Prohibido Enamorarse de Dulce ©

Capítulo 51| New York

—Prioridades chiquito —sonreí como una tonta al ver que le había dado directo en el ego.

—Sí, si —cuando Damon salió por completo del baño yo corrí nuevamente a él.

Ahora era mi turno de relajarme, creo que había tomado mucha agua, ya cuando salí me encontré con lo más lindo y rico del mundo.

— ¿Qué haces? —pregunté mientras me acercaba lentamente a él.

—Tu desayuno —me tendió una bandeja con huevos estrellados, tocino, unos empanados y una bebida naranja, se veía delicioso.

—Gracias —chille mientras le plantaba un beso fugaz en la mejilla y me sentaba en la cama justo a su lado para desayunar.

El día pasó bastante rápido, entre acomodar nuestras cosas y fascinarme por la ropa que había comprado Damon en eso se resumió las horas, tenía un buen ojo debía admitirlo.

Después de dejar el cuarto completamente ordenado, salimos a eso de las seis de la tarde y debía admitir que a esa hora, la vista era espectacular.

Esto se sentía realmente bien.

—Señor, me deja en Times Square, por favor —pidió Damon al taxista quien le sonrió.

—Claro joven.

—Mira por la ventana —aconsejó mi demonio mientras pasaba un brazo por mis hombros.

Había sido muy buena idea, los edificios eran una cosa asombrosa, había mucha gente en la calle pero lo que resaltaba más eran los carteles enormes de publicidad y sus colores llamativos.

Después de unos minutos más apreciando la vista, me quede totalmente encantada por el nuevo escenario. Había todo tipo de lugares y unos carteles inmensos que eran simplemente Wow

—Sabía que te encantaría —Damon agarró mi mano con sorpresa y me guío entre las multitudes para cuando abandonamos el taxi.

—Es muy hermoso —dije aun asombrada.

—Lo es, creo que es el lugar más visitado de todo New York.

—Si —chillé alegre —Espera ¿Qué haremos ahora?

—McDonald's

Mi cara se transformó tan rápido que provocó que Damon soltara una carcajada.

— ¿Estas tan feliz por esto?

—Pues claro —corrí jalándolo.

—Bueno, tenemos cinco días para disfrutar de New York...

—Ya quiero que sea mañana.

—El tiempo se pasará volando.

Y fue tal como lo había dicho Damon.

Habían pasado dos días volando, habíamos visitado cada rincón, Damon era un buen compañero aventurero, me había asombrado la manera en la que se desenvolvía era como si compartiríamos la locura aunque él era más de andar siempre ordenado y ser el chico perfecto.

Habíamos visitado el Puente de Brooklyn, Central Park e incluso habíamos visitado algunos museos fascinantes pero nada tan bello como lo que haríamos mañana, se supone que iríamos a el mirador Top of the Rock, que según decían era simplemente Wow.

—No me ganarás —Damon me dedicó una mirada confiada al igual que su sonrisa.

Hice lo mismo y me apegué a la mesa tomándola por ambos extremos tratando de obtener una posición intimidadora pero solo me gané su risa coqueta.

Tonto

— ¿Listo para perder?

—Eso tendría que preguntártelo a ti.