capítulo 22

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Es un poco increíble el hecho de que Louis consiga dormir un alrededor de catorce horas corridas sin pausas de por medio ni mucho menos consciencia, en una especie de línea recta que sigue un camino cuyo horizonte se pierde justo en donde muere el sol, y para él es aún más impresionante que cuando abra los ojos ya sea el día siguiente y que aquella misma estrella enorme con sus rayos deslumbrantes se cuele por las hendiduras que deja la cortina aún cuando está cerrada.

Al principio, la confusión se extiende como neblina en Laguna azul, como incluso un bosque pesado cuya salida nocturna no queda a la vista, pero a medida en que sus párpados van cayendo y volviéndose a alzar en varios pestañeos, el castaño consigue darse cuenta de que se trata de un nuevo día y que el viernes de lo que parece haber ocurrido hace un milenio ha quedado simplemente en el hilo del ayer.

Se saborea la boca cuando se la siente reseca y una ligera mueca de asco se termina formando en su rostro levemente hinchado por la somnolencia mezclada justo cuando percibe el amargo de un aliento matutino descuidado. Le llega a desagradar lo suficiente como para decirse mentalmente que no trague ni la más mínima gota de saliva hasta que se lave los dientes, y le toma todo un segundo el recorrer con la mirada la habitación tan solo para girarse y colocarse sobre su espalda.

Un quejido se le escapa casi de manera involuntaria cuando aparentemente ha estado en la misma posición durante todas esas largas horas, y se siente cada extremidad lo suficientemente entumecida como para querer quedarse estático en su lugar y no volver a moverse por lo que podría ser una intimidad.

Sin embargo, existen dos factores que le impiden quedarse allí sin hacer absolutamente nada. El primero tiene mucho que ver con la desolación que habita entre sus entrañas cuando efectivamente se está muriendo de hambre, y el segundo se relaciona con la pequeña incomodidad que percibe en los glúteos al estar apoyados sobre ellos.

Llega a fruncir ligeramente las cejas cuando por un momento no comprende la razón de aquel fastidio ligero que le provoca la posición. No obstante, logra recordar casi al instante la sesión de castigo autoinfligido por la que ha tenido que pasar la noche temprana del día anterior.

El aire se le atasca en los pulmones cuando se los llena de todo ese oxígeno y no consigue dejarlo salir, los párpados se le caen una vez más y a través de ellos tiene la oportunidad de repetir todas estas imágenes relacionadas a él delante del monitor de la computadora, a él con aquella paleta de cuero negro y un hueco en forma de corazón que le ha traspasado el alma, a él que se ha golpeado a sí mismo, tan desnudo, frágil, adolorido y entregado desde el primer azote, incapaz de dar aquellos pasos hacia atrás en un arrepentimiento que sólo se cruzó por su cabeza en una sola ocasión.

Se pasa una mano por la cara, se estruja con pesar mientras recuerda que por lo menos se ha dado una ducha tibia y que al terminar se ha colocado esta pomada que tiene y que sirve para las quemaduras y la irritación en la piel, y termina despeinándose el cabello cuando se rasca el cráneo en ningún punto en particular al mismo tiempo en el que deja escapar un pesado suspiro y vuelve a rodar sobre su pecho.

Abre los ojos una vez más, su mirada se pierde en algún punto de la pared y la pereza se hace tan presente que casi se siente como si quisiera volver a dormir. Y sería sencillo hacerlo, caer en los brazos de Morfeo por segunda vez resultaría como la cosa más fácil de hacer en aquel mundo. Sin embargo, el gruñido que produce su estómago debido a su vacío insistente es lo suficientemente fuerte como para que Louis tenga que pensar en lo mucho que desea desayunar.

Así que cualquier posibilidad de quedarse en la cama queda descartada tan pronto como se apoya sobre sus palmas y se alza quedando sobre sus rodillas. Consigue bajarse de la cama de manera casi graciosa, se calza los pies con sus sandalias y dedica aquellos cinco minutos matutinos a arreglar las sábanas y el resto de la cama como cualquier otro día normal en los que no tiene la leve incomodidad de azotes previos que insisten en mantenerse en su cabeza con renta gratuita.

Make daddy proud I ✦ daddykink! [ls] | ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora