Maestra y experto

Capítulo 16: Misterios revelados

Las lágrimas corrieron por sus mejillas y no pudo evitar sonreír. "Oh Ichigo... si esto es un sueño, no quiero despertar. He estado esperando escuchar esas palabras por algún tiempo. Gracias... estaba empezando a pensar que nunca recuperaría mis sentimientos." "

Superando rápidamente su sorpresa, Ichigo la rodeó con sus brazos, frotando su espalda con dulzura y cerrando los ojos. "Lo prometo ... me ocuparé de que Aizen sea derrotado y que la paz sea restaurada. Entonces podremos vivir en paz ... tú y yo."

"Eso suena hermoso", dijo Yoruichi mientras sus lágrimas disminuían. Pronto se relajó en sus brazos, cerró los ojos y se centró en su calidez. No me importa si alguien logra vernos así. Nada puede arruinarme este momento.

Ichigo sonrió al sentir que ella se calmaba. "Oye Yoruichi, deberíamos ir a algún lado... no estoy muy seguro de qué hacer ahora."

"Quedémonos así por un tiempo. Estoy demasiado cómodo para moverme en este momento".

"Hazlo a tu manera," respondió Ichigo mientras inclinaba su cabeza sobre la de ella.

Casi se quedan dormidos en esa posición. A pesar de que estaban de pie, se sentía tan cómodo que la presión en sus pies no hizo mucha diferencia. Además de eso, sus cuerpos del alma tenían una mayor tolerancia a las incomodidades. Ichigo solo sugirió que se fueran cuando notó que los cielos comenzaban a oscurecerse en la noche que se aproximaba.

Después de hacer una breve parada en la tienda de Urahara para que Ichigo pudiera volver a entrar en su cuerpo y Yoruichi pudiera volver a su forma de gato, se dirigieron a casa. Rukia no estaba allí para recibirlos, y Urahara les había dicho que había decidido regresar al armario de Ichigo para poder descansar.

"Por cierto ... será extraño tener una relación contigo ya que mi familia piensa que eres nuestro gato", dijo Ichigo.

Yoruichi se rió entre dientes y le acarició el cuello con la nariz. "Estoy segura de que podremos salir adelante. Quiero decir, tu familia ya sabe que puedes ver fantasmas. Teniendo en cuenta que saben de la existencia de fantasmas, estoy segura de que no será demasiado estírate para decirles que el gato de la familia es realmente una mujer ".

Ichigo sonrió con satisfacción ante la mirada que tendrían en sus caras. "Solo puedo imaginar lo que mi papá haría si se enterara. Quiero decir, él sabe que pasaste la noche en mi habitación como un gato ... así que si se enterara, su imaginación podría descontrolarse un poco".

"Con razón", respondió Yoruichi. "Si estuvieras en su posición y lo supieras, no podrías evitar sospechar que sucedía algo más que un niño pasando tiempo con su gato".

Ichigo se rió de eso. "Sí, y espero que Yuzu y Karin no se lo tomen tan mal. Quiero decir... son solo niñas pequeñas." Entonces su rostro se puso algo más serio. En serio espero que se lo tomen bien, y si se dan cuenta de que Rukia también estaba en mi armario... podrían tener una idea equivocada.

Antes de que él se diera cuenta, habían llegado a la casa. Tomando una respiración profunda, Ichigo se preparó para el inevitable asalto de su padre. Cuando abrió la puerta, Ichigo escuchó a su padre decir, "Llegas tarde", y se hizo a un lado para evitar la patada voladora de su padre.

"Llegas justo a tiempo para la cena", dijo Yuzu mientras ella y Karin se sentaban a la mesa. Yoruichi saltó de la mesa y maulló. "Hey Yoruichi," dijo Yuzu mientras dejaba un tazón de leche en el suelo. "Aquí tienes tu leche".

"¡Toma esto!"

Ichigo suspiró mientras enviaba su codo a las entrañas de Isshin antes de tirarlo al suelo frente a él y cerrar la puerta detrás de él. Pasando por encima del cuerpo de su padre, se acercó a la mesa y se sentó a comer.