—No digas nada, para mí es como despejarme del trabajo, a veces me asfixia, al menos así tengo algo que hacer y un pretexto para respirar —dio de nuevo esa sonrisa tan amable pero amplia que sus ojos se achicaron un poco, traté de ignorar ese cosquilleo en mi estómago, no quería malinterpretar nada. —Por cierto, sería mala idea si te digo ahora que tal vez vaya a Londres antes de octubre, mi padre me necesita.

De inmediato puse mala cara, eso quería decir que se iba a trabajar con su padre en la campaña de otoño cuando específicamente me dijo que sería hasta octubre, ¿Por qué se adelantaba su viaje? Empecé a sentirme impaciente, mi sonrisa se deformó en una mueca de confusión.

—¿Te vas a ir antes? Pero...creí que sería para dentro de un mes y medio.

—Lo mismo dije pero mi padre me explicó la situación y no pude negarme —ahora era él quien se estaba disculpando, su tono de voz y sus mejillas sonrojadas eran la correcta interpretación de ello. —Espero volver para cuando nazca el bebé, tal vez me dé tiempo de comprarle algo lindo.

—¿No se te olvida otra cosa? —levanté una ceja, dubitativa, aguantándome la risa al ver que se quedó con la mirada ausente, esperando que su memoria le jugara a favor.

—Mm...—lo meditó un buen rato, tanto que cuando llegamos a su auto, todavía seguía analizándolo en silencio. —Me rindo, ¿Qué olvidé?

Resoplé y negué con la cabeza, no debía culparlo, los hombres jamás se acuerdan de esos detalles, aun así fue divertido ver que lo intentó.

—Tú demo, espero que encuentres algo de tu banda, no te dejaré olvidarlo, yo nunca lo voy a olvidar —le advertí en un tono serio pero sin ser demasiado cruel, mostré una sonrisita y le clavé los ojos, esperando que se tomara de verdad mi petición.

Al mirarme, vi un brillo interesante en sus ojos, algo peculiar que me atrajo inmediatamente, como una clase de hechizo, que poseía cuando se lo proponía, Dave tenía esa manera exacta de lograr trasmitir todo lo que pensaba o deseaba decir con sus ojos, era algo que podías notar recién lo conocías, conmigo, esa técnica seguía siendo intimidante para mí.

—Estoy seguro de que no me dejaras olvidarlo y eso es algo....—se detuvo un momento para pensar en una palabra perfecta, me seguía contemplando de manera tan prolongada como si al mirarme pudiera encontrar eso que buscaba.

—¿Obsesivo? —insinué entre risas, sabía que me pasaba un poco pero me lo prometió, no iba a descansar hasta que lo cumpliera.

—Yo diría más bien encantador —sus ojos estudiaron mi expresión y una sonrisa se fue asomando de entre sus labios.

Me quedé mirando hacia el parabrisas, me puse el cinturón de seguridad, deseando con muchas fuerzas que se dignara a dejar de verme pero supuse que algo en mi cara debía parecerle gracioso, así que dejé que se divirtiera porque si me había tomado por sorpresa.

—¿Es que acaso te gusta que te acosen? Espera, seguro que sí, con tus fanáticas locas debiste haber estado acostumbrado a eso. —admití, frunciendo el ceño, sentí que la frente se me poblaba de arrugas al imaginar la gran cantidad de mujeres que debían haberlo acosado en su mejor momento como músico. Que fastidio.

Se rió a carcajadas, el sonido de su risa me distrajo de mi vista hacia el cielo, era bueno oírlo reír y que de nuevo fuese yo el motivo de eso.

—No me hice músico ni cantante para ser acosado por mujeres pero supe que eso conllevaba el cantar y lucir como rockstar, no niego que fue divertido pero también fue muy cansado, algunas son peligrosas —se le dilataron un poco los ojos, por primera vez vi una expresión de terror en su rostro, incluso se removió un poco en su asiento, queriéndose quitar de encima el ligero estremecimiento.

Mi Recuerdo Favorito©+18 [MCF#3]Where stories live. Discover now