Hellevator #1 [Yoonmin]

2. My name is...

Al día siguiente, Jungkook abría la puerta del despacho del Señor Oscuro como una de sus tareas como su sirviente.

Por ella ingresaba una vez más su hermana pero esta vez acompañada de su mejor amiga Soojin.

— Soyeon-ah, Soojin-ah... — murmura Yoongi con algo de cansancio. — ¿Qué las trae por aquí?

— Venía a comprobar que Jungkook siguiese existiendo, pero por lo que puedo ver está en perfectas condiciones. — le sonríe con diversión al menor. — Y unnie... Bueno, la encontré algo aburrida por ahí y la traje conmigo.

Min suspira.

— Creo que Changkyun no les da suficiente trabajo a ustedes, ¿me equivoco? Debería hablar con él... Tienen mucho tiempo libre para venir a molestarme. — mira a Jungkook. - Anota eso, mocoso...

El joven obedece mientras las dos muchachas ruedan los ojos.

— Oppa, no sea así...

— Ya dime a qué viniste, qué no soy idiota. Nunca te preocuparon tanto mis sirvientes y no creo que Jungkook-ah sea la excepción.

Soyeon mira al suelo y suspira. Soojin pone una mano en su hombro para darle apoyo.

— ¿Quién estará a cargo cuando subas a molestar a Namjoon? — le pregunta.

— Nadie, Soyeon. — contesta. — No estaré mucho tiempo afuera y no creo que ocurra nada en mi ausencia, ¿por qué preguntas?

— Porque quiero estar a cargo cuando faltes, así sean unas horas... — levanta la mirada y explica con firmeza. — El trono siempre debe estar ocupado por un Min.

— En eso tienes razón, hermanita... ¿Pero crees que eres capaz de cargar con semejante responsabilidad? Este es un innmenso reino y bien sabes que nunca faltan problemas.

Soyeon voltea a mirar a Soojin, para volver sus ojos a su hermano mayor.

— Claro que sí soy capaz, soy una Min al igual que tú. — Yoongi la mira con dudas. — Además te conseguiré mandarinas si me dejas. — sonríe.

La cara de Yoongi cambia drásticamente a una gran sonrisa.

— ¡Me encanta hacer tratos contigo!

Sólo serían algunas horas de ausencia, ¿qué podría pasar? Su hermana lo observó gobernar por años...

No podría ser tan mala idea.

— Lo esperaremos con los brazos abiertos,  mi Señor... — Sehun hace una reverencia mientras abre las puertas del infierno junto con Chanyeol.

— Muchas gracias, Sehun... — agradece cordialmente. — Jungkook, por favor vigila a Soyeon y Soojin en mi ausencia. Te juro que si al volver encuentro la más mínima diferencia acompañarás a Chan en donde sea que esté.

— Entendido, Señor Min. Personalmente vigilaré a la Señorita Soyeon y a la  Señorita Soojin, no se preocupe.

Yoongi revuelve los cabellos de su joven sirviente y pone un pie fuera de su reino.

— Nos vemos en unas horas...

— ¡Luego cuéntenos sobre sus aventuras! — murmura Chanyeol.

— ¡Ojalá pudiese sacarle una foto a Namjoon! — secunda Sehun.

Yoongi cierra los ojos y traspasa ese umbral que dividía y conectaba dos reinos tan contrarios. Un aire algo más liviano y limpio chocó junto con sus desacostumbrados pulmones, pero pudo recomponerse con rapidez.

Todo estaba cubierto con colores claros y delicados, junto al color blanco más blanco que pudiera existir. Y ese era un hecho que ganaba fuerza a medida que caminaba más y más lejos de la puerta entre el cielo y el infierno. Empezaban a aparecer pequeños animalitos volando y corriendo en total tranquilidad con una celestial música de fondo.

— Esto está demasiado iluminado y todo aquí es muy... lindo. — murmura con asco a si mismo. — ¡Lo que tengo que hacer para perturbar a Namjoon! A veces creo que su reino es así nada más para mantenerme lejos...

A medida que iba avanzando, la música iba aumentando gradualmente su volumen hasta que se topa con una misteriosa figura en movimiento. Parecía ser un muchacho, vestido con ropas blancas y holgadas moviéndose al ritmo de una melodia sin letra.

— ¿Quién es? — Se preguntó a si mismo. Quizá si se acercaba sigilosamente podría saber un poco más, pero debía ser precavido.

Con cuidadosos pasos se acerca un poco más hasta observar el dulce rostro del muchacho.

— Wow... — murmura el diablo. — ¿Será este el ángel más hermoso del cielo del que las leyendas tanto hablaron? — De repente pensó que sería una excelente idea meterse con él y así molestar a Dios.

Oh, Namjoon explotaría de la rabia.

Pero luego de sus palabras, el chico de rubios cabellos y labios abultados dejó de bailar. Apaga la música y mira a los costados.

— ¿Hay alguien allí? — su voz era calmada y suave, casi como una canción de cuna.

Un inexplicable impulso llevó a Yoongi a apersonarse ante sus ojos, experando no asustarlo cuando se diese cuenta quién era.

— E-Ehm... hola... — sale con cuidado de su escondite. — Disculpa si te asusté, es sólo que estabas bailando tan hermoso... No quise molestarte.

— ¡Hey! Hola... No te preocupes...¿Hyung? ¿Debería decirle hyung? — Yoongi asiente con inseguridad. — ¿Cómo se llama ust...?

Cuando sus ojos chocaron por primera vez sintieron el mundo detenerse.

— Mi nombre es Min Yoongi...

🔥 Corregido: 26/08/21