Episodio 0

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Estaban en su última clase, todo tranquilo, apenas se había escuchado el timbre todos salieron con rapidez, parecían tener prisa, pero poco les importo al grupo de humanos que siempre estaban con Raí.

Actualmente el pelinegro se encontraba viendo desde la ventana todo, la forma rápida en la que corrían los pequeños, los alegres que se notaban, como si no hubiera un fin.

Él lo sabía, ellos lo sabían, las personas con las que vivía Raizel lo sabían, los nobles lo sabían y hasta los hombres lobo... Pero, ¿Que sabían?, ellos sabían de la vitalidad del Noblesse, sin duda ese misil nuclear le había agotado y lo único que le quedaba era disfrutar del tiempo de vida que le quedaba. Un mes... No le importo, no quería hacer preocupar a los chicos, no usaría su poder para hacerse ver que estaba bien, No, Claro que ¡no!, ¿Había una forma de restaurar su vitalidad?,

No.

Oh, bueno sí, solo una persona podía hacerlo pero esa "persona" había muerto, ¿Como lo sabía eso Raizel?, por la conección mental que tenia con esa persona y no, esa persona no era Frankenstein, solo un familiar del Noblesse podría restaurarlo la vitalidad.

El sol bajaba vagamente, Raí sin notarlo había sonreído tristemente, ese mes, sería el único el cual seguiría con vida.

—Raí...

La expresión del pelinegro cambio al voltear y ver a los chicos que lo esperaban, los cuatro tenían una mirada triste, eso iso al noblesse sentirse presionado a contarles todo, pero no podía.

—¿Estas bien?, te ves palido—pregunto Sui, mirando al pelinegro el cual asintió a la pregunta de la peliazul

—¡Rai, no estas bien!—grito Shinwoo, al ver que Raizel solo les estaba mintiendo—¡Dinos que te sucede, queremos ayudarte!—exclamó

—¡Calmate, Shinwoo!—el nombrado suspiro pesado—Raí, en verdad queremos ayudarte—el tono de Ikhan parecía el de estar preocupado

—...

—Somos tus amigos, dinos que te pasa Rai—ahora era Yuna quien tam Ken estaba preocupada

[...]

No saben, como, pero estaban caminando directo a sus casas, Raí ya estaba en su "casa", si es que se podría decir así. Los cuatro jóvenes tenían un mirar de preocupación la conversación que tuvieron en el colegio y en la casa de su amigo no había llegado a nada, pero de algo que sí habían dejado en claro era que sí faltaban a clases, es por que estarían investigando sobre lo que sucedía al pelinegro, dejando boquiabiertos a los presentes en especial a Raizel.

—Debemos de hacer al... ¡Hey, miren!—llamó el pelirrojo a los otros los cuales miraron en dirección que había señalado el ojizarco

En frente la puerta de la casa de Ikhan habia un objeto.

—¿Que es esto?—preguntó Ikhan agarrando el objeto—¡Ouch!—se sobo la cabeza al recibir un golpe por parte de su amiga Sui

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—¿Que es esto?—preguntó Ikhan agarrando el objeto—¡Ouch!—se sobo la cabeza al recibir un golpe por parte de su amiga Sui

Yuna le arrebato el objeto. Y entre los tres (Sui, Ikhan y Shinwoo), comenzaron una pelea. Algo inútil.

—Dice que es un reloj del tiempo—dice la joven, haciendo parar la pelea

—... ¿Qué?—musitaron los presentes

Pues era cierto que estos relojes no existían en el mundo humano. ¿De quién es? ¿Quién lo dejó ahí? ¿Por qué?, se miraron entre sí, y entraron en la casa del más bajo.

Apenas entraron dejaron sus cosas y se sentaron en los muebles.

—Algo brilla... ¿Lo habro?—miro a sus amigos los cuales asintieron

Yuna habrio el reloj, de ahí salió una luz roja, rodeando a los presentes, estos no entendían nada, pero algo los estaba haciendo dormir, se desmayaron haciendo un golpe brusco, de la cabeza de una de ellos había salido un poco de sangre, Shinwoo sangraba pero un poco.

De ahí todo sse volvió oscuro.

Nada.

—Argh... Mi cabeza...—se levanto tocando su cabeza, Shinwoo noto que sangraba pero era solo un poco y suspiro de alivio

—Que bueno que estés bien.—se escucho la voz de sus amigos, estaban frente a él

—Nos preocupamos.—dijo Yuna

El pelirrojo sólo río ante la confesión de sus amigos.

Miro a su alrededor, no había nadie, solo oscuridad, todo había desaparecido, bueno no todo, el reloj seguía ahí, los cuatro intercambiaron miradas tal vez fue un error habrir el reloj, y ahora estaban atrapados ahí y no había escapatoria.

El reloj se alzó así siendo rodeado con la luz roja, la sangre que salía de la cabeza de Shinwoo dejó de salir, este se tocó y no, no había la herida, había desaparecido.

El reloj se habrio y dejó ver un plano, en la parte superior había un espacio ahí decía que digan el nombre de la persona que los preocupa.

Cadis Etrama Di Raizel.

Dijeron los cuatro al unísono, el reloj iso su función, explicaba, primero verían la infancia, después todo seguiría de forma normal, y la razón por la que Raizel no habla mucho o siempre no demuestra mucha expresión.

Los cuatro se sujetarán de las manos y la luz los volvió a rodear ya no era una luz roja, era una blanca.

Cerraron sus ojos para no quedarse ciegos, pues esa luz era demasiada brillosa.

[...]

Una joven pelicafe, andaba saltando por los edificios de la ciudad de Corea, según la información reciente que había recibido o mejor dicho recién hallada por ella misma. La persona que buscaba estaba en un bosque, sola.

¿Razón?

No lo sabía o si, es que esa persona estaba recuperando su vitalidad, después de dormir 820 años. Y si si esa persona no recuperaba su vitalidad, no podría salvar al amigo de su padre. Claro está, dejo un reloj de tiempo en la puerta de una casa y volvería para recojer aquel reloj.

Una vez salir de la ciudad, había un bosque, buscarla seria un gran lío.

Suspiro y se reincorporó.

—¡Vamos, Ashleen! ¡Tu puedes! ¡Debes de encontrar a la ama!

Se dijo así misma, adentrándose al bosque. Para buscar a la Noblesse.

CONTINUARA...

¿Por qué... Raí?Where stories live. Discover now