-- Eh?
--Terminad ya. Tenemos que empezar ya.--Ya estamos, listos.
--Muy bien.-- Venga amigos. Quiero veros, con energía. -- Escucha, tienes un papel, muy pequeño. Tienes que salir, por la puerta, y di, de una vez, sin que nadie te vea. De acuerdo?
-- Sí, entendiendo.
-- Vale? Empezamos.
-- Todos listos. Vamos ha grabar.
-- Grabando?

-- Espera aquí. El ayudante, de dirección, te dirá, que haces-- le dijeron a Osman.
-- Gracias.
-- 3,2,1, acción.
-- Acción!

-- No déjame. Suelteme, por favor.
--Camina.
-- Corten-- dijo el director.
-- Perdón. Lo siento mucho-- dijo él actor.
--. No hombre no. Así, no se puede.
--Quiere que le vuelva a eres, lo que debe hacer?
-- No sabe coger, una pistola. Quien se va a caer, que eres de seguridad? Además, parece que trabaja, en un banco. Es inútil, explicárselo. Dónde está el otro?
-- Llegaba tarde. Voy a ver, si está aquí?
-- Espero que sea mejor, que este paleto.
-- Dónde, te has metido?
-- Lo siento mucho.
-- Ha llegado, un poco tarde.
-- Señor director?
-- No ha podido llegar a maquillaje, porque ha llegado, un poco tarde.
-- No te muevas. Él es. Es perfecto.
-- Cómo?
-- Llevo toda la mañana, esperándote. Dónde estabas? Has leído, el guión?
-- No señor. No te tenido tiendo tiempo.
-- Vienes preparadisimo. Maquillado, y todo. Menuda técnica!! Se nota, que vives el papel.
-- Es usted, muy amable.-- dijo Osman.
-- Ves, lo humilde qué es? Puede ser, Alpachino. 
-- Ya sé que...
-- Escucha. Eres tímido, bueno. Cómo te llamas?
-- Osman.
-- Pues, prepárate.
-- Quiere que le llevemos, a maquillaje?
-- Qué va...si no hace falta. Ni maquillaje, ni vestuario. Escucha Osman. Quiero que estés, enfadado.
-- Qué esté, enfadado?
-- Eres un tipo duro. Un guardia, de seguridad. Sólo tienes que hacer, un disparo.

-- Ojj. Ahora mismo, no lo tengo claro. Su lenguaje corporal, es confuso. No tengo ni idea, de lo que está diciendo. Ah...Y si habla, con la señoría Aylim? Ahhh. Cada vez qué digo su nombre, se me eriza el pelo de la nuca-- dijo Geygey, mientras veía a Embre, hablando por teléfono.

-- Luego nos vemos, Aylim-- escuchó, Geygey.
-- Ha dicho, Aylim. Ha dicho, Aylim.-- Sanem, Sanem. Ven aquí. Ven aquí -- dijo Geygey. 
-- Qué pasa? Dime?
-- Tenías razón. El señor Embre, está fingiendo.
-- Cómo lo sabes?
-- Estaba hablando, con la señoría Aylim. Ha dicho, que se van a ver.
-- Ya te lo dije, yo.
-- Pero porqué, me lo has tenido que contar a mí? Me vas a meter, en un lío-- gritó Geygey. -- entonces, para que el te, se ponga mejor, le pondremos un poco antes y le añadimos el agua hirviendo. -- terminó Geygey, con otro tema.
-- Ven corriendo, conmigo-- dijo ella, tomandole del brazo.
-- Ya...voy. Ag...
-- Coge esto-- dijo ella.
-- Por qué? Qué pasa?
-- Vamos ha seguirle.
-- Ha seguirle? No digas, tonterías.
-- Te digo, que sí...Vamos ha seguirle, venga.
-- Vosotros dos, adonde vais-- les detuvo, Aderen.
-- Am...-- dijeron al unísono.
-- Vamos...a la imprenta. Hay que solucionar, un problema. Voy con él. Tenemos que hablar, con ellos -- dijo ella, al final.
-- Hum...de acuerdo. Pero no tardeis, de acuerdo?
-- El señor Embre-- gritó Geygey.
-- Y ahora, por qué gritas, Geygey?-- preguntó Aderen, mientras que ella, le daba un codazo.
-- El señor Embre-- volvió ha decir, más calmado.
-- Ahh.
-- Venga vamos.
-- Pero, muevete-- dijo ella.
-- No, pue...do. Vale.
-- Vamos, vamos.
-- Lo que tú digas. Lo que tú digas. Ya voy.
-- Pero mira, qué...eres bocazas. Agachate-- le dijo ella, a Geygey, cuando vieron a Embre, entrar en su coche. -- Vamos, vamos. Geygey, pide un taxi.
-- En...seguida. Señor, taxista.
-- Le llamas al taxista, señor? -- preguntó ella.
-- Si lo haces con respeto, te hacen caso, antes.
-- Uff. Lo vamos, ha perder.
-- No. Estamos a tiempo. -- El señor Embre, va a ver, a la señorita Aylim-- le dijo Geygey al taxista, alterado.
-- Pero qué haces, hombre? Sube, al coche.
-- Tenía que desahogarme. Y se lo he contado, a éste buen hombre. Perdón.
-- Sigue a ese coche rojo, de ahí. Rápido.
-- Ah...siempre he querido vivir, algo así. Anda, mira! Qué sitio, tan bonito-- dijo Geygey, al entrar al restaurante, donde a entrado Embre.-- Qué tal?-- dijo a recepciónista.
-- Calla-- le dijo ella.
-- Qué sitio, tan bonito. Qué sitio, tan bonito.
-- Haber si no voy a poder, ni hablar?
-- Están ahí. Nos van, a ver.
-- Corre, corre, corre. Sí Sanem. Tú tranquila. Actúa, con normalidad. Con normalidad...decía Geygey, mientras que ella, se tapaba la cara, con un plato. -- puedes ver, algo? -- preguntó.
-- Oh...no...No me lo puedo, creer.
-- Ah...Lo sabía. Está sentado, con la señoría Aylim.
-- Es ella?
-- Pués claro!
-- Qué farsante. Ese hombre, tiene mil caras.
-- Lo he oído yo, en la oficina. En ciertomodo, me tranquiliza. Porque, si te echan, tienes posibilidades, de que te vuelvan ha contratar.
-- Deja de decir, chorradas.
-- Les apetece, tomar algo? -- interrumpió, el camarero.
-- Sí, gracias. La señorita Aylim y el señor Embre, estan juntos --le dijo Geygey, al camarero.
-- Ih....Te voy a dar, un sopapo. Haber si te callas, de una vez -- le dijo, ella. -- Aún no tenemos claro, lo que queremos. Así qué... no le importa, nos lo pensamos, un poquito más. Nos quedamos, la carta...vale? -- le preguntó al camarero.
-- Por supuesto.
-- Mm. Muchas gracias -- Por qué crees, que están hablando juntos?
-- Pués de crees, que van a hablar? De mentiras. Estás seguro, de que esa es Aylim? Me parece que lleva, el pelo demasiado largo, para ser ella.
-- Pués claro que es ella. Están comiendo juntos, hum!
-- No creo, que sea ella. No crees que tiene, los hombros raros? Y tiene las orejas, más pequeñas.
-- Sanem. Estás intentando, buscar excusas. Pero es, ella. Si tienes miedo, nos vamos.
-- Ni lo sueñes. Quiero que Can vea, la verdadera cara, de su hermano.
-- Tienes razón. La ensalada César , vale 85 liras.
-- Bueno. Pide una, y la compartimos. Con pasta, ahora.
-- 85 liras, por una ensalada César? Nos la debería traer el César, en persona. Ni hablar.
-- Temes dejar el trabajo, y te preocupas, por una ensalada?

 Soñando Contigo Where stories live. Discover now