03. Vergüenza

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Se encontraba sentado escribiendo en su escritorio. Aunque parecía muy calmado, por dentro su mente reproducía mil barbaridabes respecto a lo molesto que estaba con el profesor de Ciencias de la Tierra, quien había dejado muchísima tarea para entregar.

Dos toques suaves en la puerta lograron que su atención se desviara, volteando un poco su cabeza para encontrarse con su madre asomada, teniendo detrás a su mejor amigo que lo visitaba aquella tarde.

La mujer los dejó solos y cerró la puerta, mientras que el chico se dirigía a la cama de la habitación para sentarse como si fuera la suya.

La confianza entre aquel par era enorme. Sus personalidades contrastaban mucho, sin embargo, ambos habían logrado encajar a la perfección con el otro, logrando su hermosa amistad desde niños hasta la actualidad.

El silencio instalado entre ambos era tranquilo, el chico de cabello negro se había acostado en el colchón mientras revisaba su celular. Junho, por su parte, continuaba haciendo tarea.

No obstante, había una pregunta que Eunsang tenía ganas de soltar desde que había llegado. Y, obviamente, no se iba a quedar con las ganas.

—¿Le hablaste?—preguntó casualmente, esperando una respuesta inmediata del contrario negándolo.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al no haber recibido nada, ni una sola palabra. Una gran sonrisa se expandió por su rostro y las inevitables ganas de gritar de emoción lo invadieron.

—¡Cha Junho!—exclamó—¡Realmente le has hablado!

Las orejas de Junho comenzaron a tomar color, el chico apretaba sus labios con nerviosismo hasta que se cruzó de brazos sobre la mesa y escondió su cabeza entre estos, sintiendo cómo su amigo se acercaba a su espalda y dejaba palmaditas en señal de ánimo.

—Sí, lo hice—murmuró—. Tomé el consejo que me diste, realmente es agradable.

—¡Woah, ese es mi amigo!—exclamó entre risas—¿Entonces, cuál es tu siguiente paso?

Junho levantó su cabeza y miró a Eunsang con confusión.

—¿A qué te refieres? ¿Siguiente paso?

—Me refiero a tu siguiente movimiento, ¿la chica te gusta, no es así?—preguntó.

Junho se levantó de su asiento alterado negándolo, mientras que el color rojo de sus orejas y mejillas se extendía mucho más.

—¡Ni siquiera la conozco, qué dices!—dijo avergonzado.

Eunsang levantó ambas manos en muestra de paz ante la reacción del contrario, tratando de calmarlo así. Sonrió de lado divertido por la situación.

—Bien, como tú digas—rodeó los hombros de Junho—. ¿Quieres acompañarme a comprar unas cosas?

🎹•°.

La mujer se encontraba acostada en su cama con una almohada encima de su cabeza tratando de buscar calma. Su sueño había sido interrumpido por las quejas y gritos de dos jóvenes más abajo en la cocina. Giró su cuerpo mientras suspiraba, tratando de ignorar los llamados.

—¡Hazte a un lado, Seoji!—gritó—. ¡Mamá, Seoji me quiere pegar con la escoba!—mintió.

—¡Te acabaste mi yogurt de fresas! ¡Es imperdonable, Seongmin!—respondió molesta. Tomó la escoba y se movió un poco hacia adelante asustando al menor.

El chico bufó en protesta, tratando de moverse para escapar de ahí. Seoji estaba al otro lado de la mesa imitando sus movimientos con el objetivo de que no escapara. Ya cansado de la situación, el menor levantó sus brazos y se acostó en el suelo.

NOSTALGIC PIANO | Cha Junho.Onde histórias criam vida. Descubra agora