Capítulo 3

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-Señorita Ajmátov, preste atención.

-Sí profesor.

En cuanto siguió con el tema volví a mirar por la ventana. Esta vez me fije en mi reflejo. Nariz pequeña y respingona, ojos grandes y labios carnosos.

Tenía el mismo rostro que mi madre, salvo el color de ojos y el pelo, que los tenía como mi padre. O al menos eso tenía entendido, ya que nunca le conocí. Se había marchado tras dejar a mi madre embarazada de mí apenas siendo adolescentes. Mi madre decidió tenerme en vez de abortar como querían mis abuelos que hiciera, por lo que tuvo que irse de su ciudad y trabajar muy duro para poder mantenernos a las dos.

Ahora tanto trabajo había dado sus frutos. No es que fueramos ricas pero no me faltaba nada.

A pesar de ello no quería arriesgarme a que mi madre tuviera que volver a pasar por lo mismo de nuevo así que desde que empecé el instituto me centré bastante en los estudios para conseguir una beca para la universidad.

Pero eso no quería decir que las clases no me parecieran un fastidio.

-Este viernes vamos a casa de Brat -dijo Brandon en cuanto tocó el timbre que indicaba el fin de la clase.

Abrí la boca para contestar pero me interrumpió- Ni se te ocurra poner ninguna escusa que te conozco. Tu vienes y punto. Además -me miró insinuante- a Brat le hará mucha ilusión.

-Y dale con Brat. ¡Qué no me gusta!

-Es muy guapo. Deberías experimentar un poco con él -movió las cejas de arriba abajo -. A ver si se te quita esa cara de virgen reprimida que tienes.

-Yo no tengo cara de eso! Experimenta tú con él -le dije indignada. A estas alturas ya había aprendido, lamentablemente por experiencia, que ningún hombre valía la pena.

-Lo haría pero está fuera de mi liga. Te recuerdo que es hetero -tras haber cogido nuestras cosas salimos de clase para ir a las taquillas-, sino ya hubiera sobado esos glúteos tan redondos -movió las manos como si estuviera agarrando un culo.

Puse los ojos en blanco -Reconozco que es guapo, pero Brat va a lo que va. Se ha tirado a todo el grupo de las putas.

-¿Y quién no se ha follado a alguna en un momento de calentón? Hasta yo, que soy gay.

Llegamos a las taquillas. La de Brandon solo estaba dos más alejada de la mía.

-Alaia -medio susurró-gritó- no te gires, disimula, ahí viene Brat. Está detrás de ti -madre mía, estaba hiperventilando -¡Está detras de ti!

Se giró rápidamente para meter la cabeza en la taquilla.

¿Acaso este chico sabía lo que era disimular?

-Hola Alaia.

Suspiré y me giré hacia Brat.

Volví a suspirar. Era el típico chico perfecto. Guapo, alto y rubio, quarterback del equipo de fútbol, familia rica, incluso sacaba buenas notas.

Me sonrió -¿Vendrás a mi casa este viernes? -preguntó acercándose más a mí.

-La verdad...

-Irá -de repente Brandon sacó la cabeza de su taquilla. ¡Maldito!-. Iremos todos -le lancé una mirada de muerte a lo que él contestó lanzandome una sonrisa de niño bueno-. Estaremos allí a las 9.

Brat volvió a sonreir. ¿Es que siempre sonreía? ¿No le dolía la cara?

-Si quieres paso a recogerte -me dijo sacándome de mis pensamientos.

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