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¿Cómo describir que el amor de tu vida te toque de esa forma? Es como viajar hasta la luna y antes de apoyar los pies en ella volver violentamente hacia la tierra. Cayendo en la realidad de que estaba pasando realmente.
Manos suaves, ojos brillosos bajo la oscuridad. Kate era todo lo que siempre soñé. Si alguien me dice que era exagerado era porque nunca había estado verdaderamente enamorado.
Sonreí al verla profundamente dormida a mi lado. Le acaricié la cintura bajo las sábanas, también le acaricié un pecho porque no tenía idea si esto iba a volver a suceder, el cuello y la mejilla. Se removió fruncido el ceño, se rascó el ojo y siguió durmiendo.

Mi teléfono sonó en ese momento, no tenía idea donde se encontraba pero llegaba a escucharlo. Después de mirar toda la habitación me di cuenta que lo había olvidado en el baño. Así que, agonizando por soltar a Kate, me deslicé fuera de la cama para llegar. Beck era la que llamaba. ¿Por qué iba a llamarme Beck ahora? No llegue, esperaría vuelva a llamar.
Kate estaba despierta, masajeándose los ojos de sueño. La sábana baja dejándome ver un poco más de lo que debía, cuando bajó los brazos se escondió de nuevo. Rogué para que no se me ponga dura, había aguantado toda la noche.

-Buen día. -La salude besándole los labios. Un tic me asaltó por miedo a que diga que quedarme fue un error y por tercera vez, me mande a casa.

-Hola -Su voz salió más ronca de lo habitual. La agarré de la cintura y la pierna para subirla encima de mi. Se quejó por el movimiento y apoyó la maquilla en mi hombro. Estaba seguro que estaba sonámbula porque no había chance de que me deje hacer eso si estuviera consiente.

-Te haré el desayuno. -Susurré en su oído. No podía creer que ella estaba sobre mi, literalmente. Incluso le estaba acariciando la espalda y a veces me atrevía a bajar un poco más. Claramente, no pensaba levantarme ahora mismo, necesitaba disfrutar esto lo que dure. -¿Qué te gustaría?

-Me gustaría... -Habló entre el sueño, sin abrir los ojos, una mezcla de voz ronca con gemido que me calentaba más de lo normal. -...café y...

-¿Y?

-Waffles... con frutas...

-Ajá... -Peiné su cabello enmarañado por el sueño. -¿Qué más?

Mi teléfono volvió a molestar, sonando escandalosamente. Kate se removió arriba de mi, intentando levantarse o alejarse.

-Sigue durmiendo, amor. -La empuje más a mi pecho besando su frente. Sin dejar de sostenerla con un brazo y llegando al teléfono con el otro para atender. Por mi movimiento, Kate volvió a gruñir por la incomodidad. -Beck. -Saludé a la madre de mi hijo.

-Harry, necesito que pases a buscar a Robert. Estoy atrasada. También, ¿puedes quedarte con él un par de días? Tengo muchas reuniones y trabajo esta semana.

-Uh. Estoy en algunos problemas también con el trabajo... ¿no puede quedarse con... su abuela? Iré a buscarlo hoy de todos modos.

-No voy a dejarlo a dormir tres días en la casa de mi madre, Harry. ¡Para algo tiene dos padres! -Se alteró. Nuestras conversaciones se basaban en solo enfrentarnos por estas cosas. Ella no me perdonaba haberla dejado "sin razón."

-Verás... no me estoy quedando en casa por unos problemas...

-¿Y dónde estás? -Miré a Kate pegada a mi. Saqué un cabello de su frente, no se inmutó. -Si estás en casa de Niall porque te echaron otra vez de tu departamento, puede quedarse allí, Harry. Ya has estado con él allí.

-Estoy... -Miré al techo buscando una buena excusa. -...quedándome con mi... alguien más.

-¿Qué? -Carcajeó desagradable. -¿Una novia?

ForenseWhere stories live. Discover now