá podía verte salir de tu casa, pero si estaba en Jeju no podría. 

Ya pasó tiempo desde que dejamos de hablar, ahora cuando me ves huyes, ¿Porqué bajas la mirada cuando me ves? No lo hagas eso solo  me hace sentir superior, no soy superior a ti Kang, no bajes tu mirada al verme por que no valgo la pena. 

¿Tres años no te fueron suficientes para olvidarme?

Sí y no. 

Lo habías hecho por que ahora estabas con Eunsang, era algo muy predecible, él nunca te ignoro y buscaba tu atención, él siempre estuvo a tu lado. Pero no me habías olvidado por completo por que siempre te sorprendía mirándome desde la ventana de tu habitación, entonces empecé a agradecer que vivieras justo al frente de mi casa. 

¿Por qué si Eunsang podía hacerte feliz no lo eras?

Aunque me costara admitirlo Lee era el indicado para ti, no te negaba, tenia tu edad, eran parecidos, tenían las mismas ganas de comerse al mundo. ¿Qué tenia yo de especial?

Siempre me fue inevitable pensar en ello si estaba tirado intentando no pensar en eso,  la puerta fue tocada y sin ánimos me pare a atender. Eras tu. Vestías una camisa de cuadros roja y una playera blanca, tenías los pantalones desgastados y el cabello  tan bien acomodado.  

Forzaste una sonrisa y extendiste tus ahora largos brazos.

— Mamá hizo pay de limón, me ha pedido que te traiga un poco.

Asentí y lo tome, hiciste una reverencia para luego darte la vuelta, tome tu brazo, aunque no se muy bien el por que lo hice. 

— Gracias Kang.

— No es nada Koo.

Koo, ese es mi nombre, pero ahora que lo dices ya no es tan cálido como antes, solo era eso, un nombre vacío que escapaba de tus labios. Seguiste forzando una sonrisa y un niño se acerco a abrazarte, ahora tenías trece años, la edad que yo tenía cuando te fallé. 

Perdón por no darme cuenta que también sentía lo mismo por ti.

Ese niño me miro, y sonrió, creo que era tu primo Seongmin,  tu familia tenía un excelente gen, pues el pequeño también era lindo, no tanto como tu, pero lo era.

— Minhee, quiero jugar— dijo sacudiendo tu cuerpo delgado— ¡juega conmigo! ¡Que el también juegue! 

— El no puede jugar Seongmin, Koo tiene que estudiar.  

El niño me miro con ojos suplicantes, no sabía que hacer, quería pasar tiempo contigo, pero entendía muy bien que tu no querías  pasar tiempo conmigo. 

— Lo siento pequeño Seongmin pero Kang tiene razón no puedo jugar ahora, otro día podrías venir y con mucho gusto jugare contigo.

—¡Lo prometes! — dijo dando saltitos

 Tu sonreíste, después de mucho tiempo sonreíste en mi presencia. 

— Lo prometo bonito.

Tu primo siguió dando saltos de felicidad y se fué corriendo a tu casa, al darte cuenta que otra vez estábamos solos tu sonrisa se fue, bajaste la mirada y te diste la vuelta.

Me dejaste sin decir nada, así como yo la primavera de hace tres años.

Ahora que lo pienso, tienes razón, soy un idiota.

Ese verano fue el más largo, la preparatoria no era lo que yo creía, me llenaron de tareas que no revisarían pues el semestre había terminado, aún así mi madre insistió en que debía hacerla toda. Tu pequeño primo Ahn Seongmin se quedó todo ese verano y fue mi excusa para verte.

Seongmin me recordaba a ti cuando tenías cuatro años, tan asombrado del mundo y siempre con una sonrisa tímida al principio, aunque Ahn no era el único pequeño en el vecindario, el nieto de los señores Kim también había venido ese verano. Taeyoung por el contrario era como yo, alguien que entraba en confianza muy rápido y que no le agradaba mucho el perder.

Estábamos en el patio de tu casa y los niños rellenaban las pistolas de agua y los globos. Tu ropa estaba mojada todo lo contrario a la mía, tenías una sonrisa tan hermosa en tus labios que parecía que mi presencia ya no te importaba en lo absoluto. Estaba feliz por eso.

Por qué eras un día de verano, con esa brisa ligera, y tan fresca, sin preocupaciones del mañana, solo disfrutando del aquí y el ahora. Perfecto.

—¿Cómo te va en la escuela?— te pregunte sin más

— Gane un concurso.

— Eres muy inteligente Kang.

— Fue fácil, siempre te ví haciendo tarea y aprendí una que otra cosa.

— ¿Como que X valía 8?— te dije buscando tu mirada.

Soltaste una risa ligera y cerraste los ojos para rrecostarte  en el pasto, otra vez podía ver tus pecas hermosas y tus largas pestañas que se encontraban cada vez en tus mejillas cuando cerrabas los ojos.

— Oh que un vector indica una magnitud, un sentido y una dirección.— dijiste abriendo los ojos— pero si quiero alardear, también aprendí que la fórmula para calcular la energía cinética es masa por velocidad al cuadrado sobre dos.

— Eres un presumido Kang, no deberías de saber nada sobre física para que te costará aprender todo eso.

Ibas a decir algo más pero Ahn y Kim nos rosearón con las pistolas de agua, te paraste y tomaste a tu primo de la barriga para quitarle la pistola y ser tu quien lo empapara. Salió corriendo y arrastró a Kim para que el mayor lo protegiera de ti.

Kim lo hacía se ponía frente al chorro para que Seongmin no fuera alcanzado por una sola gota de agua, llegando incluso a aferrarse a tus delgadas piernas largas. Juraba que dentro de poco ya tendrías mi altura. Me llamaste pidiendo ayuda, pero tome a los niños y salimos corriendo y empezamos a tirarte los globos, Taeyoung me entregó la pistola para que yo los defendiera de ti, mientras tú decías que era una pelea sucia.

No me dí cuánta que mis compañeros de escuela pasaron por ahí, pero cuando lo hice dejé las pistolas y me marché.

Ambos menores me llamaron para que siguiera jugando con ellos, pero tú los tomaste las manos.

— Déjalo Seongmin, es costumbre de Koo irse. — volviste a mirarme con desprecio— nunca puedes contar con él realmente.

Saisons [Minimo/Minibin]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum