Andaira empezó a acercarse a ellos con intención de preguntar acerca de su primo Falco, el adolescente le había acompañado al hospital para visitar a su amigo herido de guerra y siempre le esperaba para poder regresar juntos a casa y de paso dar un paseo, le extrañaba que se hubiera ido sin ella. 

-¡Es mi culpa! ¡Todo es mi culpa! -La pelirroja se sobresaltó al escuchar como el señor Jaeger empezó a gritar llevándose las manos a su propia cara mientras daba un grito lleno de horror, rápidamente la joven se acercó a él corriendo y cuando estuvo a su lado puso una mano sobre su hombro intentando transmitirle algo de tranquilidad. 

-Señor Jaeger, intente coger aire, no ha hecho nada. -La pelirroja sacudió levemente el cuerpo del hombre, quien seguía gritando de forma histérica con sus manos en su propia cara tapándose los oídos, el señor Kruger se mantenía mirando la escena con una expresión neutral, aunque la pelirroja no le prestó atención alguna. La adolescente quitó las manos del hombre de sus orejas para que pudiera escucharle y le habló con un tono tranquilo intentando brindarle paz para que se relajara. -Por favor señor Jaeger, intente relajarse, venga, vayamos con su doctor. 

De repente un doctor y una enfermera se pusieron al lado de la pelirroja, quien se apartó haciendo una pequeña mueca apenada de ver al señor Jaeger de esa forma, recordaba verlo de pequeña e incluso había llegado ir a su consulta un par de veces, pero a lo largo de los años el hombre se fue volviendo más senil y sus pecados fueron haciéndose cada vez más pesados para su débil cerebro.

-Disculpen, lo perdimos de vista por un momento. -La enfermera dirigió esas palabras a Andaira y al señor Kruger con una expresión algo nerviosa, la pelirroja negó con la cabeza y se llevó la mano derecha a la zona de su propio pecho para coger con su mano el collar que Sasha le había regalado una vez hacía ya más de cuatro años, un supuesto talismán de protección del cual no se había separado y que solía tener bajo la ropa cuando se encontraba con sus compañeros guerreros o los generales Marleyenses, aunque en su tiempo libre solía tenerlo fuera para poder tenerlo a mano. 

-No se disculpe, cuiden de él, por favor. -La enfermera asintió con la cabeza de forma leve y después levantó al señor Jaeger junto al doctor para llevarlo al interior del hospital. Andaira hizo una pequeña mueca al escuchar los lamentos del hombre mayor, recordando como ella misma se despertaba de una forma similar debido a las pesadillas y se preguntó si llegaría un punto donde perdería la cabeza tal y como lo había hecho ese hombre. 

-¿Lo conoces? -Una voz grave y ronca sonó a su lado, la pelirroja giró la cabeza y observó el perfil del señor Kruger, quien seguía observando al señor Jaeger siendo arrastrado hacia el hospital. 

-Si, es el abuelo de un amigo mío, por desgracia con el paso de los años ha ido volviéndose en la persona que ves ahora... Por cierto, soy Andai... -La pelirroja no pudo acabar de presentarse, pues el señor Kruger le interrumpió sin llegar a dirigirle la mirada.

-Sé quien eres... Falco me ha hablado de ti. -La pelirroja alzó de forma leve las cejas algo sorprendida por que el hombre fuera tan cortante, no era como su primo se lo había descrito. 

-Si, Falco también me ha hablado de usted, creía que estaría aquí, ¿Sabe a donde fue? -El señor levantó su mano derecha y señaló hacia la derecha suya, donde se encontraba la puerta que daba al exterior del recinto del hospital. 

-Me dijo que le esperaría fuera. -Andaira asintió de forma leve con la cabeza y fijó su mirada en el ojo vendado de ese hombre, puesto que en ningún momento el hombre realizó contacto visual con ella. 

-De acuerdo, muchas gracias por hablar con él, le ha brindado mucha fuerza y sale más animado después de hablar con usted. Se lo agradezco, espero que se mejore. -Después de decir estas palabras la pelirroja empezó a caminar hacia la salida del recinto, cuando pasó frente al hombre intentó crear contacto visual para darle una sonrisa de agradecimiento, pero no fue posible que ese contacto visual se realizara debido a que el único ojo al aire libre del hombre se encontraba tapado por su largo pelo, por lo que la pelirroja decidió dejar ahí la interacción con ese hombre y se dispuso a salir del recinto del hospital. 

Una vez afuera Andaira observó a su primo Falco apoyado en el muro perteneciente al recinto del hospital con una expresión tranquila observando el cielo despejado que había ese día, al notar la presencia de su prima el adolescente rubio dirigió su mirada a ella y le sonrió de forma amplia. 

-Hola Andaira, ¿Qué te han dicho? -Andaira se acercó a su primo y le revolvió el pelo de forma cariñosa mientras sonreía de forma leve y después empezó a caminar teniéndolo a él a su lado. 

-Me han dicho que ya no tengo que volver más, la herida está casi cicatrizada, así que todo está bien ya. -La pelirroja observó como la sonrisa de Falco se hacía más amplia debido al alivio que eso le causaba. -Así que tal vez no tenga que llevar el brazo así al festival. 

-Aún no me creo que vayamos a tener un festival aquí en Liberio. -Falco observó a su alrededor sonriendo con entusiasmo. -¿Alguna vez has estado en uno? 

-No, es la primera vez que los países hacen una alianza como esta con Marley, también será mi primer festival, dicen que van a poner varios puestos de comida perteneciente a diferentes partes del mundo, espero que también pongan música. 

-Eso sería genial, podremos comer todo lo que queramos y bailar hasta caer rendidos, nos han dicho que estaremos libres en lo que dure el festival, solo tenemos que ayudar como camareros en la fiesta que se realizará con los lideres de otros países. -Andaira observó a su primo menor con una pequeña sonrisa debido a lo contenta que le ponía ver esos ojos ámbar con un brillo de felicidad. 

-Es una buena experiencia, ¿Me guardarás un baile? Podrás bailar con Gabi el resto del tiempo, pero guárdame aunque sea un pequeño bailecito. -Andaira observó como las mejillas de Falco se ponían de un rojo intenso en cuestión de segundos, cosa que hizo que ampliara su sonrisa, le gustaba ese amor tan inocente que su primo sentía y las reacciones que tenía cada vez que se mencionaba el tema. 

-No seas como Colt... Él aprovecha cada oportunidad que tiene para reírse de eso. -La pelirroja negó de forma leve con la cabeza mientras sonreía y colocó su mano sobre la espalda de su primo menor. 

-No nos reímos de ti, solo nos gusta verte así. ¿Piensas declararte a ella? -La pelirroja observó como las mejillas del menor se pusieron aún más rojas, cosa que llamó su atención.

-Yo... Técnicamente ya lo hice. -Andaira alzó las cejas sorprendida e inclinó levemente su cabeza para observar mejor la cara de su primo en busca de una explicación. -Cuando regresamos del entrenamiento, después de haberla superado corriendo... Le dije que me esforzaba de esa forma por ella, pero ella no lo entendió y me echó en cara que me metía en su camino y que eso no era ayudarla. 

-Oh... ¿Y no piensas aclarárselo? Eso no es una declaración como tal, ya sabes que Gabi solo piensa en llegar a ser una Marleyense honoraria, esta muy centrada en ello y no mira más allá. 

-No lo sé... Tal vez cuando encuentre el momento adecuado. -Falco se encogió levemente de hombros dirigiendo su mirada hacia el piso teniendo aún sus mejillas completamente sonrojadas, la pelirroja sonrió de forma leve y acarició la espalda de su primo menor intentando reconfortarle. 

Esclavos de la guerra (Shingeki no Kyojin)Where stories live. Discover now