-¿Como se atrevió a degradar a la raza blanca de esta forma? Debería estar avergonzado, retirese y nunca vuelva.

En silencio, camina en dirección a la salida. Intento quedarme para protestar, pero mi padre me arrastra fuera de ahí.

Veo al muchacho correr tras nosotros, por una razón que desconozco.

-Perdonen el comportamiento de mi padre, el es algo, "conservador".

Paso de el, no voy a contestarle que no me molesta su "insignificante error" Cuando sería una mentira. La única manera de que logre aceptar unas disculpas por la actitud de ese hombre, sera si el limpia mis zapatos con su lengua mientras ruega ser perdonado. Cosa la cual nunca sucederá.

Salgo del lugar enfurecido, mientras me quejo de su actitud.

-Tranquilo, se que lograremos conseguir otra oferta de empleo.

-¿¡Tranquilo?! ¡Dices eso porque eres blanco como la leche y todos te ven como un ser humano normal a diferencia de mi!

No responde, solo esboza un pequeño gesto de tristeza. Detesto ser tan impulsivo y hacer estos comentarios. Se que mi padre se preocupa por mi, el no desea esto. Pero es imposible no sentirme enfurecido.

Pase horas intentando dormir con el estomago vacío, dando vueltas en mi dura cama la cual daña mi espalda. Mientras, intento pensar en algo para distraerme. Una idea salta a mi mente, ¿y si le doy su merecido al "señor conservador"? Las anteriores veces que ocurrieron situaciones similares con otras personas, solo me esforcé en olvidarlo. Pero estoy demasiado hambriento y enfurecido como para solo dejarlo pasar.

El resto de la noche ideé un plan para robarle algo de comida, no cantidades exageradas, solo lo que puedo cargar por mi cuenta. Si tanto miedo tenía de que le robe, ahora tendrá que enfrentarse a el por su ineptitud.

En la mañana, nos pasamos buscando una oferta, de cualquier tipo de empleo en nuestras posibilidades. Conseguimos que un viejo amigo de mi padre nos diera un poco de comida a cambio de unas pequeñas tareas. Es lo suficiente para comer hoy y mañana si lo distribuimos bien. 

De tarde, viéndome con algo de tiempo libre, decido dar un paseo cerca del terreno de mi fallido trabajo. Observo, tomando la distancia necesaria para no generar sospechas, lugares donde infiltrarme. Diviso una abertura en el alambrado, capaz de permitirme entrar si logro agrandarla. Mientras esquilaba las ovejas vi una ventana fácil de abrir en el lugar. A parte del ganado, hay unas cuantas bolsas con provisiones. Sera suficiente para mi.

Esa misma noche, en la que por suerte logre comer, me escapo de casa. Dejando unos bultos de ropa debajo de la sabana para disimular mi huida.

La abertura sigue donde estaba, como supuse. Jalo esa parte del alambrado para dilatarla, y a duras penas, logro entrar. Para mi suerte, veo el ganado fuera de esa pequeña estructura, pastando. Ellos siguen con su tarea y no notan si quiera mi presencia.

Me aproximo al lugar, y subo hasta la ventana. La abro y bajo hasta el suelo. Los sacos con comida también siguen ahí. Tomo dos de ellos y los arrastro. Tirándolos por la ventana antes de yo salir. Se lo peligroso que es esto, pero nadie parece haberme escuchado.

Camino despacio hacía el sitio por el que entré, y noto a alguien parado frente a ella. ¿Como se dio cuenta? Es un campo tan grande, ningún ruido debería llegar a su casa.Busco donde esconderme, pero es tarde, esa persona ahora esta mirándome. Luce aun más asustada que yo. Aun así, se que estoy en problemas. No encuentro las palabras para convencerlo de que me deje ir.

-Por favor, dejare esto si es necesario. Le daré lo que pueda para recompensarlo. Pero no quiero ser encarcelado, mi familia sufriría mucho. Apiadase.

Historias cortasWhere stories live. Discover now