Solo quiero ser feliz. {Gemeliers}

Capitulo 1.

Estoy en mi pequeña habitación de Londres, recogiendo toda mi ropa y mis objetos personales.
Si, me mudo.
Vuelvo a España, a un pueblo de Sevilla donde vive mi familia materna.
Mi madre es de allí y por enamorarse de mi padre se mudo aquí, y si, también se hablar perfectamente el español, ya que ella me lo ha enseñado desde pequeña.
Cuando termino de guardarlo todo me miró fijamente al espejo.

Me llamo Marina, Marina Clark, y tengo quince años.
Soy una chica mas, del montón.
Mis ojos son grandes, grandes y marrones con las pestañas súper mega largas. Mi pelo es un poco ondulado y por las caderas, soy de mediana estatura y delgada, pero con curvas.

Me odio.

-¡Marina!-grita mi madre para que baje.-He encontrado esto entre las cosas de...-me mira y trago saliva.-Bueno, he pensado que querrías tenerlo.

Me entrega un álbum y lo miro antes de guardarlo como si de un tesoro se tratase, y es que, para mí, lo es.

Es lo único que me mantiene en vida día a día.

[...]

Me sienta en el avión, y rebusco entre mi bolsa.
Saco el álbum y toco su portada marrón de cuero.
"Mi norte, mi soporte"
Esa frase esta grabada en el cuero con una preciosa letra negra.
Se que si abro el álbum y veo las fotografías me pondré a llorar, se que aún no lo he superado, pero lo hago, necesito tener una parte de ella conmigo.

Y por fin, lo abro.
Y nada mas observar la primera foto, mis mejillas se inundan de lagrimas.
Estamos Sara y yo sentadas en un columpio de pequeña.
Si, Sara.
Mi hermana gemela Sara.
Y os preguntaréis, ¿Donde esta?
Sara murió hace un año, y no lo he superado.
Es muy duro perder a tu otra mitad, y mas si la ves morir.
Sara era la típica gemela guapa, simpática, la que caía bien a todo el mundo.. y era mi mejor amiga, éramos uña y carne.
Un día se echo un novio de estos malotes, que fumaban y todo eso, y un día, la esperaba en la puerta de casa, y su novio la trajo en moto, y todo paso muy rápido.
Un camión salió de la esquina y choco con la moto, y adiós Sara y adiós su novio, y también adiós a mi felicidad.
Y aun me acuerdo la ultima frase que dijo antes de morir entre mis brazos.
"Vive la vida por las dos, se feliz por las dos".
Esa frase me da vueltas en la cabeza siempre.
¿Cómo quiere que sea feliz sin ella?
No lo entiendo.

Cierro el álbum con cuidado y lo abrazo, cierro los ojos y al final me duermo.

[....]

Estoy ya en el coche, en la entrada del pueblo, voy a vivir en una urbanización muy bonita, según mi madre.

-Marina cariño, ya estamos llegando.-susurra sonriente.

Asiento mirando la ventana, hace mas o menos un año desde que no sonrío.
Se me hace dificilísimo.

Veo la verga donde da comiendo la urbanización, la verdad, si es bonita.

[...]

Subo la ultima maleta y miro mi nueva habitación.
Grande y espaciosa.

Guardo toda la ropa en el armario y ordeno todo lo demás.

-¿Porque no puedes estar aquí conmigo?-susurro mientras guardo el álbum debajo de la almohada.

Tocan a la puerta y aparece mi madre.

-¿Ya estas?-susurra ni madre sonriéndome.

Asiento sentándome en la cama.

-Vamos a ir a cenar a un restaurante con tu tía y tu primo, prepararte.

Asiento levantándome para ir al armario.
No tengo ganas de ir, pero no digo nada.
Se que a mi madre también se le hace duro estar sin Sara y quiero ahorrarle peleas.

Busco con la mirada y cojo un vestido azul marino y de media manda.
Este era de Sara.
Ella siempre llevaba vestidos.

La verdad es que es muy bonito.
Me lo pongo poco a poco y me miro al gran espejo.
No me queda tan bien como a Sara pero bueno, sirve.

Me pongo medias ya que estamos en Enero y unos botines marrones con un poco de tacón, me maquillo un poco, para quitarme las ojeras y el pelo me lo dejo suelto, ya que lo tengo ondulado y muy bonito.

Cojo todas las fuerzas del mundo y abro la puerta.

[...]

Bajo del coche pesadamente, estamos justo en la puerta de el restaurante, donde ya se encuentra mi tía, su marido y mi primo.

Mi primo se llama Marcos, tiene un año mas que yo y siempre nos hemos llevado bien, es moreno pero lo caracteriza sus preciosos ojos azules.

Nada más verme viene corriendo hacia mi y me abraza.
Él ha perdido a una prima, pero yo he perdido a una hermana, y encima gemela, y eso duele muchísimo.