Narra Lali.

Todo esto es más de lo que puedo soportar, el camino seguía y en ocasiones la camioneta estaba estacionada para que los chicos entrarán y nos drogaran.

No sé cuánto tiempo llevamos así hasta que por fin se detuvo, el camión abrió sus puertas y la luz del sol nos molestaban, sacaron primero a los animales, luego abrieron las jaula, comenzaron a esposarse    las manos una con otra para tener una fila completa y bajarnos de allí, ninguna teníamos fuerza de pelear.

Caminábamos poco a poco hasta entrar en una casa, nos llevan al sótano donde había otra dos jaula, estas son más grandes, comenzaron a meternos en ella, mientras nos quitaban las esposa, las más jóvenes en una, las más grandes en otra.

Puedo observar a mi prima en la otra jaula, un nudo en la garganta se me hace al ver a mi alrededor y no ver a mi mejor amiga.

Narra Peter.

Llegamos al hospital y la atendieron, mi hermano parece otra persona está ido, pero él tiene las respuesta que necesito.

—¿Dónde está?

—¿Quien?

—Lali.

—No lo sé.

—Ese era tu maldito negocio, como no sabes lo que pasa allí.

—Ese es el problema, hace tiempo que ese no es mi negocio, se que actúe mal, que ese negocio trajo muchas desgracias.

—No es hora de arrepentimiento, ¿Quién es el dueño y dónde están?

—No sé dónde están.

—Eres un idiota.

—Puedes pelear todo lo que quieras conmigo, pero en estos momentos estoy más preocupado por rocío—Baja su mirada y sus manos forman un puño.

—¿Te enamoraste?.

—Como no tienes una idea, ella me ha enseñado a mirar todo desde otra perspectiva, a vencer mis miedos.

—Nunca pensé escucharte hablar así.

—Te ayudaré a conseguir a Lali.

—¿Podré confiar en ti?

—No diré que no me merezco esto, pero tratare porque quiénes se la llevaron fueron lo que le hicieron eso a Rocío.

—Me cuesta creer en ti.

—Para que veas que me arrepiento de todo hay algo que debo decirte — Mira y limpia las lágrimas.

—¿Familiares de la señora Lanzani?.

—¿Lanzani?.

—Es mi esposa doctor— Dice mi hermano acercándose al médico.

Narra Lali.

Trato de mantenerme cuerda, estable, trate de luchar con las drogas, pero una caída cómo está no me hará bien, nos tiran algo de ropa y nos ordenan a apurarnos, estando listas nos ponen en una fila una a lado de la otra, se acerca a nosotros alguien ya conocido, Marcos, da unos pasos a dónde estoy.

—No tienes porqué preocuparte, para ti tenemos un trato especial.

—¿Especial?.

—Si, pronto harás llegar a la persona que queremos acá.

—No te estoy entendiendo.

—Siempre fuiste parte de un plan.

—¿De qué hablas?

El tormento de Lali Esposito *Terminada* *En Correción* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora