No Time To Die [3] || Sirius Black||

41; capítulo final.

—Feliz cumpleaños mi estrella —digo mientras miro el anillo de compromiso en mi dedo, las lagrimas caen por mi rostro.

Estoy sentada en la cama mirando hacia el exterior, hoy es su cumpleaños, desearía estar tanto con él.

—Te extraño —susurro mientras siguen cayendo lagrimas por mis mejillas.

Escucho que golpean la puerta, limpio las lagrimas.

—Hola Ophelia — es Sam—¿Estás bien?.

Tomo una bocado de aire y me giro.

—Si—asiento con la cabeza —¿Que pasa?.

—Es la mamá de Frank, envío una una nota voladora — dice mirándome —Quieres vernos.

—¿La mamá Frank?— pregunto poniéndome de pie.

—Si, dijo que fuéramos lo antes posible —dice, asiento con la cabeza.

—Vamos — camino hacia la puerta, antes de cerrarla observo por última vez el cuarto y el anillo en mi mano.

Bajamos las escaleras y nos transportamos hacia la casa de la mamá de Frank, debe ser importante si desea verme. Al llegar ella enseguida nos abre la puerta.

—Hola, que bueno que vinieron — dice ella haciéndonos pasar, parece algo preocupada.

—Hola señora Longbottom — dice Sam mirándola —¿Que es lo qué pasa?.

—Es Alice y Frank— dice mientras subimos las escaleras — Frank dijo que saldría a dar una vuelta y no volvió, luego Alice dijo que iría por él y ella tampoco volvió, eso fue hace más de una hora.

Entramos en el cuarto de Neville.

—¿No han mandado ningún mensaje ?—pregunto, ella niega.

Oigo unos balbuceos, sonrió, es Neville en su cuna.

—Y Neville ya está comenzando a tener hambre — dice tomándolo de la cuna, ella me lo entrega y lo tomo entre mis brazos.

—Hola Neville —digo sonriendo —Soy tu madrina Ophelia, espero que te estés portando bien con la abuela.

Este me da una sonrisa.

—Buen chico —toco su nariz, me recuerda a Harry, lamento que Harry no este aquí hoy y este con sus tíos muggles.

Lamento que Sirius tampoco este.

—Iremos a buscar a tu mamá y a tu papá para que puedas comer — digo, volviéndole a pasar a Neville a su abuela.

—Volveremos pronto Neville —Sam mueve su pequeña mano.

—Cualquier cosa nos comunicaremos con una nota voladora —digo, ella asiente con la cabeza.

La mamá de Frank nos da la dirección de a donde iba a ir Frank a caminar.

Bajamos a la primera planta y nos transportamos hacia allá, es un sendero rural. Caminamos por el lugar, pero hay un completo silencio.

—Se que hoy es el cumpleaños de Sirius — me mira Sam, no digo nada.

Seguimos caminando por un largo tiempo.

—Yo creo en Sirius, Ophelia — dice mi hermano mirándome—Y se que tú tampoco dejarás de creer en él nunca.

Lo miro, pero de repente oímos unas ramas crujir, nos quedamos quietos.

—Pero si no es nada menos que Ophelia y Sam Gastrell— dice apareciendo Barty junto a Lucius y otros cuantos Mortífagos—Oh mejor dicho Ophelia Black, lindo anillo el que tienes en tu mano, quien creería que terminarías siendo una Black, las vueltas de la vida ¿lo eres o no ocurrió porque Sirius se fue a Azkaban?.

—Pensé que los seguidores de Voldemort habían acabado con él –dice Sam mirándolo.

—No vuelvas a pronunciar su nombre — dice Lucius Malfoy.

—Deberían estar escondiéndose como ratas — digo mirándolos.

—La cosa aquí es que sabemos que podrían tener respuestas para traer de vuelta al señor tenebroso — dice Lucius—Y los atraparemos al igual que sus amigos Frank y Alice Longbottom.

—Desmaius—digo con mi varita arrojándoles, con Sam comenzamos a correr.

Corremos por el gran bosque mientras ellos nos atacan, veo que Sam arroja algunos hechizos al igual que yo, pero son muchos, demasiados para nosotros dos.

Corremos por unos largos minutos, pero me detengo, eso no ayudará en nada, tengo que hacerlo.

—¿Que haces Ophelia?– pregunta Sam mirándome.

—Los detendré, ve —digo mirándolo.

—No—niega rápidamente —Ophelia...

—Este es el momento en que te pido que me obedezcas ¡hazlo Sam!— le grito, estos vienen cerca—Te amo, cuida a Harry y Neville.

—Ophelia —niega este con la cabeza.

—¡Vete!—le grito, este comienza a correr y quedó yo sola.

Tal vez siempre estuve destinada a este momento, algo en el fondo de mi sabía que este iba a ser mi destino.

(...)

Abro los ojos, estoy recostada en un gran campo verde, a mi lado solo hay plantas y árboles con flores de muchos colores. Me pongo de pie, traigo puesto un vestido blanco hasta la rodilla y junto a mi hay un gran árbol, nunca había visto una vista tan hermosa.

—Te estábamos esperando — dice una voz, me giro y veo a John.

—John—digo, corro hacia él y este me abraza fuertemente, miro el paisaje atrás de él, esto parece tan irreal.

—¿Sam..?—pregunto, este asiente con la cabeza, sonrió.

—E extrañado a mi mejor amiga —dice mirándome—Todos te hemos extrañado.

—Yo también, no saben cuanto — digo mirándolo, vuelvo a mirar el paisaje y veo un lindo atardecer.

—Todo acabó — me sonríe—Ven, vamos, los demás te están esperando.

John me extiende su mano, a lo lejos puedo ver a los chicos mover sus manos, logró divisar a James y Lily, incluso a Marlene.

Tomo la mano de John y juntos caminamos hacia el atardecer.