capitulo 6: una aventura de tres cabezas

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Báñalo con tu sangre. –el dios le extendió una daga para que pudiera hacerlo, cosa que el chico no dudo para luego rosear aquel objeto con su sangre solo para instantes después este empezara a brillar como si estuviera viendo directamente al sol. – está hecho, esta arma solo te reconocerá a ti, de lo contrario se resbalará de las manos de cualquiera. – el chico agradeció a su dios con un fuerte abrazo para luego informarle de su ida al calabozo en busca del reconocimiento de los dioses, apolo solo atinó a decir que por favor regresara a salvo.

Me gane un merecido descanso. – el dios camino a paso lento a su hogar después de ver a su niño partir rumbo al calabozo.

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Maldito pejelagardo, puedo olerte. – pensó el joven mientras se acercaba a la entrada del piso 27 mientras su martillo que era arrastrado por el piso chorreaba gotas de sangre.

Cuando cruzó por la puerta de aquel piso fue recibido por una potente llamarada que repelió haciendo girar su martillo como si de un abanico tratase, el fuego ni siquiera despeino el más mínimo de sus cabellos.

Eh... ¿no se supone que eres blanco?  – fue la pregunta de Bell al ver un enorme dragón negro de 3 cabezas con ojos amarillentos mirándolo fijamente como si lo analizara. - da igual... aun así te matare. - sus colmillos resaltaron en su sonrisa, a pesar de no ser un beastman tenía unos grandes caninos que desgarran la carne fácilmente.

El chico se lanzó mientras su gran arma preparaba un golpe descendente desde la espalda para impactar en la cabeza central, el monstruo reaccionó rápidamente preparando una segunda llamarada desde las tres cabezas que sin duda causaría temblores en los pisos superiores.

Cuando estuvo a punto de impactar la poderosa llamarada saco volando al joven hasta el piso 26, su cuerpo había atravesado completamente un piso.

Maldito. - escupió sangre mientras su cuerpo se despegaba del piso 26 solo para mirar por el agujero hecho y ver a la criatura mirándolo fijamente para luego rugirle, se estaba riendo de él, esto provocó la ira del joven que no dudo en empezar a cantar mientras su arma se volvió a levantar dispuesto a destruir todo el piso sin medir consecuencias.

Dos amazonas que apenas habían llegado a escasos segundos del impacto inicial del joven en el piso superior de aquel dragón veian impactas como el peliblanco se levantada sin ningún dolor significativo en su cuerpo para luego empezar su contrataque, cuando quisieron intervenir en pro del aventurero vieron como enormes rayos empezaban a acumularse en un círculo mágico alrededor de él.

Terraformador de galaxias. – sus músculos se tensaron mientras todo su cuerpo bombeaba sangre como loco marcando las venas de todos lados, su cuerpo expulsaba la electricidad que no podía mantener dentro de él, sus ojos rojos ahora brillaban en un azul tan claro como eléctrico que mantenía su mirada fija en la bestia, su pelo estaba completamente erizado y su círculo mágico empezó a reducir en tamaño para subir por su brazo hasta llegar a [quebrantador del amanecer] donde se almaceno en la punta del mismo.- muere – el arma golpeo el piso para que el mismo empezara a formar grietas de las cuales salían enormes cúmulos de electricidad, el dragón llevaba el mismo tiempo que él cargando un aliento superior a los anteriores.

Las amazonas no sabían que hacer debido a que el derrumbe del piso era inminente, no llegarían a tiempo a la salida así que se prepararon para el inminente impacto.

Cerrando los ojos fuertemente solo sintieron el choque para que después todo fuera negro, aunque a los pocos segundos se recuperaron del aturdimiento solo para ver un paisaje devastador.

Todo estaba realmente hecho pedazos junto con el fuego y la electricidad aún estaban presentes mientras el joven apoyado de su martillo como bastón se acercaba lentamente a la criatura que trataba de rescatar a una de sus cabezas de los escombros, una de sus alas había sido cercenada en el ataque y su cabeza derecha sepultada en los escombros, el ataque le había dado de lleno a ambos dejándolos sumamente debilitados.

Te ayudare. – en ese momento particular blancas se formaron en la extendida mano del joven durante casi un minuto entero que la criatura siguió tratando de mover su cuerpo por completo. - argonauta 40 segundos, chargebolt. – un rayo salio disparado de su mano obligando al joven a usar su arma como punto de apoyo para no perder el equilibrio mientras veía como aquel rayo no solo había destruido la cabeza aplastada si no la del medio también dejando únicamente la izquierda retorciéndose de dolor. - muere de una vez perra. - usando su martillo que fue disparado como si de una bola de cañón dando fin a la última cabeza para ver como explotaba por el impacto para dejar simple estela de polvos mágicos y un ítem irregular del cual le joven no tenía registro.

Se acercó para recogerlo, aunque era de gran tamaño casi el doble que el suyo parecía una gran escama de color negro.

Supongo que tendré que arrastrarla. – pensó antes de voltear su vista y ver a las dos amazonas aun aturdidas pero asombradas de su poder. - mierda. - el chico se agarró el costado de su abdomen para luego perder el equilibrio y quedar de rodillas con su martillo aun como punto de agarre mientras las dos bellezas de color trigo se acercaban a él. -  al menos moriré con un arma en la mano. - rio por lo bajo antes de empezar a ver borroso. - lo siento apolo-sama.

Tione. - aviso la amazona menor para sacar unos pequeños viales de sus ropajes y sin dudarlo rociarlos sobre el chico. - al menos eso lo mantendrá vivo hasta que subamos. - estaba preocupada por el peliblanco, aunque ni ella sabía muy bien el por qué, pero sin duda lo ayudaría. –agarra la escama. - la chica lo alzó apoyándolo en sus hombros, aunque lo sorprendente fue ver que a pesar de todo no soltó su arma, él lo había dicho... si moría lo haría con un arma en mano, se ganaría a los dioses en vida o muerte.

¿Por qué lo ayudamos? Literalmente amenazo a nuestra familia. – fue el punto lógico de vista de la chica mayor, aunque su pequeña hermana poco caso le hizo al simplemente ignorarla y continuar con su auto impuesta misión, sin más remedio agarro aquel nuevo ítem y empezó a seguir a su hermana con fin de protegerla hasta llegar a la superficie donde dejarían a aquel moribundo hombre.

Fin del capitulo.

Danmachi: Campeon del rayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora