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"Me he pasado toda una vida entera dándote mi corazón
Juro que seré tuya para siempre, hasta que el para siempre se desmorone
Hasta que el para siempre se desmorone".

...

Hoy no fuimos a la orden, estoy en casa con Sirius y Sam, el acaba de terminar el colegio y deseaba quedarse un tiempo con nosotros

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Hoy no fuimos a la orden, estoy en casa con Sirius y Sam, el acaba de terminar el colegio y deseaba quedarse un tiempo con nosotros.

—¡Sam a desayunar!—grito desde la cocina, no e podido dormir bien en todos estos días.

Veo desde la gran ventana en la cocina a Sirius sentando afuera en un tronco, se que se sienta afuera cuando quiere pensar, debe tener algunas cosas.

Escucho como Sam baja las escaleras.

—Está pensando ¿no es así?—pregunta Sam a mi lado observando la escena.

—Si—digo mirando hacia afuera—¿Que harás hoy?.

Él toma asiento.

—Quiero hacer lo mismo que tú—dice mirándome.

—¿De que hablas?—pregunto mientras le sirvo té.

—Se que estás en la orden, e oído de ella, es como un misterio del que todos hablan—dice mirándome—Se que eres parte.

—No entiendo de lo que estás hablando —digo dejando la tetera a un lado.

—Oh vamos Ophelia, ya no tengo catorce años como en el colegio para que me estés ocultando las cosas—dice mirándome —Ya no soy un niño.

—Sigues siendo mi hermano menor Sam —lo miro—Y si eres mi hermano menor tienes que hacer lo que yo te diga.

—¡Basta Ophelia!— Sam golpea la mesa—¡Ya deja de tratarme como un niño, no soy un niño, no soy el Sam del colegio, si es necesario yo también quiero dar mi vida por esta causa.

No digo nada, solo lo observo.

Veo cómo se pone de pie y toma su chaqueta, sale de casa azotando la puerta, entra Sirius.

—¿Está todo bien?—pregunta Sirius mirándome.

—Ya nada está bien Sirius — tomó asiento cubro mi rostro con mi manos—¡Nada está bien, nada está para nada bien!.

Siento como las lagrimas corren por mis mejillas.

—Ven aquí—dice Sirius, siento como me abraza —Se que no quieres oír esto, pero Sam ya es mayor de edad y no puedes hacer nada para evitar lo que él desea hacer.

Siento como acaricia mi cabello, no quiero que Sam, ni papá ni mamá entren a esto, no quiero que salgan dañados por mi culpa, no puedo arruinarles la vida.

—Ted quiere enseñarme algo, quiere que vaya a su casa —dice, quito las manos de mi rostro y limpio mis lagrimas —¿Quieres venir?.

—Si—asiento con la cabeza.

—Luego si quieres hablaré con Sam, conversaremos como los amigos que somos —me dice con una media sonrisa.

—¿Crees que nos estén observando?—pregunto mirándolo, me refiero a los mortífagos.

—No lo sé, esperemos que no —responde.

Subo hasta el cuarto y me cambio de ropa, al terminar me acerco a la ventana que da hacia al jardín, veo cómo Sirius camina hacia donde está Sam, veo cómo toma asiento junto a él.

Al bajar las escaleras veo a Sirius esperándome, salemos de casa y nos transportamos  hacia la casa de Ted. Al llegar veo una casa de madera, no es tan  grande ni tan pequeña, está rodeada de grandes árboles y al lado tiene un pequeño refugio, debe ser de su hija.

—¡Nymphadora ven aquí!—escuchamos una voz, Sirius me da una mirada.

Vemos a una niña de cabello mirado  correr por el jardín.

—Andromeda —dice Sirius, ella se detiene y se voltea hacia nosotros.

—Sirius, Ophelia Gastrell—dice ella, toma en brazos a la niña y se acerca a nosotros.

—Hace mucho que no te veía —le sonríe Sirius, ella deja a la niña abajo y se acerca a abrazarlo.

—Vaya, veo que también te has acostumbrado a recibir muestras de cariño, tuviste que aprenderlo al igual que yo—dice cuando se separan.

—Hola Andromeda, nunca tuvimos la oportunidad de conocernos —digo sonriéndole—Es un placer.

—Igualmente – me sonríe—Ted esta atrás haciendo no se que cosa, creo que tiene que ver contigo.

—Enseguida vuelvo —dice Sirius caminando hacia allá.

—Vaya, que linda casa —le sonrió, veo cómo toma la mano de su hija.

—Ted la construyo, es muy bueno construyendo —trae puesto un vestido y tiene su pelo tomado—Se que vives con Sirius, debe ser complicado estar con un Black.

—No lo es tanto —rio, la niña toca mi pierna.

Entramos a su casa y tomamos asiento en el sillón.

—Hola— le sonrió a  la niña quede debe tener como unos siete años —Tú debes ser Nymphadora.

—Hola— me sonríe, su cabello cambia a un color rosado.

—Nymphadora es metamorfomaga—le sonríe Andromeda a su hija —Es increíblemente impresionante.

—Si, eres maravillosa —le sonrió, la niña también lo hace.

—¿Quieres té?—me pregunta Andromeda.

—Claro—veo que se pone de pie y camina hacia la cocina.

Observo a la niña, veo que toma algunos de sus juguetes y sale hacia el jardín.

—Sinceramente nunca creí que llegaría a tomar té contigo Andromeda —digo—Nunca te conocí, pero si un poco a Bellatrix y bastante a Narcissa, Narcissa y yo nunca nos llevamos, creo que con nadie se llevo.

—Yo nunca creí que llegaría a casarme con un muggle y aquí estoy —la oigo, veo que trae dos tazas y una tetera—Bella y Cissy siempre han sido alguien difícil, su mentalidad está ocupada por cosas que nosotros no entendemos. Se que está mal lo que apoyan.

—Debe ser difícil...no tener contacto —digo mirándola, ella me entrega una taza.

—Si, a veces extraño a mi familia, a pesar de todo sigo queriendo a Bella y Cissy— dice mirándome—Ellas siempre seguirán siendo mis hermanas, solo que ellas quisieron tomar caminos distintos.

Oímos la voz de Ted, observamos hacia afuera y podemos ver a Nympadhora correr al rededor de ellos.

Ella se acerca a Sirius y los veo hablar, él le sonríe y ella también lo hace.

—Es bueno ver que Sirius es feliz —dice ella mientras observamos la escena —Sirius es increíble.

—Si—asiento con la cabeza.

No Time To Die [3] || Sirius Black||Where stories live. Discover now